Intimidad alienígena

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Había pasado un día de esa conversación. Estábamos en la habitación, la inseguridad me invadía a ratos pensando en que podía resultar herida, jamás había sentido un miedo similar, era una mezcla de ansiedad, curiosidad y terror. Estaba confiando en un monstruo que no me dejaba ver a través de él.

Me encontraba sentada en la cama mientras él estaba de pie a tres metros de mí.

Parecía confundido, tenía los ojos desorbitados y solo musitaba cosas que no podía oír del todo.

- Vamos a mezclarnos... No... -Negó con la cabeza y volvió a hablar en voz baja. -Vamos a... Sí... Eso es lo que haremos. -Y comenzó a asentir mientras hablaba consigo mismo. Ni siquiera parecía estar seguro de lo que haríamos.

- ¿Lo haremos de esa forma? -Lo interrumpí. -Digo... ¿Con esa forma de payaso? -Lo saqué de sus pensamientos y fijo su vista en mí. -Tal vez con una forma real no sería tan extraño...

Se acercó a mí y no sabría decir si con molestia o con extrañeza, su forma cambió mientras avanzaba y lo que era un payaso terrorífico ahora se trataba de mí. Había adoptado mi imagen. Me tomó de los brazos haciendo que me recostara y me besó.

- ¿Esta forma está bien? -Rio burlándose de mí petición, tenía mi misma voz, mis ojos, mi cabello negro que ahora lo tenía sobre mi rostro.

- C-Creo que prefiero tu forma de payaso -Le hablé disgustada. Se puso de pie alejándose de mí y volvió a cambiar a su forma habitual. Aún parecía pensativo, observaba a la nada y se formaba un silencio antes de la tragedia.

Me puse de pie frente a él y sin consultarle nada, agarré mi camiseta negra por debajo y comencé a quitármela hasta quedar en brasier, acto seguido tomé mis jeans e hice lo mismo, los bajé lentamente restándole importancia a la presencia de Pennywise. Una vez me deshice de todas esas prendas quedando solamente en ropa interior, lo miré. Me estaba observando con ese rostro pensativo, sus ojos permanecían brillantes, me acerqué a él y lo tomé por el torso de su traje.

- Si fueras humano te preguntaría si te gusta lo que ves. -Le dije en voz baja. -Pero como no lo eres, solo te pediré que terminemos esto rápido.

El pareció molestarse por mi comentario, parecía que cada vez que le recordaba lo mucho que me desagradaba su inhumanidad se ponía de mal humor.

Sonrió por alguna razón y me tomó de la perilla acercándose a mi hasta quedar a 10 centímetros de sus labios.

- Aun así, preferiste tener sexo conmigo y no con un humano.

Lo miré a los ojos frunciendo el ceño por su comentario, no tuve tiempo de reclamarle porque en seguida me besó para no soltarme más.

Me empujó hasta la cama en donde caí y el permaneció encima de mi sin despegarse del agarré, me fui acomodando para recostarme en una posición más cómoda mientras lo abrazaba, él no se despegaba de mi en ningún momento, mantuve los ojos cerrados hasta que lo sentí vibrar más de la cuenta.

Todo su cuerpo temblaba como si algo malo estuviera pasando con él, abrí los ojos e intenté separar mis labios de los suyos pero no me lo permitió, me tomó del cuello con firmeza para no dejarme escapar. Cada vez temblaba más fuerte, volví a cerrar mis ojos y confíe en él, acaricié su espalda y aún sentía la tela de su traje, pero pasados unos segundos la tela parecía húmeda. No le presté importancia hasta pocos que minutos después mi mano se hundió en su cuerpo, me asusté y abrí mis ojos de nuevo, Pennywise ya no estaba más.

Comencé a ahogarme mientras no daba crédito a lo que veía, lo que me rodeaba era un líquido negro que estaba pegado a mi cuerpo y era eso mismo con lo que me estaba ahogando. La habitación comenzó a desaparecer, no sabría decir si fue una experiencia visual, más bien, la sentí desaparecer.

Sentí un calor enorme recorriendo mi vientre y eso me hizo dar un gemido que se perdió entre aquel líquido negro, algo se sentía dentro de mi pecho también.

Pero nada de lo que había pasado antes se compararía mínimamente a lo que estaba por sentir.

Había sentido algo parecido, lo recordaba perfectamente, en el primer sueño con la tortuga tuve la misma sensación, algo tocó no solo todo mi cuerpo, era como si algo hubiera tocado mi alma directamente, me hizo sentir que estaba en otras dimensiones, me iluminó la vista al punto de cegarme para poder ver otras cosas que mis ojos humanos jamás podrían distinguir. Sentí que podía viajar por cualquier espacio solo con esa sensación de fluidez, era una experiencia tan onírica que me elevaba por completo, algo que se combinaba con mi mente, algo que podía decir que era mi alma, se estaba envolviendo con una luz cegadora, nunca sabré cuánto duró realmente ese encuentro porque el tiempo parecía distorsionado en ese momento.

Finalmente comencé a ver unas luces que danzaban suavemente dentro de mí, solo pude distinguirlas en una fracción de segundo y algo me trajo de vuelta a la realidad.

Una voz ronca dijo mi nombre. -Lei

Pero no presté atención, aún estaba sumida en esa sensación de extradimensionalidad.

Fue solo ese momento lo que necesité para comprender tantas cosas de Pennywise, él tenía razón, jamás hubiera podido imaginarlo, era algo demasiado sensorial como para comprenderlo.

Un fuerte ruido me insistió en volver a la realidad, ya no sentía el peso de Penny sobre mí, me senté y me di cuenta de lo que sucedía. El ente estaba en el suelo revolcándose, tenía unas pinzas y no alcancé a contar cuántas eran, parecía más bien una araña agonizante. Me puse de pie mareada por la sensación y me aterroricé, me acerqué a la esquina de la habitación observando la escena.

- ¿P-Pennywise? -Lo llamé. - ¿Q-Que sucede?

Pero no respondió, dio un salto y salió de la habitación recorriendo las paredes, de inmediato escuché unos platos romperse y todos los sonidos que me daban a entender que Penny estaba causando un caos en la cocina.

Bajé corriendo y lo vi en su forma de payaso.

Pennywise se estaba comiendo todo lo que había en el refrigerador y todo lo que podía parecer comida, incluso se había comido varios platos que estaban dentro de él.

Cuando me sintió llegar, posó sus ojos en mí y sentí un miedo que no había sentido con él, parecía fuera de sí como si fuera un animal salvaje que ahora sí suponía una gran amenaza para mí.

Se acercó a mí mostrándome un montón de dientes afilados y retrocedí.

- ¿P-Pennywise? -Dije con miedo al ver como se acercaba. El ente negó con la cabeza y se echó al suelo, jadeó varias veces al observarme hasta que pareció calmarse.

-Resistirme es tan difícil -Habló con un chorro de saliva colgando de su boca. -Quiero devorarte y resistirme es tan difícil. Pero lo hago... -Gruñó despacio y se puso de pie. -Lo hago.

-Te vi. -Le respondí ignorando su "amenaza". -Ya puedo comprenderte, te vi, te sentí, vi las luces, vi lo que eres. -Tragué saliva y suspiré. -Lo vi todo.

El se sorprendió ante mis palabras, quizás jamás se imaginaría que podría verlo sin traer consecuencias más graves.

- ¿Lo sentiste también? -Me acerqué a él con emoción. -Te sentí tan parte de mi que parecía algo irreal, estabas conmigo... o yo contigo, no sé como explicarlo. -Sonreí.

-Sí... -Me respondió agitado aún. -También lo sentí.

Me abalancé a su pecho y lo abracé. -Ya lo sé todo, al fin sé cómo ayudarte, nos iremos de Derry juntos. Saldremos de aquí, Pennywise.

Y así es como comenzarían los mejores días que pude tener con el ente, solo había bastado verlo esos segundos para idear un plan para sacarlo de Derry, era demasiado arriesgado, pero cumplía con el objetivo según lo sentía. Le pedí a Pennywise que se quedara conmigo hasta poder verlo por más tiempo, lo que tendría que hacer por los siguientes días sería "intimar" tantas veces con Pennywise como fuera posible hasta acostumbrarme a su forma real sin que suponga un riesgo para mí, lo observé con una gran sonrisa y él parecía sorprendido, me miraba con sus ojos azules leyendo lo que pretendía.  

Verdad o Reto (Pennywise y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora