INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴ

「6」

— ¿Jisung? —dijo confundido, su corazón ya estaba latiendo mil veces por segundo.

—Sí, ya sabes, tu alma gemela —dijo bromeando el menor. Minho rió suavemente.

— ¿Puedo preguntar cómo llamaste? —Minho se mordió el labio —¿Te ofendo si lo hago?

—No —Jisung respondió —Le pedí a mi hermana que pusiera tu número del móvil de mamá al mío, y que llamara. De hecho, esta aquí al lado mío.

—Oh. Dile hola de mi parte —Minho sonrió.

En vez de la voz de Jisung, la voz de una chica sonó.

—Eh, así que tú eres el que piensa robar el corazón de mi hermanito.

Minho rió.

—Me atrapaste.

Después de una pequeña discusión entre Sana y Jisung, se volvió a escuchar la voz de Jisung, pero antes.

—Jisung, idiota, tienes el celular al revés.

—Como sea —dijo Jisung finalmente, Minho casi podía ver sus mejillas rosadas —Me preguntaba si quieres... uh... como... ¿salir de nuevo?

Las mejillas de Minho dolían de tanto sonreír.

—Me encantaría, Jisung.

—Bien —respondió el castaño nervioso — ¿Te parece en mi casa? No hay mucho que podamos hacer afuera, ya sabes...

— ¿Cuando? —fue lo único que preguntó Minho.

— ¿Mañana está bien? ¿Cómo a la hora del almuerzo?

—Sí, seguro —Minho respondió.

—Hasta entonces —dijo Jisung.

Minho quiso decirle que esperara, quería quedarse escuchando su voz por el auricular hasta que la vida se le acabara en ello, sin embargo, sólo respondió.

—Hasta entonces.

El chico de ojos color miel suspiró dejándose caer en su cama, al instante guardó el número de Jisung como "Jisung <3", en algún momento en los últimos días había estado confundiendo muchos... sentimientos.

No sabía si la manera en que se sentía hacia Jisung tenía solo que ver con el hecho de que estaban hechos el uno para el otro, o también con que Jisung era la persona más hermosa que había visto en su vida, y no era solo lindo físicamente, sino también como persona. Apenas podía creer que estaba a la altura como para ser el alma gemela de Jisung, o que tenía la suerte de estar predestinado a él.

Al día siguiente, Jisung le pidió ayuda a Sana para estar seguro de que se veía bien, normalmente no le importaría, al fin y al cabo ni se puede ver, pero sentía casi una necesidad por lucir bien para Minho.

Su hermana le dio unos skinny jeans negros junto con una delgada camisa blanca que mostraba parte de su pecho, junto con sus botas café favoritas, y unas gafas oscuras diferentes a las Ray Ban que usaba diariamente, estas eran delicadas con sus facciones y más ligeras qué las otras.

Cuando le dijo a su mamá de los planes del día, ella lo molestó un rato hasta que estaba avergonzado, pero luego ella misma se ofreció a cocinar, y cuando el sonido de la puerta siendo tocada retumbó en la casa, luchó por no ir tan rápido como pudo, por lo mismo, su hermana pasó corriendo por su lado y abrió primera.

—Hey, ¿Minho? Soy Sana —Ella abrazó al de ojos miel —Normalmente te interrogaría para saber qué quieres con mi hermanito, pero ya me caes bien, no tienes que esforzarte mucho.

Minho la abrazó de vuelta, riendo, Jisung sintió que el corazón se le paraba, incluso más cuando Minho habló.

—Un placer conocerte, Sana —Minho dijo suavemente.

—Sí, sí, ahora ve con Jisung, estaba tan emocionado que está listo desde hace tres horas.

El mencionado se sintió desfallecer. Odiaba a Sana, la odiaba. Minho caminó hacia Jisung, dándole un beso en la mejilla y demorando más de lo necesario.

— ¿Ah, sí? —dijo coqueto, Jisung se sonrojó aún más de lo que ya estaba.

—Nunca le creas nada de lo que te diga —afirmó y Minho rió suavemente en respuesta.

Eun Hyue salió de la cocina, secando sus manos en el delantal que vestía.

—Hola, cariño, ¿Cómo has estado? —ella lo saludó y tiró de él en un cálido abrazo.

—Bien, Eun Hye. Muchas gracias. ¿Y tú?

Se enfrascaron en una conversación sobre la universidad, el padre de Jisung y comida, cuando Eun Hye volvió a la cocina, Minho miró a Jisung fijamente, hasta que el más pequeño habló.

— ¿Quieres ir a mi cuarto?