INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴ

「70」

Estaban en el apartamento de Minho, ya todo estaba empacado en cajas, excepto por los muebles que también eran propiedad del apartamento, estaban el sofá.

—¿En dónde vivirás? —preguntó Jisung.

—Tomé un crédito del banco para comprar un apartamento, queda a solo unos bloques del trabajo así no tendré que tomar el autobús. Aunque no muy lejos de aquí, Jisung, no te vas a poder librar de mí —Minho bromeó.

—¿No hay espacio para mí? —preguntó Jisung mordiéndose el labio, Minho lo miró sorprendido.

Jisung temía haber tomado demasiado tiempo para responder a la propuesta de Minho, aunque en algún punto, cuando Sana dijo que se iba pensó en decirle que no, porque no quería dejar a su mamá sola, sin embargo, tras contarle a su mamá (principalmente porque necesitaba con quien hablar y Sana ya no estaba), ella le aseguró que estaba bien, aunque Jisung notó lo temblorosa que estaba su voz, se convenció más cuando ella le dijo que su esposo estaría de vuelta la semana siguiente y se quedaría por largo tiempo hasta el siguiente viaje.

—Yo... —Minho trató de organizar sus ideas, la felicidad burbujeando dentro de él —Pensé que tu no... que no querías, como no dijiste nada después... Yo... Jisung.... —Minho tomó las manos de Jisung entre las suyas—. Claro que hay espacio para ti, siempre hay espacio para ti.

Jisung sonrió y se acercó para besar a Minho, se besaron por un tiempo, disfrutando de los labios del otro y la nueva promesa de su vida juntos.

—Sabes, prácticamente es tu última noche en este lugar —Jisung dijo sugestivamente y Minho rió.