[RESUBIENDO] Agente Encubierto: MJ Garzón.

Capítulo 15.1 (Segunda Temporada).

Estoy cansado de odiarme a mi mismo por ser sensible
Estoy cansado de llorar despierto
Tengo que dejarlo y comenzar a sanarme
Pero cuando te mueves de esa manera solo quiero quedarme,
¿en qué me he convertido?

-Sam Smith. (How Do You Sleep?)

Los días pasaron rápido y pronto estábamos cumpliendo tres semanas en Venecia, cada uno de ellos se resumió en pasar tiempo en mi departamento o el departamento de Harold revisando el resto de videos de seguridad del aeropuerto acompañados de café y sándwiches. Habíamos pedido ya los vídeos de una semana antes cuando nos dimos cuenta de la persona que aparecía con una maleta idéntica a la de Logan, así que mis semanas se resumieron en eso: verificar si era esa persona de la cuál sospechaba. Mientras que mis noches las pasaba mirando el techo o por la ventana logrando entender algo que rondaba mi cabeza desde mi llegada a esta ciudad.

En tres semanas logramos que Logan saliera de la comisaria. No fue fácil, sin embargo, con la ayuda de Marcus, el esposo de Carol, y sus contactos logramos que las cosas se lograran.

En los videos del aeropuerto pudimos ver el momento exacto en que la persona hizo un cambio de maletas haciendo que nuestro jefe saliera perjudicado; esa misma persona era a una de las cuales yo tenía que seguir a partir de ahora. Porque sí, lo habíamos descifrado en una tarde en la cocina de mi compañero.

-¿Crees que exista una cura para el cáncer?- le pregunté a mi compañero mientras él se encargaba de hacer mi sándwich, yo miraba con atención la pantalla de la portátil donde corría un video de seguridad.

-Se supone que todo tiene una cura, ¿no?

-¡La tengo! Harold, ¡la tengo!- grité levantándome del banco.

-¿la cura para el cáncer?

-No- dije mirándolo confundida. -A la persona.

-Necesito ver...

Junto a las pruebas estudiadas; donde vimos quien fue la persona que implantó lo que hizo lo que nuestro jefe saliera perjudicado, fue una de las personas a las que yo tenía que seguir ahora.

No fue fácil reconocerla a pesar de tener más de dos semanas estudiando videos del aeropuerto, sin embargo, lo logré esa misma noche en mi habitación, en medio de la oscuridad, pues la había visto anteriormente, por casi un año. Era difícil darme cuenta que todo en realidad había cambiado.

-¡Maldita sea!- susurre mirando por vigésima vez el video de seguridad.

Sentí como mis ojos picaban y la sangre hervía; había vuelto al departamento esa misma noche luego de notificar al equipo las pruebas. Me levanté de la cama y caminé hasta mi maleta, saqué toda la ropa y encontré lo que buscaba, el sobre.

-Sería una estúpida si pongo mi ubicación...- comencé a leer aquella carta que ya estaba vieja y destiñéndose. -Hola...- leí mi nombre que estaba escrito a mano, puño y letra de la que por alguna vez sentí amor. -En realidad no se porque me encuentro escribiendo esto, sólo sé que tengo la necesidad de hacerlo.- mi mente sólo podía pensar en una cosa mientras continuaba con la lectura, tenía sed de venganza, porque había sufrido y llorado tanto el último año que sentía que me debía un poco de satisfacción y venganza...

"Cada noche vuelvo a recordar como llegaste a mi vida y lo estúpida que fui por no darme cuenta lo que realmente eres, pero agradezco que la señora Simpson te haya dado este caso... eres el alma gemela que no estaba destinada a quedarse en mi vida físicamente, pero siempre te llevaré en mi corazón."

Y no sabía quién era más estúpida, si yo al no recordar la carta que había recibido el día después de llegar nuevamente a Virginia; o yo por creer que la había asesinado sabiendo que era muy inteligente. Entonces ahora lo que tenía que hacer nuevamente era ir tras los pasos de Daniela.

Y aunque yo no tenía con certeza si ella sabía que yo estaba en la ciudad, tenía una sospecha que sí lo sabía. Por algo había hecho lo que hizo con mi jefe. Pero lo que no entraba en mi cabeza era como había logrado cambiar tan repentinamente todo su físico.

No sabía cómo no me había dado cuenta que en las fotografías que me mostro la señora Simpson ella aparecía, no como autora intelectual, pero siempre aparecía, como si de un extra se tratara; no sabía cómo nadie se había dado cuenta que era ella, o tal vez era porque yo la había conocido al 100%.

Entonces la sed de venganza afloro en mí. Como podía ser justo que le haya llorado más de un año a una persona a la cual estaba viva, como era justo que mi corazón se había ensañado en esa persona. No sabía con quien hablar, no sabía que decir, no sabía qué hacer. Por la simple y sencilla razón que, si mi equipo sabía que la misma persona de la cual me había encargado hace más de un año, era la misma persona de la que me iba a encargar en este tiempo sería un caos. Porque no podía estar cerca de ella luego de que conociera i verdadera identidad, pero esta vez todo sería más fácil.

En mi segunda misión en México me di cuenta de lo que los delincuentes querían: querían una persona confiada, una persona sensible, a una persona que podía ser manipulada; con eso en mente sabía que podía volver hasta encontrar a Daniela calle, porque sí, aunque mi papel de agente encubierto estaba en peligro mi corazón estaba dañado.

Entonces lo que tenía que hacer era, primero buscar a Daniela, hacerle creer que es una coincidencia que yo esté ahí y lograr que me crea que en realidad estoy cayendo a sus pies otra vez, probablemente, pero creo que exactamente seria hacerle creer que en realidad seguía enamorada de ella.

"No espero que me encuentres, pero estaré siempre en el fondo de tu corazón y pensamientos, recuérdame cuando estés triste y necesites sonreír, que yo hago y haré lo mismo"

-No esperas que te encuentre, pero lo haré. Te lo juro.- prometí frente a la ventana de mi habitación una noche bajo la luna.

Estaba lista para lo que viniera, así mi vida dependiera de un hilo a partir de ahora.