Capítulo 23 (Segunda Temporada).

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Narrador Omnisciente.

–Suelta el arma.- dijo alguien desde la puerta, la misma persona que había gritado ahora le apuntaba a María Jose.

Ella rió amargamente mientras hacía lo que le habían pedido. Necesitaba una salida de escape.

–¿A poco creía que iba a manchar mis manos por ella?- dijo la más pequeña mirando a ambas mujeres, Wendy ahora estaba al lado de su Daniela. –Bien, ¿cuándo me voy?- y así fue que lo logró, ambas mujeres le miraron.

–Esta misma puta noche.- dijo seria Wendy. –Te vas sin changos que cuiden tu espalda y con el puto miedo de que cualquiera te pueda asesinar ahí afuera.- se acercaba, se acercaba hasta MJ para plantarle cara. Pero ésta no se intimidó. –Pero escúchame.- sujetó su barbilla con fuerza. –Si alguien te asesina antes de que Emerald aparezca, seré yo misma la que te reviva y luego vuelva a matar. ¿ENTENDISTE?- gritó soltando su barbilla, como si le tuviese asco.

–Pide que le den un auto, escoge sus armas y dale la dirección que necesita. Se va esta misma noche.- volvió a hablar Wendy, esta vez dirigiéndose a Daniela.

El silencio reinó en la habitación mientras una sonrisa se plasmaba en sus labios mientras miraba los hoyos que había causado en la pared, enseguida de dónde estaba Daniela. Lo había logrado, pero había puesto todo en su contra.
 

*   *   *

Salió de aquél lugar vistiendo unos jeans negros y una camisa de tirantes del mismo color; sus brazos expuestos se erizaban al sentir el viento que atravesaba las ventanas de aquél Jeep. No sabía lo que estaba haciendo, sabía que estaba mal. Pero necesitaba hacerlo, ser la mira de cualquier sicario que trabajaba con Wendy, era peligroso.

Pero eso no era lo que rondaba en su cabeza, sino el hecho de sentir tanta adrenalina al apretar el gatillo de su arma.
Si un psicólogo mirara en lo que se había convertido MJ, pensaría que se estaba volviendo loca; la habían vuelto loca aquellos ojos que alguna vez pensó que la miraban con amor.

Más rápido. Eso era lo que pensaba cada vez que apretaba el acelerador, tenía una teoría; tal vez no iban a hacerle daño como dijeron, la necesitaban. Pero estaba la teoría de que tal vez si lo hicieran, así que no quiso tentar a su suerte.

Una hora y media después llegó a la costa, con ayuda del gps instalado en el móvil que le habían entregado antes de salir. Miró a la parte de atrás encontrando la maleta negra que le habían dado, luego leyó el nombre que estaba escrito en un trozo de hoja.
Era la letra de Daniela, un esbozo de sonrisa escapó de sus labios.

–Busco al señor Renner.- dijo a la recepcionista.

–Un segundo, acaba de llegar.- dijo aquella recepcionista morocha.

A una hora y media de camino, se encontraba Daniela mirando la luz de la luna. ¿Quién iba a pensar que todo cambiaría en cuestión de segundos?

–¿En verdad piensas que es buena en lo que hace?- preguntó Daniela sin mirar a la mujer que estaba sobre su cama.

–Se ve que hace bien su trabajo.- respondió Wendy con una pequeña sonrisa. –Ven a la cama, amor.

Al momento que el cuerpo de Daniela se acercaba a la cama, la mano de María José se estrechaba con aquél hombre alto. El señor Renner.

–Pasemos a mi oficina.- dijo con una pequeña sonrisa en sus labios. 
Cargando con su maleta negra, caminó hasta aquella oficina, en una esquina del lobby.
Le parecía un poco estúpido eso; gemidos, eso fue lo que se escuchó dos horas después, en la habitación de aquellas dos amantes.

[RESUBIENDO] Agente Encubierto: MJ Garzón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora