「23」

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Minho abrió los ojos, el calor sobrecogiéndolo todo, fue capaz de ver el aire acondicionado obviamente apagado, alcanzó el control y lo encendió, esperando por alguna especie de alivio, giró sobre sí mismo, viendo a su novio.

Su novio que era la persona más preciosa del mundo. Ahora mismo, tenía los ojos cerrados y los labios entreabiertos, parecía un ángel de esta manera, sus hombros eran visibles por encima de la sabana y Minho pasó un dedo por su clavícula, hasta su tatuaje, haciendo que Jisung suspirara placenteramente. Minho sonrió, y empezó a acariciar los rizos que estaban sobre la almohada.

Jisung se removió, bostezando.

—Buenos días, amor —Minho murmuró haciendo que Jisung sonriera y lo abrazaba con fuerza, enterrando su cara en el pecho de Minho.

—Buenos días, bebé —el latido del corazón de Minho se aceleró, y estaba seguro que Jisung podía oírlo. Había llamado a Jisung "bebé" innumerables veces, y esta era la primera vez que Jisung lo llamaba así.

Minho se preguntó si era posible morir de tanta felicidad.

El castaño se puso de pie para ir al baño, estirando su espalda, se lavó los dientes y mientras lo hacía se miró al espejo, vio algunos moretones en su cuello, por lo menos tres justo encima de su marca.

Salió del baño besando las mejillas, la nariz, y finalmente los labios de Jisung.

—Dejaste marcas en mi marca, Han, quien iba a decir que fueras tan ambicioso.

Jisung le sonrió.

Bajaron a desayunar después de una ducha juntos (donde puede o puede que no Jisung estuviera es sus rodillas, con el pene de Minho en su boca y luego Minho devolviera el favor)

Se sentaron en una mesa larga, donde ya estaba sentada la familia de Minho, Jieun estaba diferente al día anterior, bolsas oscuras decoraban sus bonitos ojos y discutía con Chaeyeon para que le quitara un poco de crema a sus waffles. Joongi no estaba por ningún lado.

—Hola familia —dijo Minho ayudando a Jisung a sentarse, Haneul que estaba a su lado balbuceó algo inentendible a lo que Minho solo tomó su pequeña nariz entre sus dedos, haciéndolo reír.

El resto de las chicas saludaron entre murmullos y Minho supo que algo iba mal, le preguntó a Jisung que quería desayunar y luego se puso de pie para acercarse al buffet y servir, su cabeza dando vueltas.

Más tarde fueron a la piscina del hotel, en donde su mamá los dejó encargados de los más pequeños.

—¿Por qué tienes el cabello tan largo? —preguntó Haneul a Jisung, que se esforzó por entender lo que el niño sentado en su regazo decía.

—Me gusta así —Jisung respondió con simpleza, Haneul acarició uno de los rizos de Jisung que llegaban hasta sus hombros.

—Minho, Minho, yo también quiero dejar crecer mi cabello —dijo Haneul y Minho le sonrió.

—Por mi está perfecto, campeón, ahora tienes que convencer a mamá —Haneul frunció el ceño, Minho se dirigió a Yangmi, quien hablaba algo más claro que su hermano —¿Sabes que le pasa a mamá?

Haneul seguía balbuceando sobre el cabello de Jisung, pero la atención del rubio estaba en la conversación de Minho.

—Peleó con papi —respondió la niña, dándole otra lamida a su helado.

—¿Sabes por qué? —le preguntó y ella asintió antes de hablar.

—Dice que él la dejará —Yangmi dijo —Porqué encontró alma gemela.

INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora