INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴ

「92」

Jisung despertó por el ruido que había en el apartamento, tardó un momento en darse cuenta que debía ser la licuadora. Soltó un suspiro de pura frustración y dejó caer la cabeza contra la almohada. Se sentó en la cama, solo para ver el montón de ropa sucia que había en el rincón, trató de no disgustarse al ver a Delta durmiendo sobre él.

Al menos ella podía dormir.

Jisung se levantó, acomodando su pantalón de pijama, y salió por la puerta, al llegar al final del corredor vio a Minho de espaldas a la licuadora, haciendo algo en la estufa. Jisung se acercó, presionando un botón en la licuadora para que dejara de funcionar, la sustancia de adentro ya totalmente lista se detuvo.

Minho se giró hacia él, y sus ojos conectaron por un momento, el ánimo de Jisung se suavizó.

—Lo siento —dijo Minho suavemente —¿Te desperté?

Jisung asintió, Minho estiró una mano hacia él de manera dudosa y Jisung la tomó, haciendo que todos los músculos del cuerpo de Minho se relajaran, Jisung se acercó al castaño, mirando lo que estaba haciendo, viendo dos tiras de tocino ya listas allí para poner en dos platos cada uno con un waffle.

El cargo de conciencia llegó a Jisung rápido, porque allí estaba Minho haciéndole desayuno y él estaba enojado por algo como el ruido de la licuadora, aunque ya era momento de que se despertara de igual forma.

—Tenemos que comprar una cesta para la ropa sucia —dijo Jisung, intentando sonar lo más relajado posible, Minho asintió.

El castaño sirvió ambos desayunos y se sentaron uno al lado del otro, Minho no quería dejar ir la mano de Jisung, pero lo hizo.

—Tu... —Minho no estaba seguro de cómo formular la pregunta. —¿Estás... Bien? Quiero decir, ¿sigues sintiendo... estando... igual hacia mí?

Jisung lo miró, una semana antes la pregunta le hubiera parecido ridícula, sin embargo, se vio obligado a apartar la mirada.

—¿De qué hablas? Claro que sigo igual.