35. Confianza.

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-¿Cómo le dices eso, Eliza?- reclamó Andrew, parecía molesto.

-Porque fue lo que recomendó Adam y que tú has decidido ignorar. Es lo mejor para él Andrew, si él lo decide, no podemos hacer nada, yo solo le di la opción.-

-¿Cómo lo cuidaremos si no está con nosotros? ¿Cómo sabremos si no está recayendo o si está mal?-

-Andrew, sé que tienes miedo, yo también lo tengo. Pero si él no se arriesga, no sabrá de lo que es capaz. Ya nos hemos equivocado lo suficiente con él, quizás debe intentar tomar sus propias desiciones, ¿No lo crees?-

-¿Cómo puedes decírmelo tan tranquila? ¿Cómo me dices que es su decisión? ¿Acaso él puede tomar una buena decisión?- comentó frustrado Andrew.-

-Lo que necesita es probarse a sí mismo que está bien, que es capaz de poder hacer su vida por su cuenta. Sin que nadie intervenga.-

Andrew suspiró cansado. Sabía que había perdido la discusión.

Había escuchado su charla por casualidad hace tres días. Ninguno de los tres había dicho nada. Quizás Andrew tiene razón.

ººººº

-¿Pasa algo malo?-preguntó Cassie. Había ido a su repostería a pasar un rato. Sí, yo había salido de casa.

-No, ¿Por qué preguntas?-

-Has deshecho tu pastel sin probarlo.- respondió viendo el plato que estaba frente a mí. El paste hecho migas, pero entero.

-Lo siento, es que... tengo cosas en qué pensar y ando distraído.-

-Puedo ver eso.- dijo recogiendo el plato.- ¿Podría ayudarte en algo?- volvió a preguntar mientras hacía además de limpiar la mesa. 

-¿Cómo es vivir solo?- Cassie me miró extrañada durante un rato y puso las cosas que cargaba sobre la mesa y se sentó junto a mí.

-No es fácil, pero una vez que te acostumbras, es bueno. Te demuestras a ti mismo que puedes vivir por tu cuenta.-

-Pero, ¿Te gusta?-

-A veces me siento sola. Pero creo que no será tu problema. Yo no tengo familia, pero tú sí.-

-No digas eso, tú tienes familia. Estoy yo, Alli y pues también... Adam.- mencioné medio en duda. 

Ella se sonrojó cuando lo mencioné y supe que no había hecho mal.

-Gracias por eso. Pero igual, tal vez deberías hablarlo con Alli, ¿No lo crees?-

-Puede ser. Gracias por escucharme.-

-De nada. Por cierto... este... creo que tu amiguito ya está algo enfermo.- dijo ella señalando a Dereck en la barra. Si, lucía un poco mareado y no era para menos. Había comido tanto pastel como le cupo en su estómago.

Si. Había podido salir. pero con Dereck. Podrías decir que yo era su niñera, pero probablemente era al revés y era Dereck quien se suponía me vigilaba.

-Gracias Cassie y lamento el desorden.-

-Para nada. Dereck es un amor. Llévalo un día a casa y le daré tanto pastel hasta que reviente de cosas dulces.- dijo recogiendo la charola y yendo hacia la cocina.

Me paré de mi lugar para ir hacia Dereck.

-¿Estás bien?- pregunté al sentarme a su lado.

-Claro, pero creo que tanto pastel me ha mareado.-

-Te advertí que no te alocaras con el pastel, ¿Nos vamos?- asintió desganado. Sabía que le encantaría el lugar. 

-Me iré a despedir de Cassie.- no esperó a que yo dijera nada y corrió detrás de la barra. 

Porcelana {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora