Verdad o Reto (Pennywise y tu)

No quiero perderte

Todo fue un desastre desde que decidí visitar a Mike. La charla se basó en una especie de batalla psicológica entre los dos, él estaba decidido en llamar a los demás si llegaba a encontrar algún indicio de que Pennywise estaba despierto, el más mínimo detalle que lo delatara sería decisivo, y por lo que me había dicho la entidad, no era que pudiera simplemente esconderse y no hacerles frente, si ellos lo buscaban era un hecho que lo encontrarían.

Por más que traté de tranquilizarlo y pedirle paciencia se negó, no le volví a insistir porque sería demasiado obvio que yo sabía algo, es más, creí que ya lo intuía muy dentro de él.

Yo era quien no quería que el muriera 15 años atrás y está vez no sería diferente.

¿La razón? Él nunca se las imaginaría y jamás lo sabría. Nadie debía saberlo.

Incluso para mí era un nuevo descubrimiento saber el real motivo por el que no quería que el ente muriera, todo lo que había pensado antes no era sino una excusa para no abrir los ojos.

Volví a casa destrozada, lancé mi bolso y me dirigí a la cocina, tomé una botella de vino y comencé a beber.

Tenía un nudo en la garganta, mi mente estaba tan nublada y confundida bajo la sola idea de que los chicos llegaran y lo mataran fácilmente, porque eso sucedería si volvían a Derry.

Justo después de tomar un largo sorbo, apareció Pennywise detrás de mí. Lo sentí al escuchar sus cascabeles tan cerca y me volteé, dejé de lado la botella y traté de respirar para recomponerme.

Me observaba con una media sonrisa dejándome ver sus dientes delanteros, el jamás podría comprender lo que estaba sintiendo en ese momento, era algo que un ser sin sentimientos no podía entender. Me abalancé sobre él y lo abracé sin pensarlo demasiado, rodeé su pecho con mis brazos y escuché aquella vibración.

- MMike... -Intenté decir tratando de no ahogarme con mis palabras. -Mike llamará a los demás si encuentra una prueba de que estás despierto. Si ellos vienen ahora será el fin.

Soltó una pequeña risa cosa que me hizo enfurecer. -Puedo con todos ellos, no es problema para mí.

- No... esto está mal, está mal -Susurré.

- Los atacaré de a uno, de esa forma nunca podrán tener...

- ¡No, no puedes! Ya es suficiente Pennywise -Lo tomé por su traje para que me prestara total atención. -Me tienes harta -Le dije con un nudo en la garganta. - ¿Sabes acaso que es esto? ¿Sabes que significa? -Lo empujé y vi como sangró levemente, esto lo hizo enojar un poco hasta que su enojo se vio opacado por la sorpresa de escucharme. -No quiero perderte... -Susurré intentando contener mis lágrimas. -Sí te intentan matar de nuevo no nos volveremos a ver en muchos años -Lo empujé nuevamente. -Volverás a hibernar... ¡Soy humana maldita sea! No quiero perderte de nuevo, tú puedes haber vivido desde el comienzo de los tiempos, pero yo no. Yo moriré y no habrá otra Lei... ¡No habrá otra Lei nunca más! ¡¿Entiendes lo que te digo?! -Derramé algunas lágrimas al finalizar, sabía que era algo casi imposible, pero debía hacerle entender al ente que realmente me importaba y no quería alejarme de él.

Se quedó pensativo, sus ojos tenían el color azul de su estado normal y me observaban con cierta tristeza, solté su traje y llevé una de mis manos a mis mejillas para retirar las lágrimas que había soltado.

- No... -Susurró. -No quiero eso -Me tomó del cuello con una de sus manos y con la otra tocó mi mejilla. -No quiero... perderte -Musitó.

Me sorprendí tanto por lo que había dicho que no lo asimilé de inmediato, abrí mis ojos al darme cuenta de lo que había dicho, entibió mi corazón al verlo de una manera más cercana, sin sarcasmo ni duda, sonó tan sincero que no sabía cómo sentirme.

- No lo arruines... -Susurré casi rogándole. Miré su rostro y sentí una calidez dentro de mí. Ambos nos estábamos mirando a los ojos, era un momento bastante íntimo, él se agachó para llegar a mi altura tal y como si hubiera leído lo que necesitaba, pegué mis labios a los suyos en un solo movimiento y me alejé. Volví a mirar sus ojos y lo besé de nuevo para no soltarlo más, trataba de contenerme y no podía, no había forma de negar lo que anhelaba, lo único que quería era estar de esa manera tan cercana con él, refugiarme en sus labios como si fuera humano, saber que él era quien me rodeaba con sus brazos que vibraban junto a su cuerpo como si por dentro estallara, suspiré entre sus labios justo en el momento en que pensé en que estaba tan mal, me sentía enferma por estar teniendo este tipo de contacto con una cosa como él, yo era tan pequeña y él era un dios caótico que tenía que rebajarse a hacer estas cosas tan humanas, me tomó de las piernas y en un salto me aferré a su cuello mientras el me elevaba para una mejor posición, no podía soltarlo, no quería dejar de besarlo sin importar cuánta saliva cósmica estuviera chorreando hasta el suelo.

Ese encuentro fue lo que finalmente me hizo aceptar su propuesta, tendríamos "esa clase de contacto" por distintos motivos.

Objetivo; ver su forma real. Su interés; el alimento que lo saciaba. Mi interés; lo amaba.

Y sin importar qué, seguiría adelante con todo, porque me estaba aferrando demasiado a su idea, porque dejarlo a la deriva no era una opción para mí.

Una vez logré alejarme solo un poco de sus labios y esa cantidad de fluidos que nos unían, le susurré.

- Está bien. Lo intentaremos. -Suspiré debido a la falta de aire. -Solo no me mates. No hagas nada peligroso, tengo que conocer tu forma real.

El asintió con la cabeza lentamente. Me bajó y agarré mi pecho con nerviosismo sin creer lo que haría, estaba tocando fondo y lo sabía.