INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴ

「42」

No había otro lugar en que Minho quisiera estar que en los brazos de Jisung, ahora el rubio dormía, pero el castaño estaba despierto.

Vio la luz llenar poco a poco el cuarto, con cada minuto que pasaba. Le gustaba esa hora, cuando el sol no salía por completo y el cielo era blanco, y la luz era gris, pero preciosa y hacia ver la piel de Jisung como la de un ángel.

Era su hora favorita también porque se podía confundir con el anochecer, y él realmente no quería pararse de la cama.

"Me gradúo en tres meses" pensó Minho, también pensó en la gigante tesis en la que estaba trabajando hace lo que parecía siglos y probablemente debía levantarse para hacer.

Se forzó a hacerlo, sacó su laptop y empezó a trabajar. Cuando Jisung despertó, buscó a Minho automáticamente con su mano, poniendo su mano en su rodilla.

—Hola, bebé.

—Mhm, ¿Qué haces? —Jisung preguntó, Minho rió, porque Jisung enterró su cara en su cintura y le daba cosquillas.

—Mi tesis de grado —respondió.

—¿Sobre qué es?

—Ya te lo diré después —Minho respondió.

Jisung hizo pucheros, sin embargo le sonrió, poniendo su cabeza en el regazo de su novio.

—Serás un increíble arquitecto algún día, ¿Lo sabes, verdad?

Minho lo miró, en ese momento pensó que nada de lo que hiciera se igualaría a la obra de arte que era Jisung.