INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴ

「46」

Habían decidido previamente ir a un hotel ya que todos no cabían en la casa de Minho, Eun Hye y Sana estaban en una habitación y Minho con Jisung en otra, en la mañana irían a desayunar en casa de la familia de Minho y luego emprenderían viaje de vuelta a casa.

El hotel era bastante sencillo, casi parecía una casa y se podían oír las tablas al pisar el corredor, pero las habitaciones eran lo bastante silenciosas, porque había que admitirlo: Ya no hacían paredes como las de antes.

Estaban ya en la cama listos para dormirse cuando Jisung empezó a besar el cuello de Minho, pasando su lengua sobre su marca y solo alejándose para oír su reacción.

—¿Sabes cuánto te amo? —preguntó Jisung, dejando un beso largo sobre la clavícula de Minho.

—No tan cerca a lo mucho que yo te amo a ti —exhaló Minho, acariciando suavemente la espalda baja de Jisung, sintiendo el borde de sus bóxers.

—¿Cómo estás tan seguro de eso? —Jisung sonrió.

Minho gimió, Jisung besó húmedamente su tatuaje.

—Porque como yo te amo, nadie ama a nadie —respondió con simpleza.

—¿Solo tú a mí? —Jisung cuestionó.

—Sólo yo a ti —afirmó Minho

Minho encontró los labios de Jisung, desesperado por él, como siempre, por sus suaves labios, y su lengua, incluso los dientes que ahora mordían su labio. Minho fue ahora quien besó la marca de Jisung, quien movió sus caderas desesperadas por algo de fricción cuando Minho hizo una marca morada en su tatuaje.

El castaño bajó por el pecho de Jisung, chupó y besó cada uno de sus pezones haciendo que lucieran rojos e hinchados, y siguió bajando, hasta que pudo sacar los calzoncillos de Jisung.

Estaba totalmente duro, pero Minho ignoró su erección, levantó sus piernas viendo su trasero y paso una de sus manos por una de sus nalgas.

—Eres tan precioso, amor —Jisung sonrió, Minho mantuvo las piernas de Jisung arriba con su brazo y bajo, lamiendo sobre su entrada. Jisung soltó un gemido entre sorpresa y placer.

Minho hizo círculos con su lengua alrededor y Jisung juraba que hacía más calor que en el desierto a medio día, movió sus caderas desesperadamente.

Cuando Minho introdujo su lengua no pudo soportarlo. Se corrió con fuerza sobre su estómago, Minho sonrió, dejando caer las piernas de Jisung viendo las tiras blancas surcar el abdomen de Jisung, se agachó lamiendo hasta la última gota.

—Oh mi dios, Minho —Jisung murmuró.

—Te amo, Jisung, te amo tanto —Minho murmuró, su mano moviéndose con fuerza alrededor de su propia erección.

—Córrete en mi Minho, por favor. Por favor. Te amo —Jisung rogó, y nada más eso fue mucho para Minho.

Su semen cayó sobre Jisung, quien limpió su mano con su lengua, luego pasó su mano por su abdomen limpiándose para seguir lamiendo todo. Minho hubiera podido ponerse duro de nuevo gracias a aquella vista. La última vez que Jisung dirigió su mano a su boca, Minho tomó su muñeca, acercándose la mano de Jisung y lamiendo su propio semen, chupando sus dedos de más.

Después lo besó sin aliento.

—Me voy a ir al infierno, Han Jisung, y todo es tu culpa.