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¿Qué se hace un sábado por la noche? Algunos dirían que ir de fiesta, beber, bailar hasta el amanecer y tal vez probar algunas drogas para hacer el ambiente más divertido pero Yoongi y Jimin no piensan lo mismo.
Principalmente el pelinegro, sus ojos están fijos en la televisión y baja al libro donde está subrayado lo más importante del texto para el examen del lunes.
Son las diez en punto, sus ojos se desviaron al sofá grande donde el rubio está profundamente dormido y lo mejor de todo es que está abrazando el peluche de Kumamon contra su pecho.
Es cubierto por una sábana de color azul oscuro que Jimin fue a traer para él.
Se había quedado dormido viendo una película animada que de forma discreta veía junto a Jimin, pues este último solo tomó asiento en el sofá, guardó silencio y se dedicó a mirar hasta que escuchó un ronquido y se dio cuenta de que Min se había quedado dormido.

Recostó una parte de su rostro contra la mesa de madera observando fijamente al rubio, ¿alguien más habrá visto la belleza extraordinaria que posee? Por que puede ser frío e intimidante pero cuando se lo propone es jodidamente tierno.

《Todavía me pregunto como pudieron hacerle tanto daño a una mariposa tan frágil como tú》

Aquellos ojitos pequeñitos y oscuros se abrieron, lo primero que se encontró fue el rostro delicado de Jimin y ambos se quedaron viendo fijamente.
Por primera vez el pelinegro tuvo el privilegio de poder verle directamente a los ojos y se dio cuenta de que Yoongi es aún más hermoso.
Unos minutos de silencio se colocaron entre ellos hasta que la voz ronca de Yoongi rompió el silencio.

-E-ellos debieron decirte malos rumores sobre mi- No había podido dejar de pensar en ese suceso, aunque pasó una semana desde aquello y sus ojos curiosos seguían sobre Jimin.

El pelinegro se quedó en silencio, Yoongi ha estado muy tranquilo estos días y no deseaba arruinar su humor.

-No dijeron nada- Comentó con voz suave sin dejar de mirarle pero sabe que es mentiras, el rubio cortó el juego de miradas soltando un profundo suspiro.

-No me importa saber rumores o chismes. Solo voy a estudiar- Comentó viendo de nuevo su libro mientras hace un gran puchero.
Yoongi se incorporó en el sofá soltando un bostezo, miró la televisión notando que están pasando natación y supuso que Jimin lo observa.
Se levantó del sofá caminando hasta la cocina para agarrar una mandarina, tiene ganas de comer fruta y últimamente ha estado comiendo más.

Se sentó en el suelo, sobre la alfombra donde Jimin estudia y pelo la mandarina poco a poco viendo el libro donde el pelinegro está concentrado.
Dejó un trocito de mandarina al lado de Jimin y este le miró fijamente.

-¿Para mí?- Preguntó con una sonrisa tomando el trocito y lo metió a su boca viendo la natación en la TV.
Yoongi dejó otro y el siguiente lo comió viendo la televisión.

-¿Los conoces?- Preguntó curioso viendo a los nadadores que enfocan en la pantalla.

-Competí contra el ruso Dmitry. Es un monstruo- Agarró el trozo de mandarina soltando un profundo suspiro que llamó la atención del mayor y volvió a preguntar.

-¿Cómo ha sido tu vida en la natación?- Jimin se levantó de la mesa levantando la mano para que se espere, se trajo dos refrescos y unos snacks que colocó en la mesa. Le dio uno a Yoongi que agradeció.

-Difícil- Le comentó abriendo la lata de gaseosa para darle un sorbo.

-Comencé a los cuatro años, creo que por eso soy bueno al comenzar a una edad temprana donde pude aprender muchísimo. Mi abuelito era entrenador así que entrené con él hasta los 15 años y luego pasé a la selección coreana juvenil. No fui a las olimpiadas por que me daba miedo aunque tenía bastante potencial no tenía mucha seguridad sobre mis habilidades pero bueno, gané una medalla de plata y el entrenador dice que puedo ganar una de oro- Sonrió un poquito dándole una papita a Yoongi, estos días lo alimenta de forma sutil en pequeñas cantidades y el rubio no se da cuenta de ello.

Cherry Pop ~ JIMSU.♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora