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「71」

Siguieron hablando, aunque Jisung ocasionalmente rozaba la línea de los bóxers de Minho con su dedo y fingía no hacerlo, iniciaron un juego en donde los dos tentaban al otro sin realmente hacer nada. La punta del dedo de Minho tocaba el pezón de Jisung, o el menor deslizaba sus manos hacia el trasero de Minho.

Fue Minho quien se rindió, besando con fuerza a Jisung, aprisionándolo contra el sofá y sintiendo sus gemidos ahogarse en su boca. Ambos estaban ya completamente duros por la seducción del otro anteriormente así que fue fácil desesperarse. Minho miró hacia abajo, viendo como el pene de Jisung sobresalía de las panties y el pre semen mojaba la tela roja.

Y está bien, Minho era un hombre débil.

Disfrutó besando el abdomen bajo de Jisung, dejando más de una marca que esperaba se quedara allí algunos días, su lengua sin una pequeña lamida a la abertura del pene de Jisung haciendo que el menor gimiera y tratara de empujar sus caderas hacia adelante. Minho siguió la longitud, besando a través del encaje y mojándolo aún más, duró allí un tiempo hasta que Jisung rogó porque hiciera algo más.

Procedió a quitar las bragas de Jisung, admirando sus piernas, dio un beso en su tobillo y luego volvió a besar su boca.

—Dios, Jisung, te amo tanto —Minho mencionó, acercó dos dedos a los labios de Jisung y el menor supo que hacer de inmediato, los introdujo a su boca, chupando como si fuera un pene, mojándolos por completo. Minho creía que tal vez podría correrse de solo verlo.

Minho sacó sus dedos de la boca de Jisung, dando un suave beso en los labios de su novio, luego levanto sus piernas lo suficiente para que su entrada fuera visible. Puso el primer dedo y empezó a moverlo alrededor, recibiendo gloriosos sonidos de Jisung, con su otra mano tomo el pene de Jisung para distraerlo del dolor mientras introducía el primer dedo, moviéndolo en círculos adentro de él, lo metió y sacó varias veces hasta que el dedo ya no era uno sino dos, Jisung jadeó ante la intrusión, y movió sus caderas.

Minho decidió que era hora ir por lubricante, y sonrío ante la idea, tomó la mano de Jisung que estaba descansando en el sofá y se la llevó a los labios, dio un suave beso en los nudillos y luego empezó a chuparlos como Jisung había hecho anteriormente con los suyos.

—Voy a lubricante —anuncio Minho —Pero no queremos perder el trabajo que ya he hecho, ¿Cierto, bebé?

Minho gimió a las palabras de Jisung y asintió, el castaño sacó sus dedos de su novio y se puso de pie, vio fascinado como Jisung se giraba sobre un costado, una de sus piernas doblada contra su pecho y la otra estirada, alcanzó por detrás, llevando sus dedos a su entrada y metiendo dos de una vez, gimió.

Minho puede jurar que nunca había visto algo más cautivador, Jisung tenía los ojos cerrados y el ceño a medio fruncir, mordía su labio con fuerza, la mano contraria a la que estaba haciendo el trabajo sostenía su pierna para que no se bajara y puede que Minho se permitiera a si mismo quitarse los boxers y masturbarse un poco ante la vista.

Finalmente, fue al baño y consiguió el lubricante, cuando volvió, Jisung se encontraba en la misma posición y Minho realmente no quería interrumpirlo. Se sentó en el piso, su cara quedaba justo a la altura del trasero de Jisung, separó sus nalgas aún más viendo como sus dedos entraban y salían, abrió la botella de lubricante e indicándole a Jisung que detuviera sus acciones dejando sus dedos adentro puso lubricante sobre su entrada, luego puso en su propio dedo y lo metió justo al lado de los de Jisung.

— O-oh... —Jisung gimió sorprendido, el placer nublando mucho su mente como para pensar en el dolor cuando Minho metió otro dedo.

Así que había dos dedos de Jisung y dos de Minho adentro de Jisung, era inminente que rozaran su próstata, pero no la tocaron por completo.

Después de unos minutos de los dedos moviéndose dentro de él, Jisung movía sus caderas con desesperación.

—¿Listo, amor? —preguntó y Jisung asintió repetidas veces.

—Si, por favor.

Así que Minho sacó los dedos, puso más lubricante en la entrada de Jisung y en su pene, luego se acostó justo detrás de él, alineó su erección con el ano de Jisung y ambos empujaron, Minho hacia adelante y Jisung hacia atrás, el gemido de ambos fue al mismo tiempo.

Minho sentía como los cabellos de Jisung le hacían cosquillas en la frente, puso un beso en su nuca y luego en su hombro, empezó a mover sus caderas con fuerza, disfrutando de los sonidos que hacía Jisung cada vez que tocaba su próstata.

Cambiaron de posición, Minho quedó sentado, recostado contra el brazo del sofá y Jisung encima de él, empezó a moverse de arriba a abajo, y Minho pensó que estaba hipnotizado, no había lugar al que pudieran ir sus ojos que no fuera Jisung, una capa de sudor los cubría de arriba abajo.

Supo que Jisung estaba cerca cuando los gemidos al igual que sus embestidas fueron más fuertes y rápidas.

Cuando Jisung llegó al orgasmo fue sobre todo el pecho de Minho, un poco incluso llegó a su barbilla y tan solo de ver a Jisung, y sentir la presión en su pene llegó corriéndose adentro de Jisung.

El menor se desplomó sobre su pecho, su respiración tan fuerte que parecían jadeos.

—Te amo —le dijo a Minho—. Te amo demasiado.

—También te amo —Minho respondió aunque sintió que las palabras no eran suficientes para explicar lo mucho que lo amaba.

Se quedaron allí mucho tiempo, Minho acarició la espalda de Jisung, la suave piel bajo sus dedos sintiéndose perfecta, la respiración de Jisung contra su cuello.

Se durmieron en el sofá esa noche, pero justo antes tomaron café caliente, Minho puso muchas cobijas y se sentía que estaban más cerca que nunca.