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— Adelante — Le digo.

Ella me mira enojada y me empuja al pasar, se para en la sala y me mira con los brazos cruzados pero con unas, su mirada se endurece en cuanto me acerco.

— Habla — Me dice

Yo me quedo pasmado.

—¡No juegues más conmigo Jones! Habla. Dime exactamente que está pasando. ¿Por qué fuiste a verla ahora?¿Cual es tú pequeño juego aquí?

— Yo solo...

No sabía que decir. Me sentí acorralado y asustado. Ella dio la vuelta y vio la máquina de escribir en la mesa, se detuvo cerca de ella y espero a que continuará.

— Perdón. — Dije.

— Aún no sé por qué te disculpas —Me recuerda — ¿Cual es tu secreto?

— Drogas — Murmuro.

Ella me mira insegura y confusa.

— No soy adicto — Le explicó y ella abre los ojos con sorpresa y da un paso adelante — No, tampoco vendo.

— Explícame lo todo ya.

Me siento en la mesa y le indico que haga lo mismo.

— Están, los ghoulies están vendiendo drogas por todo Riverdale, trato de detenerlos, al menos por un tiempo.

— ¿Como los vas a detener? No le has dicho nada a los policías, no tienes pruebas, la única manera es...

Puedo ver como el rompecabezas encaja en su cabeza, agachó la cabeza apenado.

— Me estás usando¡Yo no te intereso, solo me estás usando!

— Si me importas Betty, más de lo que acepto.

—Ya no finjas más. No es necesario. ¿Que harás? ¿Me abrazaras y dirás qué todo va a ir bien?¿Me dirás lo mucho que te gustó y que en verdad me quieres?

— Betty, yo no quería herirte.

— Lo hiciste, una y otra vez y sigues haciendolo.

— En verdad lo siento Betty, si me importas.

— Entonces ¿Por qué me mientes?¿Porque me ilusionas?

— Nunca quise hacerlo

Abre los ojos con indignación y se levanta de la mesa.

— ¿Por que me haces esto? — Grita — ¡Juegas conmigo, me engañas me usas, no te entiendo! ¿Que haces?

—¡Nada de esto está relacionado contigo Betty! Lo hago por nosotros, lo hago para protegerte — Respondo— Sabes que nunca haría nada que te dañara

— ¿Lo sé? ¿Eso crees? No sé nada de ti, así me siento, creo que eres alguien y te veo me sonríes me haces tan feliz y todo parece perfecto, pero luego las cosas pasan y tú solo te vas, tu actúas diferente, escondes cosas y mientes. Y me hieres, una y otra vez. Pero tú solo vienes y me sonríes y haces que todo vuelva a parecer en orden, y ahora toda la confianza y todo lo que te di de mi, no puedo ni pensar en eso porque me siento tan estúpida. — Dice y le saltan las lágrimas

— Se que soy un idiota. Lo se. Me queda claro cada vez que te veo y veo el dolor en tus ojos.

— No trates de arreglarlo. No ahora. Y no vayas mañana a la casa.

— Pero...

— Nos vemos en la boda.

— Betty no te vayas. Déjame explicarlo. — Digo tomándola del brazo.

— Necesito tiempo para pensar. Y tu igual.

Luego se suelta de mi agarre y se va en medio de la lluvia

Obligados Al Amor(Actualizando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora