28. Un día normal.

133 7 0
                                    

Los siguientes tres días los pasé emocionada intentando imaginar qué podría hacer con Justin en su cumpleaños. No sabría explicar las emociones que embargaban mi pecho cuando pensaba en que saldríamos juntos, como una pareja normal. Aunque no dejaba de sentirme un poco culpable por ese pensamiento. 

Justin era normal. No había nada de malo en él y en un corto tiempo, esperaba yo, él tendría carta blanca para poder iniciar una vida fuera de este lugar.

La noche anterior a su cumpleaños me acurruqué junto a él para poder hablar. 

-Justin, ¿Qué te gustaría hacer si salieras un día de este lugar?- pregunté viendo su hermoso rostro. Su expresión se volvió pensativo antes de contestarme.

-No sé, me gustaría hacer todo lo que me dijiste, todo lo que tú has añorado que hagamos juntos. Suena lindo.- concluyó mientras quitaba un mechón de cabello de mi cara.- ¿Por qué?-

-Solo curiosidad.- le di un corto beso, me levanté de la cama.- Ahora duerme, volveré en un ratito.-

Ya sabía cómo pasaríamos el día. 

ººººº

Desperté más temprano de lo usual. Me separé del abrazo de Justin solo para escucharlo bufar dormido. Durante la noche había despertado por una pesadilla, no dejaba de tenerlas aunque ya eran menos. Así que agradecía enormemente que durante las primeras horas de la mañana las pasara profundamente dormido. 

Corrí a la otra habitación para ponerme mi ropa de uso cotidiano. Estaba feliz porque pasaría el día con Justin, que busqué la ropa más bonita que tenía ahí. Este día tenía que ser de lo más cercano a perfecto.

Cuando estuve lista, salí rumbo a la oficina de Andrew. A pesar de que él había expresado su consentimiento, quería estar segura de que no cambiaría de opinión.

Me lo encontré en la puerta de su oficina.

-Buenos días.- me saludó mientras le daba un sorbo a la taza de café que traía.

-Buenos días, Dr. Mallette.-

-Veo que estás muy feliz. Solo permíteme un momento.- pidió mientras rebuscaba en su maletín las llaves de la puerta. Las sacó y abrió la puerta.- Las damas primero.- pidió mientras mantenía la puerta abierta.- Toma asiento.- pidió mientras colgaba su maletín al otro lado de la habitación, luego caminó hacia su escritorio para quedar sentado frente a mí.- ¿Qué necesitas?-

-Bueno, yo... quería saber, ¿Está seguro de dejarlo salir conmigo? Es decir, tal vez usted y su esposa quisieran tenerlo en casa, que celebrara con ustedes. No sé, tiene un primo que no conoce, tal vez fuese mejor para él...- me trabé muchas veces mientras intentaba decir mis pensamientos.

-Allison, mi esposa está recién operada del corazón, sigue bajo la influencia de medicamentos que no la permiten levantarse de la cama. Claro que ella y a mí nos encantaría pasar su cumpleaños con él, pero ella no está en condiciones, verla así podría alterarlo. Además, qué mejor compañía que la tuya.

-Pero, ¿Está seguro?-

-Muy seguro. Está en las mejores manos.- me regaló una sonrisa.- Solo me gustaría saludarlo y entregarle un regalo.

-Claro que si.- contesté con alegría.

Andrew abrió el cajón central de su escritorio para sacar una pequeña libreta. 

-Ten esta chequera, para que puedas pagar todo lo que necesites hoy.-

-No puedo aceptarla, esta será una salida que yo planeé y pagaré.- debatí.

Porcelana {Adaptada}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora