dos extraños | c.r.o y cazzu

[2]

Julieta, cuatro años antes.

— ¡Tobías! — le grité a mi primo quien desde hace más de treinta minutos se había encerrado en el baño — ¿te podes apurar? no tengo ganas de llegar tarde a mi primer batalla de rap.

— con el ambiente de mierda que se maneja ahí, de seguro que apenas lleguemos, te vas a querer ir.

— cerra el orto, deja de criticar a los raperos cuando vos escuchas a esos trappers yankees — hablé detrás de la puerta y apague el cigarro que estaba fumando cuando vi entrar a mi tía a la casa — además no me voy a querer ir, se nota que no me conoces.

— música de calidad escucho, no como vos, negra villera. — golpee la puerta —  que hincha huevos. — se quejó y por fin salió del baño — agradece que te acompaño, sabes que sin mi no vas.

— me cansé de ir solo a mirarlos rapear, quiero demostrarles que yo también puedo.

— a la primera que alguien te dice algo, le bajo los dientes.

Asentí con mi cabeza. Tobías, mi primo. Super protector desde que nacimos. Más que primos, somos como hermanos gemelos, hasta el mismo día nacimos, pero con dos años de diferencia. Él intentaba hacer trap del estilo estadounidense, pero por ahora no le estaba yendo bien. Tenia menos de mil vistas pero aunque yo no se lo suela decir, tiene un talento increíble.

— ¿nos podemos volver? — rompió el silencio cuando llegamos a la plaza y negué con mi cabeza — mira todos los negros que hay ¿segura que rapean? para mi que en cualquier momento salen a robar.

— deja de criticar a todo el mundo Tobias ¿quién te pensas que sos, el hijo de Susana Gimenez? ni plata tenes ridículo — lo golpeé en el hombro y volvió a quejarse, se la pasaba hablando mal de los raperos, al menos de los de acá y yo no soportaba eso — me voy a anotar.

Le avisé y me acerqué a Franky, había estado hablando con él por mensaje. Intente convencerlo durante un mes que me deje participar en las batallas que el organizaba, pero siempre se negaba, según el porque soy mujer; Pero, logré convencerlo para poder demostrarle todo lo contrario.

— ¿qué onda wacha? — me preguntó Franky cuando me acerqué a él y le choque los cinco — ¿lista para perder?

— para ganar — corregí — ¿a qué hora empieza?

— en un rato, faltan llegar algunos pibes ¿cómo te vas a anotar?

— poneme como Juli K.

No se me ocurría otro a.k.a, mi compañero asintió y me anoto en su lista, de seguro me llamaría a la mitad de la batalla. Yo me acerqué a Tobias y me senté a su lado cuando vi el miedo que llevaba encima. No estaba acostumbrado a venir a esta parte del barrio, el prefería quedarse en su casa haciendo música, pero para mi, la música estaba en todos lados y la que yo llevaba en la sangre, se hacía en la calle.

— ¡vamos arrancando con el primer versus!

Escuché la voz de Franky a lo lejos y agarré a mi primo del brazo para acercarme y poder ver mejor a los participantes. A algunos ya los tenía de vista. Había venido varias veces a escucharlos rapear, siempre queriendo participar y por fin hoy puedo.

La batalla de rap empezó. Los dos competidores Chulu y Troca, empezaron a tirar sus rimas, dejando como ganador a Troca, quien después compitió con un pibe que al parecer era su hermano, pero volvió a ganar él. Todos se conocían con todos, pero a mí solo me conocía Franky.

— escuchen... — mi amigo se dirigió hacia el medio de la plaza, llamando la atención de los participantes y el público — ahora va a subir una nueva rapera, es mi amiga y al primero que diga algo, se va de la plaza ¿ok? 

Sonreí, todos se quedaron callados, la terminación rapera con a, no le gustaba a nadie, no había ninguna mujer, yo era la única y encima me atrevía a participar, pero nunca deje que el ser mujer me impida hacer cosas que me gusten, no es mi culpa que estas sean catalogadas como "de hombres", a mi no me cabía ninguna, yo solo quería que me escuchen rapear, no que piensen en mi sexo, eso no me define, me define mi talento y espero que el hecho de ser mujer, no les haga creer que no tengo.

— ¡con ustedes, Juli K!

Gritó mi amigo y entré a la ronda, poniéndome frente a Troca, creí que me miraría mal pero al contrario del público, este me sonrió y estrechó mi mano. Franky hizo la cuenta regresiva y empezamos ambos a rapear. Estuvimos como ocho minutos intercambiando rimas, hasta que pararon el tiempo y me avisaron que había ganado. La mayoría gritaba festejando y la otra criticando, pero no podía esperar nada de gente criada en familias con un pensamiento antiguo.

Troca me saludó y salió de la ronda, yo me alejé para tomar agua y empezaron a rapear otras dos personas más, de las cuales el ganador, competiría conmigo por los $500 de premio. Aunque, la plata no era algo por lo que venia, yo venía a rapear, a demostrarles que puedo, no a ganar plata. Vengo a hacer lo que me gusta, lo que sé, lo que aprendí y lo que me hace levantarme día a día de la cama. Música.

— ¡y el ganador, es Crackero! — volví a escuchar la voz de mi amigo y me acerqué, supe que era mi turno de competir — en dos minutos, la final.

Me quedé en mi lugar observando al tal Crackero, quien tenía el pelo negro, un par de tatuajes y dos piercings en el labio que me llamaban la atención. No lo había visto nunca, pero al parecer todos lo conocían. Algunos lo abrazaron y otros le chocaban los cinco como saludo. Yo hacía dos meses que venía a ver las batallas de rap y nunca lo había cruzado. Capaz, competía antes y después dejó. O capaz, era amigo de todos y era su primer batalla como la mía.

— ¡llegó el momento de la final! — gritó Franky y volvió a formarse la ronda — ¡es el turno de Crackero versus Juli K!

— ¿en serio? — el tal Crackero soltó una carcajada cuando me pare frente a él, sin dejar de observarme de arriba a abajo, resultó ser el típico personaje machista que supuse que iba a encontrarme — ¿con una chica me pones a competir? que fácil me la dejaste esta vez Franky.

— que machito resultaste ser Crackero.

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Bueno, la historia va a ser así, va a pasar en presente y pasado, para que sepan la historia de Julieta y Tomas.
Ya se va a venir lo bueno.
Almavieja.