La tortuga

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Volví a casa con una sensación extraña, recordé aquel sueño que había tenido y esa risa macabra que escuché al despertar, más todo lo he había visto en la casa de Ben, esas desapariciones me estaban poniendo nerviosa, nunca sabríamos quien sería la próxima víctima y quién o quiénes son los culpables, teoricé durante todo el camino sobre alguna secta, estaba tan atemorizada con la idea que no me di cuenta cuando ya habíamos llegado a casa. Me despedí de Bev y entré a mi casa, estaba Henry y sus amigos, al verlos los ignoré a pesar de que comenzaron a molestarme. Seguí caminando hasta la puerta de mi habitación y Henry me tomó el brazo antes de entrar.


- ¡HEY! -Me dijo con rabia. - ¡No vuelvas a ignorarme maldita perra! Así que muy amiga de la perra de Beverly, ¿eh? Seguro tienes el mismo aroma de ser una maldita fácil -Comenzó a oler mi cuello y me solté de su agarre para entrar a mi habitación y cerrar la puerta de inmediato.

- ¡SAL DE AHÍ AHORA! ¡Solo quiero jugar un poco contigo Lei! -Rio y sus amigos también, sentí como golpeaban con fuerza y corrí una cajonera hasta la puerta para que nadie pasara. Me lancé a mi cama y me aferré a una de las almohadas. Tenía miedo. Miedo de lo que el psicópata de Henry pudiera hacerme, él y sus amigos siempre estarían cerca de Vane, mi hermana, tendría que soportar la presencia de estos imbéciles durante todo el verano...


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Llegó la hora de dormir, el día se había hecho largo, me puse mi pijama y me recosté en mi cama. Pensé un poco más en el tema de las desapariciones y miré hacia mi puerta, por algún motivo me aterroricé, el solo hecho de mirar hacia la oscuridad de la puerta me aterró. Me di la vuelta e intenté dormir hasta que lo conseguí.

- "Lei" -Escuché a lo lejos.

Estaba en un lugar que parecía de otro mundo, igual que el sueño anterior, solo había agua y yo estaba sobre una isla de no más de 6 metros. Había un árbol en el centro y yo estaba bajo este. –"Lei" -Escuché nuevamente.

-A veces el miedo es tu mayor enemigo, ¿no crees? -Me dijo alguien a mi lado, cuando me giré a ver de quién se trataba, no había nadie.

- ¡¿Quién eres?! -Grité. Nadie me respondió, solo pude escuchar el eco de mis palabras.

A lo lejos divisé que algo se movía, el lugar se estaba moviendo, vi las estrellas iluminando todo el lugar, se reflejaban en el agua azul y parecía estar en un viaje por el universo.

-Será difícil comprenderlo, necesitarás valentía.

-Sé valiente.

-Incluso en la oscuridad más terrorífica podemos encontrar la luz, proviene de ti, tu puedes emanar tu propia luz.

-E iluminar aquella oscuridad que tanto temes...

Escuché todas esas voces, no tenía miedo, sentí confianza en mí misma, sin querer me acerqué al océano infinito que yacía a mis pies y me adentré lentamente.

Caí al océano, no me faltaba la respiración al hundirme, sin embargo, mientras más bajaba más oscuro se hacía, perdía la luz de aquellas estrellas, comenzaba a aparecer ese miedo, ese terror. Escuché nuevamente esa risa macabra, apreté mis puños y no permití que me venciera, recuperé la valentía y continué hundiéndome.

-Yo puedo iluminar este lugar. -Pensé y sonreí, sentí algo que me arrastraba hacia abajo, ya no era solo la gravedad, vi unas garras y el miedo apareció de nuevo.

-No necesitas una salida de aquel lugar oscuro, solo necesitas iluminarlo. -Dijo una voz más fuerte y penetrante.

Desperté.


Pasaron las horas, no podía estar más intrigada por aquel sueño y esas voces, esa risa macabra, esos escenarios y todo lo que estaba ocurriendo, por un momento me desconecté del mundo y volví al escuchar un "Lei" proveniente de Bev por la puerta.

Abrí, allí estaba ella con una expresión de pánico, la abracé porque supuse lo peor, su padre abusaba de ella constantemente, no hablaba nunca del tema, pero yo lo sabía muy bien.

-Necesitas ver esto, Lei... -Me dijo con miedo.

- ¿Qué cosa?

-Primero llamaré a los demás, todos, todos necesitan ver esto y decirme que no estoy loca.

Me asusté. Algo había pasado, algo que no era frecuente en ella ni en su vida, algo "nuevo".

Tras esperar unos minutos, llegaron los demás y entramos a la casa de Bev, recorrimos el pasillo y vimos la puerta al final de éste en donde se encontraba el baño.

-Es ahí

- ¿Qué hay? -Preguntó Bill.

-Ya lo verán

- ¿Nos estás llevando al baño, ahí casi todos los accidentes ocurren, siempre hay infecciones y... -Decía Eddie.

-No creo que sea una simple infección, Eddie... -Le dije interrumpiéndolo y Bev abrió la puerta, todos vimos el lugar completamente ensangrentado, naturalmente todos se aterrorizaron.

Comenzamos a limpiar el lugar, no podía quedar de esa manera sin importar si su padre podía verlo o no.

Luego de terminar, salimos y nos reencontramos con Richie, tomamos nuestras bicicletas y caminamos por el lugar.

-Me encanta ser su centinela personal -Se quejó Richie.

-Cállate Richie -Dijo Eddie.

-Sí, cállate Richie -Agregó Stan y yo reí.

-Oh, insúltenme, entiendo, no fui yo quien estaba imaginando el lavabo como la vagina de la mamá de Eddie en Halloween

- ¡Que grosero, Richie! -Dije con risa.

-Gracias por el cumplido -Respondió. -Pero es cierto, ¿cómo todos pudieron ver esa mierda?

-Cállate Richie -Habló Bill, y si hablaba Bill es porque era algo serio. -Yo también vi algo.

- ¿Sangre? -Dijo Stan

-N-No f-fue sangre... Vi a G-Georgie. -Respondió Bill con su expresión de angustia. -F-Fue t-tan real, y l-luego había...

-El payaso... -Dijo Eddie, agregando más suspenso a la conversación. -Sí, yo también lo vi...

-Esperen, ¿solo los vírgenes pueden ver esa cosa? ¿Por eso yo no puedo ver esa mierda? -Dijo Richie con su humor de siempre.

- Yo tampoco he visto nada... -Dije con preocupación.

- ¿Ya no eres virgen? ¿Eso quieres decir? -Me bromeó Richie.

- ¡Richie! -Le recriminó Stan que estaba cerca de él.

- ¡¿Que?!

Vi a Stan y me sonrojé levemente. -No se trata de eso, quizás hay un patrón, ¿están seguros de lo que vieron?

- Tan real como la sangre que vimos -Habló Eddie. -Vi un leproso y luego el payaso... y me habló

- G-Georgie t-también me habló -Dijo Bill. -S-Sea lo q-que sea, t-tiene que ver con l-las d-desapariciones

- ¿Qué es eso? -Dijo Bev sacándonos de la conversación mientras veía una bicicleta tirada en el medio de la calle.

Nos dimos cuenta que estaba el auto de Henry junto a una bicicleta, salimos en búsqueda del propietario de esta, Mike, era un estudiante de nuestra escuela, probablemente el imbécil de Henry estaba haciendo algo con él y así fue, llegamos y estaban abusando del chico, golpeándolo como lo hacía con todos.

Lo ayudamos lanzándole piedras a Henry y sus abusones para que lo soltaran y funcionó, así lograron apartarse del chico y dejarlo de una vez.

Nos presentamos y nos hicimos amigos rápidamente de él.

Verdad o Reto (Pennywise y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora