「2」

5.9K 984 126
                                    

Minho pasó toda la tarde pegado a su celular, y todo el día siguiente y el siguiente, hasta que finalmente el tercer día una llamada entró.

El castaño contestó, tenía muchas esperanzas de que fuera Eun Hye, pero estaba algo asustado de lo que diría.

—Hola Minho, Soy Eun Hye, la madre de Jisung.

Jisung.

—Hey Eun Hye, ¿Cómo estás? —trató de sonar relajado, falló.

—Bien, gracias por preguntar —respondió —Jisung ha accedido a conocerte, así que si estás libre el miércoles podrían encontrarse en el mismo café de la vez pasada.

—Sí, seguro —Minho respondió aunque no sabía si estaba libre o no.

—Bien, ¿Como a las 4 está bien para ti?

—Sí, perfecto —Minho murmuró.

—Antes que nada, Minho, deberías saber que Jisung es un poco tímido al principio, no lo presiones, y no lo trates como alguien especial por ser ciego, lo odia, háblale como le hablarías a cualquiera.

—Lo tendré en cuenta, Eun Hye, muchas gracias —dijo, sin embargo sabía que era imposible hablarle a Jisung como a cualquiera. No era cualquiera. Era su maldita alma gemela.

—A ti, cariño.

Colgaron y Minho no pudo hacer más que sonreír como un tonto, pensó en los cabellos rebeldes, en la oscura marca en su cuello y tocó la suya propia, se miró al espejo sin creerlo.

Aunque las marcas era algo usual de ver en las personas, en ese momento le pareció irreal la suya propia, sí, todos nacían con el tatuaje pero muy pocos tenían la suerte de conocer a su compañero, esa persona podría nacer a tu lado como podría nacer al otro lado del mundo, y entonces nunca se conocerían, era complicado y casi nadie se ilusionaba con encontrar a esa persona.

Minho era uno de esos, siempre pensó en la marca como algo adicional del cuerpo, pero ahora, con el estómago lleno de mariposas y la emoción revoloteando en sus dedos si que le veía finalidad a los tatuajes.

Se quedó mirando la marca fijamente, repasando las líneas con su dedo. Dio un salto hacia atrás mirando estupefacto.

El tatuaje brilló.

INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora