🔞 El dios eterno y yo 🔞

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Me desperté de un salto, había sentido un rugido de Pennywise cerca de mí, un rayo iluminó la habitación y me di cuenta de que él no estaba a mi lado.

Me puse de pie y caminé hasta el baño, la puerta estaba entreabierta, me asomé y lo vi observando la ventana, se escuchaba el sonido de la lluvia golpeando el vidrio y las luces de la tormenta me permitían verlo completamente.

- Penny, ¿Qué haces? -Le llame la atención, se giró y se acercó a mí.

- Un animal -Me dijo algo molesto, me tomó del rostro y continuó. -Era peligroso

Tomé sus manos que tenía sobre mis mejillas y las bajé. -Volvamos a la cama. -Me alejé un poco y lo llevé de la mano guiándole el camino. -Siento frío si no estás conmigo. -Y sonreí, aunque el no pudo verlo.

Volvimos a recostarnos, me quedé abrazando su pecho pensando en todo lo que estaba sucediendo, tenía las luces dentro de mí y parecía que no había problema en ello.

- Espero que la tormenta acabe para mañana... -Susurré. -No me gustaría salir así y mucho menos si no tenemos a donde ir.

El ente, sin motivo alguno, dio un movimiento rápido y quedó sobre mí, tenía ambos brazos a mi lado, dejándome atrapada viéndome a los ojos.

- ¿Penny?

Una gota de saliva cayó en mis labios, sus ojos estaban brillando y tenía una sonrisa marcada. Pennywise siendo él.

Se acercó a mí cuello lentamente, escuché el sonido de su nariz, estaba oliéndome mientras deslizaba su cabeza explorando nuevas zonas de mi cuerpo para oler.

A la vez que seguía pegado a mí, tiró con sus garras mi brasier, partiéndolo de inmediato y quedando este abierto.

Bajó hasta mi vientre y me asusté, lo tomé del cabello en señal de que se detuviera, pero se negó.

Al contrario, sacó su lengua y me lamió con lentitud saboreando cada centímetro de mi piel, solté un pequeño gemido por la sensibilidad que sentía gracias al contacto.

Me recorrió con su larga lengua desde mi ombligo hasta mi mentón. Una vez estuvo ahí, me volvió a mirar a los ojos con su clásica sonrisa.

- ¿De verdad te gusta hacer este tipo de cosas? -Le pregunté y pareció ofenderse, su sonrisa se borró de inmediato.

- No. Soy un dios eterno, no me gustan las estúpidas cosas de los humanos. Solo lo hago porque a ti te gusta esa clase de tonterías.

Sonreí ante sus palabras. -Bueno, dios eterno... Una vez lo hiciste de esa forma humana, aunque no te salió muy bien... -Me burlé.

- ¡Cállate! -Dijo enojado. -Me obligaste. Solo porque no soy como ellos, si tan solo pudieras comprender lo que soy, tú...

- Eres bastante virgen para ser una criatura de millones de años -Volví a sonreír y está vez el gruñó, se intentó alejar de mi pero antes lo atraje para que no lo hiciera.

- Estoy bromeando -Le hablé intentando calmarlo. -Sé que puedes ser tan bueno como un humano en eso. Eso era lo que querías demostrar esa vez -Sonreí y lo atraje hasta mi rostro para posar mis labios sobre los suyos de manera breve. -No hagas ese tipo de cosas si no quieres hacerlas, puedo vivir sin ello y sería lo más sano para ambos.

Se apegó a mi cuello y comenzó a darme pequeños mordiscos.

- No. -Dijo mientras pasaba sus labios por mi cuello.

- ¿No? -Le dije algo agitada.

- Te ordeno que no vuelvas a decir eso -Gruñó.

- ¿P-Por qué? -Gemí por el contacto.

- Yo también puedo... -Y volvió a mis labios. -Quiero...

No aguanté más y lo besé. Me causaba tantas sensaciones cuando intentaba no sentir nada y yo sabía que si lo hacía, podía sentirlo dentro de mí, cada vez que anhelaba algo, una calidez intensa se hacía presente.

- Quítate eso -Le dije con voz agitada.

- ¿Qué? -Susurró sin despegarse de mis labios.

- Tu ropa, quiero ver qué hay debajo...

Se alejó de mí de inmediato al escuchar mis palabras y me miró en silencio con un rostro serio.

- No soy humano

- Ya lo sé... Sólo... Es curiosidad.

Tras un breve silencio se puso de pie, tomó aquel cuello de su traje y se lo arrancó de un solo tirón.

Sus manos eran unas garras con las que se arrancó el resto del traje rompiéndolo sin dificultad. El sonido de los relámpagos hacía eco en la habitación y me dejaban ver por segundos lo que era su cuerpo. Tenía la piel pálida y flácida, no pude ver debajo de su ombligo debido a la oscuridad, pero en uno de los estallidos lumínicos noté que no tenía algo humano en esa zona, era algo puntiagudo, parecido a un tentáculo. Creció lentamente mientras escurría un líquido parecido a su saliva pegajosa y se apegó a su vientre como si él lo estuviera manejando.

Volvió a acercarse y se posicionó encima de mí, miró la zona de mi vientre y fue bajando su mirada, con una garra tomó mi ropa interior y la rompió haciéndola a un lado.

Lo hizo con tanta fuerza que me dolió sentir como se desgarraba y luego la tiraba, lo miré algo molesta, cosa que pareció no importarle. Finalmente quedamos en la misma posición, se acercó a mí y nos pudimos ver frente a frente.

Sonrió y dio una pequeña risa. Me tomó con una mano de mi cintura y sentí como algo se movió ahí abajo. Me sonrió y yo lo miré con sorpresa. - ¿Qué es eso? -Le dije antes de un gemido, algo me rozó y en una embestida rápida entró sin más. Me retorcí y ahogué un grito.

- ¡Estúpido, se más...!

-Y volvió a hacerlo. Cada vez que lo hacía ponía su sonrisa pronunciada y soltaba un jadeo acompañado de una risa.

Me miró mientras sonreía, podía notar sus ojos brillantes mirándome y el brillo de su saliva colgando. -Sigues siendo tan humana... débil y sin poder sobre mí -Soltó como si intentara ofenderme.

Pero lejos de hacerlo, sonreí.

- M-Maldito mons...t-truo -Le respondí entre quejidos.

Escuché como suspiró sin quitar su sonrisa, llevé mis manos a su cuello e intenté hacer que se moviera, ambos comenzamos a batallar por tener el control de la situación hasta que quedé encima suyo, lo tenía agarrado del cabello tirándolo como si quisiera desquitarme por todas las cosas que me había hecho pasar.

Ahora era yo quien sonreía sobre él, mirando sus ojos y sintiendo esa cosa extraña que tenía.

Unas gotas comenzaron a caer de mis labios, algo que cayó directamente en la cara de Pennywise, tras pasar los segundos me di cuenta de lo que era.

Estaba expulsando un líquido negro, igual al que tragaba cuando hacíamos esas conexiones.

Me acerqué a él y lo besé, se sentía como tenía un exceso de saliva en mi boca, cerré mis ojos y continúe sintiéndolo.


Verdad o Reto (Pennywise y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora