Cuando Minho llegó por Jisung fue Eun Hye quien abrió la puerta, Minho la saludó amablemente.
—Sigue, cariño, Jisung está en su cuarto.
Como si fuera su propia casa, Minho caminó hasta el cuarto de Jisung y tocó la puerta.
—Sigue —oyó a Jisung decir.
Abrió la puerta siendo recibido por Jisung poniéndose unas botas cafés.
—Hola —Minho sonrió, en el umbral de la puerta, Jisung levantó la vista ante el sonido, sus mechones balanceándose suavemente.
—Hey —se puso de pie y alcanzó el bastón qué estaba recostado contra la pared, luego tomó el CD que descansaba sobre su mesa de noche. Caminó hasta Minho.
El mayor se puso de puntitas, dejó un suave beso en la esquina de los labios de Jisung y el rubio no pudo ocultar la gran sonrisa que se formó en su rostro.
—¿Vamos? —preguntó Jisung.
Caminaron hasta la puerta, Minho tomó el CD de la mano de Jisung y lo guardó en su mochila.
—¿Alguna vez has montado en skate? —Minho preguntó y Jisung estalló en risas.
—Sí, todos los días —respondió sarcástico.
—Bueno, pues hoy es tu día —Minho dijo levantando el skate del suelo.
—Estás bromeando, ¿verdad?
Minho negó y una vez llegaron a la calle puso el skate en el suelo, tomó el bastón de Jisung quitando el seguro y doblándolo antes de ponerlo en su mochila también, tomó ambas manos de Jisung y lo ayudó a subir, sus largas piernas inseguras sobre el skate, Minho se subió justo atrás.
—Estás loco —Jisung afirmó mientras Minho rodeaba la cintura de Jisung con sus brazos y se impulsó por primera vez, mirando por donde ir por encima del hombro de Jisung.
Era más difícil de lo que creía, a decir verdad, pero podía con eso, más si Jisung estaba riendo como un niño pequeño nerviosamente mientras se aferraba a los brazos de Minho con fuerza.
Avanzaron una calle hasta que Jisung por fin comprendió que Minho no lo dejaría caer, puso ambos brazos a los lados y Minho sonrió a punto de hacer un comentario sobre el Titanic, pero seguramente Jisung no sabía de la escena de la película.
—Voy a detenerme —avisó Minho—. Llegamos.
Jisung bajó del skate, regalándole a Minho una sonrisa enorme.
—Eso fue genial.
Minho tomó la mano de Jisung.
—Entremos. Hay unos cinco escalones ahora.
Jisung hizo caso, sintiéndose muy seguro por la mano de Minho en la suya. Funcionaba mejor que el bastón, pensó Jisung.
Minho abrió la puerta de vidrio a Jisung y estaba a punto de seguir directo al ascensor cuando su asqueroso portero llamó.
—Eh, Lee.
El castaño giró molesto y vio al hombre con una sonrisa de medio lado.
—¿Qué quieres, Kim?
—Calma, amigo —aún no quitaba la estúpida sonrisa de su rostro—. Tienes correspondencia.
Minho se acercó a Kim y le quitó el sobre de la mano.
—Gracias.
—Diviértete.
Minho volvió a tomar a Jisung de la mano hasta el ascensor —Cómo lo odio, por dios.
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INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴ
Lãng mạnUniverso alterno en donde cada persona nace con un tatuaje en el cuello, éste siendo idéntico al de su alma gemela. La primera vez que Minho ve a Jisung se atraganta en sorpresa, solo con 21 años ya había encontrado a esa persona. Pero no, no será f...