Sana dejó a Jisung en frente al edificio de Minho, había llamado al castaño antes y ya lo debía estar esperando.
—Bien, suerte —Sana sonrió, vio a Jisung entrar al edificio y luego empezó a caminar de vuelta a casa.
Jisung contó los pasos hasta el ascensor, y lo llamó, luego de entrar puso el piso de Minho, su corazón latía más rápido cada vez que subía más, tenía el sentimiento de no estar usando ropa interior, pero el tacto del encaje y la seda en su piel era placentero, y se preguntó porque había usado boxers toda su vida. Salió del ascensor y caminó hasta la puerta de Minho, aunque no se tuvo que preocupar porque él ya se encontraba allí esperándolo, fue inesperado cuando Minho rodeó su cintura con sus brazos y besó sus labios.
—Hola, amor —Minho dijo y Jisung sonrió.
—Hola, bebé —Jisung dijo y el corazón de Minho latió más rápido por el solo uso del apodo.
Minho se apartó para que Jisung entrara, y el rubio lo hizo, pero en el camino pisó el pie de Minho, quien solo estaba usando calcetines.
—Ay —Minho soltó un gritito y se apresuró a saltar, levantando su pie del piso.
—Lo siento —Jisung dijo avergonzado, Minho se mordió el labio para aguantar el dolor.
—Está bien —dijo Minho con voz tensa —No fue tan malo.
Jisung cerró la puerta y se quitó las botas, caminó hasta Minho abrazándolo.
—Perdón.
Minho no pudo evitar la sonrisa que se formó en su rostro, enterró el rostro en el pecho de Jisung, respirando feliz.
Se sentaron sobre el sofá, besándose simplemente disfrutando los labios del otro.
—Tengo algo para ti —dijo Jisung.
Minho lo miró, tratando de recordar si Jisung llevaba algo en las manos cuando llegó.
—¿Que?
Jisung se puso de pie, con ayuda de Minho, y se quitó la camiseta, el aliento de Minho se atoró en su garganta sin entender, aun así admiró el lindo cuerpo de su novio, Jisung se sacó los calcetines y luego empezó a desabrochar sus pantalones, y Minho vio el material rosa, un gemido de sorpresa salió de sus labios.
Jisung quitó sus jeans, de pie en toda su gloria frente a Minho, los panties abrazaban sus caderas con delicadeza, el rosa claro haciendo contraste con su piel bronceada gracias a sus recientes vacaciones.
—¿Puedes girarte, bebé? —Minho pidió con voz estrangulada y Jisung obedeció, allí la seda se convertía en encaje, y varias arandelas colgaban de allí simulando una pequeña falda.
A ese punto Minho ya estaba totalmente duro y era visible bajo su pantalón de sudadera.
—Jisungie, ven aquí —Minho murmuró y Jisung se giró, Minho tomó su mano y lo atrajo hacia él, Jisung se sentó en su regazo, con cada pierna a lado y lado de Minho—. Te ves tan lindo, bebé.
Jisung ya sabía que a Minho le gustaba –sobre todo porque podía sentir su erección– sin embargo, sintió la necesidad de que Minho lo reafirmara.
—¿Si? —preguntó.
—Mhm —Minho asintió, empezando a besar desde el hombro de Jisung hasta su clavícula, puso sus manos en el trasero de Jisung amando la manera en que el encaje se sentía —Tan hermoso, más hermoso que cualquiera.
Jisung sonrió, los cumplidos viajando directo a su entrepierna, los labios de Jisung fueron hasta la marca de Minho, besando con fuerza, sintiendo la vibración de la garganta de Minho cuando gemía.
Entre Jisung, el encaje y la marca, la mente de Minho era un nudo, concluyó que no le importaba de dónde demonios venia el tatuaje, porque ahora mismo Jisung lo besaba y eso era lo único que podía pensar.
—Agárrate de mis hombros —Minho dijo y Jisung lo hizo, Minho se puso de pie, sosteniendo cada glúteo de Jisung, y caminó hasta la habitación, dejó al rubio sobre la cama, besándolo con fuerza.
Minho estiró su brazo, tratando de alcanzar la mesa de noche, tiró al piso prácticamente todo lo que estaba encima antes de poder abrir el cajón y sacar el lubricante.
Se puso de pie, quitando su ropa, apenas capaz de quitar los ojos de Jisung, volvió a la cama, besando la cara interna de los muslos de Jisung, luego sobre las bragas, donde el pene de Jisung sobresalía húmedo con presemen, besó por encima de la seda, humedeciendo el material aún más, disfrutando los suaves gemidos de Jisung.
Se separó y levantó las piernas de Jisung dejándolas sobre sus hombros, una parte de él no quería quitar los panties pero Jisung se vería aún más hermoso completamente expuesto.
Abrió la botella de lubricante, poniendo en sus dedos y haciendo pequeños círculos alrededor de la entrada de Jisung hasta que el rubio empujó hacia atrás, rogando, empezó a prepararlo, y se agachó para besarlo, admirando la flexibilidad de su novio.
—Minho, ya —Jisung se quejó cuando Minho tocó su próstata.
El rubio tanteó la cama hasta encontrar el lubricante, Minho viéndolo fascinado, puso un poco en la palma de su mano y luego buscó por el miembro de Minho, manchando un poco su estómago en el proceso pero finalmente poniéndole lubricante. Minho se alineó con la entrada de Jisung, empujándose adentro de golpe, haciendo que Jisung jadeara y tomara su hombro.
Esperó a que Jisung asintiera para empezar a moverse, se acomodó hasta que golpeó la próstata de Jisung, una y otra vez haciéndolo un desastre de sensaciones y gemidos, pequeños "Minho" dejando sus labios regularmente hasta que se corrió sobre todo su estómago con fuerza, la presión del ano de Jisung en su miembro hizo que Minho se corriera con igual fuerza, colapsando encima de su novio.
—Te amo —murmuró Jisung—. No sé si es temprano decírtelo, pero yo realmente lo hago, con todo mi ser.
ESTÁS LEYENDO
INKED ♡━мιиѕυиg.|| αdαpтαcιóɴ
Roman d'amourUniverso alterno en donde cada persona nace con un tatuaje en el cuello, éste siendo idéntico al de su alma gemela. La primera vez que Minho ve a Jisung se atraganta en sorpresa, solo con 21 años ya había encontrado a esa persona. Pero no, no será f...