El club de los perdedores

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Desperté y escuché la puerta, mi estúpida hermana y mi padre no estaban, él nunca estaba en casa, debía trabajar todo el día y todos los días para poder costear la casa desde que mamá nos dejó, ella se fue con un sujeto al que nunca conocimos y nunca lo haremos, hace años que no sabemos nada de ella, solo nos dejó sus deudas.

Abrí la puerta y me encontré a Bev con un rostro de preocupación, no sonreía como el día anterior.

-Hola Lei -Intentó sonreír, pero noté su angustia.

-Bev... ¿Qué le pasó a tu cabello? -le pregunté al notar que se lo había cortado

-Un nuevo cambio de look -Se encogió de hombros.

Le sonreí, quería apoyarla en todo lo que pudiera. - ¿Que haremos hoy? Acabo de despertar -Reí.

- ¡Siempre estás durmiendo! -Me golpeó el brazo de broma.

- ¡No es eso! -Sonreí. -Tuve un sueño extraño y... Me quedé dormida. Oh Dios -Dije mientras veía el reloj en la pared. -Ni siquiera me di cuenta de la hora -Tapé mis ojos y los frote.

-Hace poco fui a la farmacia y me encontré con unos chicos, van a ir a la cantera, ¿quieres ir?

-Claro -Asentí. –¿Quiénes son? ¿Desde cuando estás haciendo amigos, Bev? -Reí curiosa, ella no era una persona de muchos amigos y los rumores sobre ella no la favorecían para ser más socialmente aceptada. 

-Solo son unos niños -Sonrió. 


Bev entró a mi casa, comenzamos a probarnos algunos vestidos, tomé uno de mi hermana ya que yo no solía usar ese tipo de ropa, mi hermana siempre me molestaba diciéndome que parecía y vestía como chico, yo lo sabía muy bien, no era la única que lo pensaba, si los rumores de Bev decían que ella era una perra, de mi decían que era lesbiana y por eso vestía como chico. Nos arreglamos y dejé mi cabello suelto, mis ojos color miel hacían juego con el vestido de color café claro con flores rojas, también sacamos una de las revistas de mi hermana, aunque siempre decían pura mierda.

Tenía mucha curiosidad en conocer a los nuevos amigos de Bev, por cómo me hablaba de ellos parecían agradables y no tener relación con los anormales amigos de Henry.

Al llegar, Bev se lanzó primero a la laguna dejando a todos estupefactos, yo solo reí por la cara de bobos que tenían cada uno de ellos, me presenté y acto seguido me lancé también.

Todos reímos y conversábamos mientras nadábamos, conocí a los chicos, me acerqué a uno de ellos, Richie, un chico muy agradable, grosero y bromista, hablamos sobre la invitación de Bev, sobre Henry y sus perros y bromeamos sobre ellos, vi que un chico llamado Bill permanecía embobado viendo a Bev, esto me causó gracia y reí.


-Su nombre es Bill, ¿verdad? -Le pregunté a uno de los chicos que había estado observando por unos minutos, su nombre era Stan.

-Sí -Me respondió. -Se lleva bien con ella. -Dijo con una sonrisa al ver a los dos.

-Eso veo -Sonreí. -Ella es una chica muy atractiva -Le mencioné. -Muy femenina...

Me observó con cierta timidez. -T-Tu también -Tartamudeó. -Digo, también me pareces femenina -Dijo con torpeza. Eso me causó ternura, es cierto que tenía fama de vestir como chico y en la escuela me molestaban con eso desde siempre... Stan me hizo sentir bien, era un chico bastante tierno.

- No sé si eso sea verdad... -Le respondí cabizbaja

- Si lo es -Insistió. -Yo lo creo así

Le sonreí en medio de un leve sonrojo. -Gracias

Y me sonrió de vuelta.

Todos salimos del agua, los chicos pusieron música y todos arreglábamos el lugar para tomar algo de sol, Bev y yo nos recostamos sobre toallas para secar nuestra ropa, tomé la revista que había traído de mi hermana y la descarté lanzándola lejos, Richie la tomó y rio al verla.

- ¿Qué es esta mierda? ¿Cómo dar tu primer beso? -Rio con ganas y yo solté una carcajada. -¿De verdad te interesa esto?

-Cállate, Richie, no es mía -Le dije entre risas.

Vi como Stan me observaba y me puse algo nerviosa, Bev parecía distraída pensando en lo suyo, me habría gustado hablarle para distraerme de la mirada del chico.

- ¿Qué es esto Ben? ¡Estamos en verano! -Le habló al inspeccionar sus pertenencias. - ¿Es un proyecto de historia? -Preguntó al ver unos periódicos de Derry con la noticia de varias de las muertes que ocurrían en este lugar.

-Cuando me mudé aquí no tenía con quien estar, así que fui a la biblioteca -Le contestó Ben algo tímido.

Bev y yo nos acercamos a ver la información.

-¿Es sobre las desapariciones? -Pregunté curiosa y miré un poco la carpeta que estaba revisando Richie.

Ben asintió. -Derry no es como ningún lugar que haya estado antes, hicieron un estudio una vez, la gente muere o desaparece seis veces más de lo normal, y eso es con los adultos, con los niños es mucho peor, tengo más cosas por si quieren ver.

Todos quedamos intrigados y aterrados sobre el tema, la verdad es que gracias a esas desapariciones y muertes se había implantado el toque de queda, sucedía tan constantemente que la gente no parecía importarle cuando desaparecía alguien más. Nos dirigimos a la casa de Ben, por alguna razón sentí miedo antes de ver todo lo demás, en el camino Richie me contó que Bill había tenido una experiencia, su hermano desapareció y el tema le interesaba por todo lo que había ocurrido con su hermano pequeño.

Sentí tristeza y miedo, vi a Bill caminar y siempre permanecía serio, triste, apagado. No pude imaginar la escena en que su hermanito pudo haber desaparecido, tragué saliva y continuamos.

Llegamos a la casa de Ben, todas las paredes de su habitación tenían información sobre los acontecimientos de Derry y mapas sobre este.

-Todas las personas desaparecieron -Dijo Ben

- ¿Todo el pueblo? -Preguntó Eddie

-No los encontraron jamás, lo único que encontraron fueron unas ropas ensangrentadas que iban hacia un pozo.

-¿De verdad esto ha estado ocurriendo por tanto tiempo? -Pregunté con miedo.

-Sí, por más de 100 años -Me respondió Ben.

- ¿D-Donde se e-encontraba la c-casa del p-pozo? -Tartamudeó Bill.

-No lo sé, en algún lado del pueblo, supongo, ¿por qué?

-Por nada... -Dijo Bill con su voz triste.

Lo miré y me pareció angustiante ver su reacción. Nunca había notado que las desapariciones eran tan frecuentes, solo ahora podía verlo con más claridad.

Verdad o Reto (Pennywise y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora