Te esperaré por 27 años...

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Estuve hasta horas de la madrugada fuera de casa esperando el momento ideal para entrar, mi padre no se preocupaba por saber en qué andaban sus hijas.

Me extrañó que el ente no me hubiera perseguido en algun otro lugar, finalmente entré y traté las heridas de Bowers.

Dormí tan solo cinco horas, una vez comenzó a amanecer me fui de casa y dormí un poco más en el parque. 

Me despertó el ruido de una bicicleta y alguien bajando de ella, una voz llamaba mi nombre, era la voz de Richie.

Desperté lentamente y bastante confundida, me miró con preocupación, algo había pasado.

-Richie... -Le dije con los ojos aun entrecerrados.

-Es Bev. -Dijo sin más e imaginé lo peor. -Eso se la llevó...

Me quedé congelada, claro que sí, él no se iba a quedar esperando a que fuéramos a matarlo, así como si nada.

Sentí los brazos de Richie rodearme e hice lo mismo, extrañaba mucho a mi amigo.


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Nos reunimos fuera de la casa abandonada, estábamos todos juntos una vez más, me traía buenos recuerdos aquella reunión.

Esta vez íbamos preparados, Mike traía armas, todos teníamos la disposición de luchar.

Stan se acercó a mi bastante preocupado al ver mi rostro con parches, no quise darle demasiadas explicaciones, aunque él me había atraído un poco, yo estaba teniendo otro tipo de pensamientos en mente. 

Entramos a la casa, Stan quería quedarse, pero finalmente lo convencieron. Bill miró mis heridas al ver que me agarraba el hombro con frecuencia.

- ¿E-Estás bien L-Lei? -Me preguntó Bill al verme.

-Si, no pasa nada... Solo me caí. -Mentí, sí que me dolía.

Asintió y todos nos adentramos a la casa.

Mientras bajábamos por el pozo apareció Henry y atacó a Mike, quedándose el arriba combatiendo con Bowers hasta que este cayó. Bajamos con una cuerda y una vez bajé me alejé de los demás mientras se reunían todos. Tenía que hacer algo antes, aunque sea tratar de hablar con él por última vez y solucionarlo, llegar a un acuerdo o lo que sea, no podía seguir mintiéndome, no quería que lo mataran. Quería seguir intentando averiguar qué mierda era esa cosa y como podía detener las muertes sin matarlo. 

Pensaba y estaba segura en que los chicos tenían la convicción suficiente para poder eliminar a la entidad, recordé que él quería un último abrazo para su "descanso", quizás si se lo daba se podría ir y así no tendrían que matarlo. Deambulaba por las alcantarillas, todo olía asqueroso, había manchas de oxido y caminaba sobre aguas grises, goteaban todos los olores más desagradables que se podrían encontrar en Derry.

Unos globos comenzaron a aparecer por el camino, esto seguramente era obra de Pennywise tratando de distraerme, los golpeaba para hacerlos a un lado y seguían apareciendo más, al parecer si era así, porque a pesar de que avanzaba no encontraba ninguna salida o nada que pudiera llevarme hasta él, si él no se atrevía a enfrentarme a mi sola era porque no le interesaba matarme aun, no perdería tiempo conmigo si habían otros niños que sí eran un mayor peligro para él, pensé.

- ¡Pennywise! -Grité y mi voz hizo eco en las alcantarillas.

Repetí su nombre varias veces sin respuesta alguna.

Verdad o Reto (Pennywise y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora