TU ERES MI UNICO APOYO --------TOOTHCUP-----

CAPITULO 36

LENA

Abrí los ojos cuando sentí como alguien se acercaba, su corazón se escuchaba nerviosos y acelerado, lo que no significaba una buena señal. Me senté y mire hacia la puerta, por ahora lo único que puedo hacer es tener un poco de paciencia y estar a la expectativa de todo lo que se le puede ocurrir a los vikingos, los humanos sin duda son más complejos que los dragones, en casa no hay violencia a menos que sea por un juego, no hay seres que se crean superiores y somos más simples en cuestión de muestras necesidades, si necesitamos algo lo tomamos pero nunca exageramos o tomamos más de lo que podríamos necesitar

De la puerta de madera entro aquel hombre de abundante barba roja, me miró con el ceño fruncido y yo solo lo mire a los ojos atento a todos sus movimientos.

- soy estoico líder de berk - se presentó de forma seria y a mí parecer enojada.

- ok- dije con desgano, eso ya lo sabía

- ¿De verdad eres la reencarnación de mi hijo? - pregunto y lo mire atentamente.
Para este tiempo loke a debido de llegar a casa y contarle a mis padres sobre lo que sucedió por lo que ya deberían comenzar un plan de rescate, pero lo único más sensato que puedo hacer ahora es analizar mi entorno.

-depende de si crees en la reencarnación - dije con simpleza, sé que me pareció a mi madre y eso es un punto a mi favor.

- me gustaría creerlo en este momento- dijo con la mirada triste, suspire sin desgano.

- ¿Que me vas a hacer? - pregunté de manera sería.

- quiero volver a empezar contigo, se que en tu antigua vida no fui el mejor padre, pero quiero recuperar el tiempo perdido- dijo y pude oler no solo el arrepentimiento si no algo oculto detrás de toda es amabilidad, pero es peligroso por qué no sé que podría ser

- supongo que te puedo dar una oportunidad- dije un poco incomoda, no quería hacer esto, pero debía ganar tiempo.

- muchas gracias hiccup- dijo feliz, pero siento que esto no irá muy bien

- si no te importa llámame Lena, es mi nombre en esta vida - murmurre levantándome del suelo y rechazando la mano que tendió para ayudarme.

- claro Lena - dijo y comenzó a caminar hacia la entrada al entender que no quería acercarme demasiado a el. Suspire mentalmente, me da risa el hecho de estar fingiendo ser mamá.

Salimos de este lugar y comenzamos a caminar por las vías que estaban, era bastante diferente a mi hogar, no siento la conección entre el pueblo y la naturaleza lo que hace que todo a pesar de la vida de los humanos se siente la muerte y la tristeza.
Caminamos por un rato y cada humano que me veía comenzaba a murmurar lo que me fastidiaba, estaba llendo a lo que parecía un salón de reuniones, se  en el fondo que estoy emocionada, nunca había entrado a una aldea humana y es bastante diferente a mi hogar.

Entramos y todas las personas que estaban hay se callaron mirando con miedo a estoico, así que tiene una forma de mandato de dictadura.

- los reuni a todos aquí, porque ha llegado un milagro mi hijo a reencarnado y a vuelto con nosotros - todos me miraron y comenzaron a hacer ruidos de celebración, pero su rostro no reflejaba nada, es obvio que no me querían aquí - a comer - detención y todos nos sentamos, me sentía demasiado incomoda, suspire y mire lo que se encontraba a nuestro alrededor, casi me da asco al ver a varios animales muertos, yo desde pequeña solo como frutas y pescados solo necesarios.

- ¿Dónde has estado todo este tiempo hijo? - dijo riéndose por las bebidas que ya llebaba.- buenos eso no importa en estos momentos lo importante es que nos ayudarás con los dragones Nuevamente- dijo como si nada y ya se supo la razón de tanta emoción, ellos son bárbaros e idiotas, no pueden convivir con otros seres a los que ellos consideran diferentes. Asentí sin decir ninguna otra palabra, astid y los demás me veían custodiando mis acciones.

- tengo esa curiosidad ¿Dónde has estado todo este tiempo hiccup? - pregunto la rubia que estaba justo al frente mío, la mire con indiferencia.

- en una isla alejada de todo...y te pediría el favor de llamarme Lena que es el nombre que tengo  en esta vida- susurré sin darle mucha importancia.

- claro Lena - la gemela de mi tío hablo está vez, la mire mientras me llevaba una fresa a la boca - ¿Ese dragón de verdad es mi hermano? - pregunto con una gran tristeza, la comprendo de cierta manera es la misma tristeza que tengo al recordar que deje a loke y a mis demás hermanos solos.

- estoy completamente segura, el ha estado conmigo desde que nací - dije segura, porque no era mentiras -me gustaría verlo - pedí en un susurro, ellos se mirarnon y luego asintieron

- vamos que ahora vendrá es todo el mundo borracho - dijo bocón sonriendo yo solo pude devolver la sonrisa.

Salimos de aquel lugar y nos dirigimos a dónde tenían los dragones, entramos y había más de diez dragones de diferente especies, comenzaron a gruñir y solo cerré mis ojos evitando que las lágrimas salieran, los tenían como prisioneros.

Llegué hasta kalevi, el me miró y podía ver la alegría en su mirar, adentre mi mano por la reja y el acercó su hocico tocando mi mano, lo sobe con tranquilidad.

- todo está bien - susurré y pude notar como detrás de mi alguien se puso nervioso, voltee y note a la chica idéntica a brutacio.

- ¿El recuerda como tu? - pregunto temblorosa, mire a mi compañero que tenía la misma expresión que cada vez que sabe que hice algo que no debía.

- por desgracia no, yo los tuve gracias a un accidente que tuve hace varios años y estuve al borde de la muerte - dije muy segura, sentí un pequeño mordisco por mentir, kalevi odia que mienta pero sabe que en esta ocasión no puedo evitarlo.

- seguimos más tarde para que hables con brutacio y nos ayudes a adiestrar a estos animales - dijo con rabia y asco patán suspire con tranquilidad cuando ellos se fueron del lugar dejando solo a bocón. Él me miró y atravesó su mano acariciando a kalevi que se dejó, no me sorprende mi compañero tiene un olfato que envidiar y mi madre me dijo que cuando encontraron a kalevi bocón los ayuda a salir

- ¿Me explicarás ? -pregunto y yo solo sonreí apenada.

- yo....- de repente a mis oídos llego los gritos de la gente, mire a bocón y el también los escucho, salimos corriendo.