「10」

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Jisung se veía hermoso, pero eso era más que obvio, porque el hermoso chico no se había visto de otra forma desde que lo conoció, pero había algo diferente.

Estaba bellísimo, a Minho le provocaba besarlo allí mismo.

Sus ajustados jeans se pegaban a sus piernas perfectamente, Minho tuvo que esforzarse por no mirar sus muslos todo el tiempo, por un momento agradeció que Jisung no pudiera ver, porque seguro lo tomaría por un psicópata si veía como lo estaba observando.

Tenía un sweater verde cubierto por un cárdigan café claro y botas del mismo color, y Minho sonrió un poco al ver que el sweater de Jisung combinaba con su chaqueta en el mismo tono de verde.

Minho le dio un beso en la mejilla como saludo y tomó su mano para dirigirlo al taxi, Jisung murmuró un "Hola" con las mejillas sonrojadas. El castaño le dio la dirección del lugar al conductor y el hombre asintió y empezó a manejar.

— ¿A dónde iremos? —Jisung murmuró en la parte de atrás del auto, Minho que estaba a su lado y no había soltado su mano, le dio un apretón.

—A mi restaurante favorito en toda la ciudad —respondió simplemente.

Charlaron en voz baja durante el camino, ambos estaban en un ambiente nervioso y de anticipación, Minho le contaba de su día en la universidad exagerando un poco las situaciones para hacerlo reír.

La voz del conductor fue la que les avisó qué habían llegado, Minho pagó y luego ambos bajaron del taxi, el calor del restaurante se sentía incluso desde afuera y tan pronto entraron el suave murmullo de música jazz invadió sus oídos, fueron hasta una mesa en el rincón justo al lado de una ventana que daba a las frías calles, Jisung se sentó y Minho justo al lado, decidiendo que quería estar lo más cerca a Jisung posible.

La camarera se acercó a ellos y dejo un par de menús en la mesa para luego alejarse y dejar que pensaran en sus pedidos, Minho le leyó la carta a Jisung y él presto atención con el atisbo de una sonrisa en sus labios.

—Creo que ordenaré la lasaña a la boloñesa —dijo el de tiernas mejillas y Minho sonrió.

—Buena elección.

Minho se encargó de pedir mientras Jisung estaba callado a su lado, no usaba gafas porque la verdad es que así de cómodo se sentía con Minho, era algo inquietante la conexión qué existía entre los dos, de alguna manera se sentía como si se conocieran de siempre.

—Te traje algo —Minho dijo tan pronto la mesera se fue.

— ¿Qué? —Jisung preguntó confundido.

Sintió a Minho moverse y escuchó el sonido de una cremallera, supuso que Minho llevaba una mochila, le puso una pequeña caja plana y cuadrada.

— ¿Es un CD? —preguntó Jisung, sin aliento.

Minho sonrió. —Sí —vio a Jisung sentir la caja, cuando le dio vuelta a la caja vio la expresión sorprendida de Jisungie.

—Oh por dios, Minho.

— ¿Si está bien impreso? El chico que lo hizo no parecía muy confiable, pero no sabía dónde más buscar.

"Canciones para Jisung" —Jisungie susurró sin aliento, tocando las letras en braille. Minho había mandado a imprimir en braille para él.

—Exacto —Minho no podía estar sonriendo más grande. Jisung tampoco —Tal vez deberías escucharlo cuando yo esté allí, así puedo decirte el porqué de cada canción.

—Está bien —Jisung se sentía abrumado, porque Minho era tan... especial, lo conocía de tan poco tiempo y ya podía poner esos sentimientos en él —Gracias.

Minho no se pudo resistir, puso un dedo sobre el hoyuelo de Jisung —Con gusto, Sungie.

Las mejillas de Jisung se enrojecieron ante el apodo, se inclinó ante el castaño, su frente tocó su hombro e instintivamente escondió su cara en el cuello de Minho.

—No me digas así —dijo, pero Minho sabía que sonreía.

—Como digas, Sungie.

Jisung negó con la cabeza y sin intención dejó un beso sobre la marca de Minho, un escalofrío recorrió al castaño, y estuvo a punto de soltar un gemido, en vez de eso envolvió su brazo alrededor de Jisung acariciando sus cabellos.

Fueron interrumpidos por sus platos en frente se ellos, Jisung se enderezó ante el sonido y Minho le ayudó a localizar los cubiertos, Jisung palpó las orillas del plato antes de empezar a comer.

—Estaba pensando —dijo Jisung mientras esperaban por el postre, una de las manos de Minho estaba entre las de Jisung y el pelinegro estaba distraído tocando la mano de Minho, repasando los nudillos, la longitud de los dedos, la palma, acostumbrándose a su forma, y al tacto de su mano entre la de Minho —En nuestra siguiente cita, deberías mostrarme tu apartamento, incluso podríamos escuchar el CD allí.

—Oh —Minho sonrió — ¿Así que habrá una segunda cita?

Las mejillas de Jisung estaban rosas. —Bueno, si quieres.

Minho puso un beso corto en la mejilla de Jisung. —Suena bien.

Cuando salieron, el aire gélido de la noche iba en aumento, y Minho se apresuró a conseguir un taxi, ayudó a Jisung a entrar y luego lo hizo él mismo. Todo el asiento del taxi estaba libre, pero Jisung se quedó en la mitad recostado contra Minho mientras el castaño le daba la dirección al conductor.

Minho se ocupó acariciando los cabellos de Jisung por un rato, tratando de no parecer demasiado emocionado, pero Jisung lo estaba abrazando, y escuchó al chico bostezar un poco.

Cuando el taxi se detuvo, Jisung estaba casi dormido y Minho pagó antes de bajarse tras de Jisung.

— ¿No necesitas el taxi para ir a tu casa? —preguntó el más bajo.

—No —Minho sonrió —Caminaré.

—Ten cuidado —Jisung dijo y Minho lo miró feliz.

— ¿Cuándo te veré de nuevo? —Minho preguntó.

—Puedes venir el sábado, como a las tres y vamos a tu apartamento.

—Hecho.

Jisung se quedó en silencio, Minho pudo haberlo hecho, haberse movido un poco hacia delante y haberlo besado, pero, en primer lugar no sabía si era lo que Jisung quería, y en segundo, tal vez era muy pronto.

La puerta de la casa se abrió mostrando a Sana, Minho la saludó rápidamente y luego besó la mejilla de Jisung.

—Te veré, entonces.

INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴDonde viven las historias. Descúbrelo ahora