Quiero estar contigo

3.3K 312 5
                                    


Llegué a casa, el ente aún no aparecía, tardé media hora esperándolo hasta que me cansé. Tomé una ducha tibia, me puse ropa cómoda para dormir y pensé en bajar a la cocina antes, abrí la puerta y retrocedí en un pequeño salto, ahí estaba él, parado mirándome fijamente quizás desde hace cuánto rato.

-Penny... ¿Por qué tardaste tanto?

-Me ocupaba de algo -Me respondió en seco.

Lo observé confundida. - ¿De qué?

-De un humano

Me molesté al pensar que había asesinado a una persona a pesar de todo lo que ya había pasado. - ¿Mataste a alguien? ¿Cómo...? -Le iba a reclamar y me calló.

-No lo maté, solo averigüé su miedo -Sonrió.

No le respondí, aún estaba con el corazón acelerado pensando en lo que había pasado, solo seguí retrocediendo hasta plantarle cara.

- ¿Por qué me hiciste eso? -Le pregunté de una vez.

El movió la cabeza en señal de no comprender, seguía sonriéndome como de costumbre. - ¿Que?

- Me... -Me incomodé y aparté mi vista de él. -Me besaste, ¿por qué?

- Tu lo hiciste primero -Soltó una pequeña risa, sabía que intentaba provocarme de nuevo.

- ¡Sabes lo que hiciste! ¡No lo compares!

- Parecía gustarte cuando lo hice

- ¡A ti también! -Y justo cuando me di cuenta de que estaba demasiado cerca, posé ambos brazos sobre su pecho intentando mantener distancia. - ¿Acaso sentiste algo? Tú no eres así, tú no puedes sentir -Le dije tratando de mantenerme cuerda.

- Tienes razón, no puedo sentir nada, pero el afecto se sintió tan intenso, tan profundo, tan... delicioso -Me dijo y unas gotas de saliva comenzaban a escurrir por sus labios.

Me entristeció escuchar eso, sabía que era así y dentro de mi anhelaba que el ente pudiera sentir algo más.

- ¿Estás seguro de que no sentiste nada? -Le dije cabizbaja.

Se quedó en silencio, lo miré para ver si todo estaba bien y su sonrisa se había desvanecido, parecía pensativo y sus ojos solo estaban de color azul, ni una pizca del amarillo brillante que tenía en su estado eufórico.

- No siento como los humanos y no entiendo a los humanos -Me miró. -No hago cosas de humanos y nunca voy a querer vivir con los humanos.

Tragué saliva intentando contener el nudo en mi garganta que comenzaba a formarse, comencé a sentirme culpable por haberlo besado, temía que eso pudiera destruir la confianza que había entre los dos.

- Pero hay algo que no entiendo -Siguió. -No entiendo nada de esto. Nunca me había alimentado tan bien -Añadió. -Nunca había probado ese sabor -Se agachó un poco hasta llegar a mi altura y me tomó del cuello, mi corazón volvió a acelerarse y me comencé a poner más nerviosa. -No lo entiendo.

- No quiero que mueras -Le confesé. -Yo... tampoco entiendo muchas cosas, pero estoy segura de eso, no quiero que mueras. -Dirigí mi vista a sus ojos que me prestaban total atención. -QQuiero que... elimines el control que tienes sobre Derry -Suspiré. -Quiero quedarme contigo y averiguar más sobre esto...

- ¿Eso es lo que quieres, Lei? -Me susurró con su voz ronca y me erizó la piel escucharlo tan cerca de mí, asentí con la cabeza y justo cuando tenía sus labios a 2 centímetros de los míos, bajé la vista y lo abracé. Sentí como se retorció un poco y luego se calmó correspondiendo mi abrazo, la vibración en su pecho se hacía presente y cerré mis ojos para sentirlo.

Me quedé en silencio con mil dudas en mi mente, por ahora solo quería estar de esa manera por muchas horas.

Pasaron unos segundos y habló. -Lo eliminaré de a poco. No puedo eliminarlo todo.

- ¿Por qué?

-No te lo diré -Dijo y sentí como había negado con la cabeza.

- ¡Dímelo! O al menos dime por qué necesitas hibernar, toda esa información puede ayudarnos -Suspiré. -Necesito saberlo.

-Por mi alimentación -Dijo. -Me alimento y luego tomo mi largo descanso.

- ¿Algo afectó a tu alimentación en tu ciclo pasado?

-Esa estúpida tortuga inútil debió decírtelo -Dijo con molestia y se alejó un poco deshaciendo el contacto. -Un humano no puede entender estas cosas -Sus ojos se habían puesto de color amarillo. -No te diré nada que pueda ponerme en peligro.

Me molesté. Me enojaba que aun siguiera pensando en que podía hacerle daño cuando claramente quería estar junto a él y ayudarlo a vivir, me ponía nerviosa estar junto a él de esa forma tan cercana, pero el tenía razón, para estar con él debía dejar de pensar como humana, tenía que dejar el sentimentalismo y hacer todo de una forma más racional y analítica.

Lo tomé de su traje obligándolo a que se acercara a mí. -La tortuga no me dijo nada, es la última vez que te lo diré. Tienes razón en que es una inútil, porque escogió a Bill para matarte -Tragué saliva. -Yo siempre fui una opción, por todos estos años había sentido que era mi obligación detenerte... que era mi deber. Y nunca fue así, creo que la misma tortuga me envió a ti para que me mataras, porque así eran las probabilidades, nunca habríamos llegado a esto si no hubiera sido por mí. Si no me atrevía a acercarme a ti, estaría muerta.

Y el sonrió, mantenía su sonrisa como si estuviera desafiándome.

-Está bien, te creo. Es bueno que puedas notarlo también. -Me dijo manteniendo su sonrisa. -Ni siquiera fue capaz de ayudarte, eso es patético considerando que eres una simple humana -Soltó una pequeña risa. -Yo, siendo un dios eterno, pude hacerlo mucho mejor, mientras que él...

Comenzó a hablar y no le presté atención, su charla de superioridad nunca hacía efecto en mi ya que vi como Bill estuvo a punto de matarlo con facilidad. -Está bien, Penny, tienes razón, la tortuga tiene toda la culpa. Pero, ¿sabes qué pasará si vuelves a hibernar? Yo creceré y no podré ayudarte, Bill y los demás no son tan idiotas como para dejarte suelto si continúas haciendo estupideces. Te matarán al mínimo movimiento. Necesitamos hacer dos cosas. -Dije y noté como me prestaba total atención en silencio. -Quitarás tu control sobre Derry y dejarás de hibernar. Es la única forma de ganar tiempo.

Lo seguí acercando tomándolo del traje indicándole que se acercara más a mí, se agachó lo suficiente y no necesité decirle nada más, porque enseguida leyó lo que quería hacer. Me tomó del cuello, olió mi rostro y cerré mis ojos esperando que pasara.

Volvió a besarme como si estuviera probando a qué sabía, en el encuentro pasado no pude notarlo debido a mi nerviosismo y la negación por lo que sucedía, pero ahora podía disfrutarlo mejor, podía sentir como sus manos y todo su cuerpo vibraba con fuerza, parecía que eso le provocaba ciertos espasmos en su interior, su saliva chorreaba dentro de mi boca y decidí abrazarlo para sentir mejor la reacción de su físico, era difícil ya que era demasiado alto para mí, aun así logré sentir un sonido que era completamente humano.

Latidos.

Pasaron varios minutos en que estuvimos disfrutándonos hasta que lo alejé empujándolo.

Me observó con los ojos amarillos brillantes, parecía sorprendido por una razón mientras sus fluidos goteaban de sus labios.

-También quiero saber por qué me gusta este sabor -Confesó.

-Lo averiguaremos todo -Le respondí con calma acercándome nuevamente a él. -Me quedaré contigo y lo averiguaremos juntos. No volverás a hibernar y tendremos tiempo para saberlo. -Lo abracé. -Me despediré de Daniel y estaremos juntos en esto.

Él solo me correspondió y estuvimos así por varios minutos, podía entenderlo porque me sentí igual que él por mucho tiempo, sin saber que era lo que estaba sucediendo y por qué razón sentía ese "afecto" por él.

Pero para mi era mucho mas claro desde mi perspectiva humana, esta era la despedida de mi vida tal y como la conocía, ya no podría tener una vida normal hasta descifrar todo lo que sucedía con él.

Verdad o Reto (Pennywise y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora