Verdad o Reto (Pennywise y tu)

Estás en mí

- ¿Dónde iremos? -Me preguntó haciendo una mueca de preocupación.

- No lo sé... -Hice una pausa. -A dónde sea. Eso lo veremos una vez salgamos de acá.

- Aquí está mi forma real. -Dijo mirándome con preocupación. Me puse de pie, mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad, vi que me encontraba en un lugar que parecía una cueva.

- Estoy preparada -Le dije junto a una sonrisa, pero el parecía más preocupado que eso.

- Si no puedes verme no podrás salir de ese trance. Te perderás en las dimensiones de mi forma original.

- ¿No puedes sacarme de ahí?

- No. Nada puede salir si te pierdes ahí.

Tragué saliva, se veía bastante serio al decirlo.

Cuando conectamos por primera vez y pude ver a través de él, me di cuenta de que él estaba atrapado en Derry porque su forma original no podía aferrarse a cualquier cosa. Había permanecido tanto tiempo deambulando en un lugar cerrado y su poder no llegaba más allá del pueblo, su comprensión no le permitía tener más alcance. Pero había algo que podía contener ese tipo de energía, un lugar cerrado que tenía un tipo de comprensión similar pero más amplio;

Yo misma.

Después de todo, Pennywise solo era una proyección de su forma original que estaba en otra dimensión, incluso su forma "física" que vería sería una proyección.

Penny debía mostrarse ante mí y de alguna forma conectar de esa misma manera en que lo hacíamos, pero con su forma física.

Se alejó y se perdió entrando a un lugar más amplio.

Lo seguí y comencé a observar, estaba en medio de un lugar tan inmenso que jamás habría imaginado en dónde era, había una extraña formación de tierra al centro, parecía como si algo hubiera impactado allí adentro y recordé que él llegó en forma de meteorito.

De pronto, el lugar comenzó a iluminarse y vi bajar unas esferas de luz que danzaban, evité mirarlas porque me había acostumbrado a la oscuridad, si las miraba directamente podía cegarme por algún tiempo y no quería eso.

El lugar se tornó de una iluminación color azul, ya podía ver mejor todo lo que me rodeaba y vi que algo se movía por el centro, era inmenso ahora que lo veía desde afuera.

Vi como entre los agujeros iba mostrándose él, era Pennywise en una forma parecida a una araña gigante, era tan enorme como un edificio de 3 metros, tenía el ceño fruncido y me miraba con esos ojos amarillos.

Me aterroricé al verlo, no podía creerlo, era imposible que pudiéramos conectar en esa forma, al menos no como yo me lo había imaginado.

Alzó una de sus muchas patas que no logré contar y me agarró de la cintura.

Me subió a la altura de su rostro que era bastante grande a comparación del mío.

- No va a funcionar -Me dijo ofendido. -Tienes miedo de mí. Te desagrado.

- No -Le dije de inmediato. -No es así. -Acaricié aquel "tentáculo" con el cual me sostenía. -Te amo en todas tus formas, ya te lo había dicho. Es solo que eres muy grande -Solté una pequeña risa.

Dejó ver una media sonrisa como respuesta por un solo segundo.

- ¿Estás lista?

- No -Dije sin pensar. En realidad, si tenía algo de miedo, vi un destello en sus ojos como si se hubiera sentido mal por algún motivo, pero me di cuenta de que era él. No importaba su forma, seguía siendo él. -Si, estoy lista.

Pennywise comenzó a abrir su boca lentamente, dejando ver miles de dientes pequeños y un espacio que se agrandaba más y más, en el centro danzaban esas luces qué tanta calidez me daba en nuestros encuentros.

Está vez se sentía mucho más intenso, el solo hecho de verlas de esa forma me paralizaba, por un momento dudé y pensé que aún tenía miedo, pero no fue así.

Poco a poco comenzaba a perderme en esa dimensión desconocida, todo a mi alrededor se borraba y las luces me consumían.

Llegué a ese lugar en donde sentía la presencia de Pennywise, era algo que sabía que estaba ahí pero no podía verlo.

De un momento a otro sentí como las luces me hacían parte de ellas y me arrastraban acercándome más, las tomé con la mente, solo así podía interactuar en ese plano dimensional, me las tragué como si quisiera comer toda esa energía pero a la vez contenerla en mi interior, el desear tanto ese vínculo lo permitió.

Ahora las luces formaban parte de mí.

Desperté de ese trance y vi a Pennywise en su forma de payaso frente a mí, estaba mareada y tenía ganas de vomitar, la sensación de extradimensionalidad me hacía efecto en todo mi cerebro, intenté caminar y estuve a punto de caer. Penny me sujetó y me tomó en brazos.

- Todo me da vueltas -Le dije mientras llevaba un brazo al cuello del ente para sujetarme y mi otra mano a mi cabeza. -Siento demasiadas cosas.

- Yo también -Susurró. -Vamos.

Asentí y pude ver al fondo el maletín de mis investigaciones. - ¿Qué es eso?

Miró en la dirección de mi vista. -Es peligroso -Dijo. -Por eso lo tomé.

- Lo llevaremos -Le dije. -Ve y tómalo.

- ¡No!

- ¡Hazlo! ¡Es importante para mí!

- No sabes con lo que te estás metiendo -Dijo enojado.

- No, por eso mismo quiero saberlo... Lo llevaremos.

El ente dio un gruñido y fue a tomar el maletín.

Tenía bastantes preguntas que luego me preocuparía en responder, por ahora teníamos que huir. Pennywise me sacó del lugar, no era demasiado cuidadoso, de vez en cuando me daba golpes por lo estrecho de los túneles, pero logramos salir.

Ya estábamos en la superficie de la casa de Neibolt, algunas cosas se estaban cayendo, el lugar se iba a derrumbar en cualquier momento. Tras de nosotros comenzó a salir agua, Penny me había dicho que al desaparecer su poder de Derry, este se destruiría, supuse que eso estaba por suceder.

- ¿Puedes desaparecer o algo así? -Le dije una vez me bajó.

- Sí

- Bien... Hazlo. No sería buena idea que me vean caminando con un payaso mientras escapo

El solo me miró disgustado y le sonreí para darle a entender que solo bromeaba.

Desapareció y apenas salí de la casa, me encontré con el motivo de mi huida.

Bill estaba ahí, en la esquina observándome.

Detrás lo seguía Bev, que se acercó a él y me miró con la misma sorpresa que Bill mantenía en su rostro.

Me quedé congelada, retrocedí intentando perderme entre la maleza sin quitarle la vista de encima. No iba a darle cara a Bill, me dolía no darle explicaciones.

Comencé a correr, no me iba a detener ahora, quizás y solo quizás, algún día le contaría toda la verdad, pero este no sería el día.