dos extraños | c.r.o y cazzu

[18]

Tomás, presente.

La música explotaba, drogas por todos lados, gente besándose hasta en las escaleras y yo solo con mi vaso de Whiskey y un porro en la mano, apartado de la gente. Hace un mes atrás probablemente me encontraría bailando o con alguna mina sentada sobre mis piernas, pero hoy estaba en paz. No tenía que llenar ningún vacío. Ese, solo lo llenaba Julieta y ella había vuelto. Ahora podíamos sentirnos completos, otra vez.

— ¿qué haces acá, hermano? — sentí las manos de Lucas sobre mis hombros y me tranquilice al verlo — alejado de todo el mundo.

— creo que me cansé de las jodas de Mauro. — me sinceré y el asintió con su cabeza y una botella de cerveza que acababa de sacar de la heladera — estuve con Julieta...

— ¿me jodes?

— no, ayer hicimos el amor y...

— ¡hicimos el amor! — interrumpió Mauro la conversación y soltó una carcajada — hace un mes la conoces y ya hacen el amor ¿qué te haces el romántico, bobo?

— ¿qué te metes Mauro? te pedí por favor que no hables más del tema, no sabes nada. — respondí de mala gana y mi amigo que ya tenía bastante alcohol y droga encima se retiró de la escena — nos encontró ayer cuando terminamos de... — le expliqué a H, quien no entendía nada — me dijo que me perdona por lo que le hice...

– ¡¿en serio?! — preguntó sorprendido y yo asistí — hermano, eso quiere decir que van a volver a estar juntos y que todo va a ser como antes.

— no Lucas, nada va a volver a ser como antes. — solté un largo suspiro y terminé mi vaso de Whiskey — me perdona, pero cuando hoy me desperté ya no estaba durmiendo conmigo y ahora está ahí, bailando con Ivo, no la entiendo.

— capaz te perdonó pero eso no significa que quiera volver a ser tu novia ahora, acaba de llegar y...

— y yo no la puedo esperar toda la vida.

Dejé el tema ahí y seguí tomando mientras observaba a Julieta bailar con su mejor amigo. Por un lado, sentía que por fin iba a ser feliz, de nuevo. Pero el otro, creía que iba a terminar con el corazón roto. Ella no quiere volver conmigo. No ahora. Y nunca respondió mi pregunta de si seguía teniendo oportunidad con ella. Ni siquiera es capaz de admitir que me conoce y que tuvimos relación. Pero supuestamente ella, eso pasó hace mucho tiempo y ahora somos solo dos extraños. Dos extraños que ayer tuvieron relaciones. ¿Sería así a partir de ahora? ¿Amores de noche y ajenos de día?

— ¡Tomás!

Refregue mis ojos al escuchar la voz de mi hermano. ¿Tan fuerte me había pegado el Whiskey? Solo tomé tres vasos ¿O fueron cuatro?

Golpearon mi espalda y cuando me di vuelta con los puños cerrados, me encontré a Franco parado frente a mí. Mostré todos mis dientes y mi hermano se abalanzó sobre mí, uniéndonos en un abrazo.

— ¡enano! — lo saludé cuando por fin reaccioné — ¿qué haces acá, boludo? te esperaba la semana que viene.

— yo creí que esta joda era para mí. — bromeó y nos separamos de nuestro agarre — la escuela tiene un problema con el gas y cerraron una semana antes, así que, acá estoy.

— que grande estas nene.

— ¿Julieta? — preguntó y voltee, ahí estaba ella, con una sonrisa en el rostro y un vaso de vodka con jugo en su mano izquierda — ¿Es Julieta, no?

— sí, para tu mala suerte volví.

— no la abraces mucho igual, que para todos nosotros dos no nos conocemos.

Le avisé a mi hermano y agarré sus cosas para subirlas a mi habitación. Odiaba volverme el frío que siempre fui, porque con ella había dejado de ser así. Como fue la única persona que me demostró afecto. La única que me amó como realmente soy, con mis defectos y virtudes (más defectos) Por un tiempo había dejado de ser ese personaje de pibe bardero que me había creado. Pero cuando me fui, después de dejarla ir, ese pibe volvió y ahora que ella estaba acá, intentaba dejarlo atrás. Pero, no podía.

Bajé las escaleras y empecé a buscar a mi hermano con la mirada; Después de unos minutos lo encontré en el patio hablando con ella. Me acerqué a la puerta trasera y me escondí detrás de una pared para poder escuchar su conversación.

— ¿por qué no querés decirle a nadie que fuiste la novia de mi hermano?

— ¿sabes qué no sé? — respondió después de unos segundos y yo me asomé un poco para ver su expresión, estaba triste — no sé porque no quiero que sepan, no sé porque lo oculto, no lo sé Fran.

— capaz porque te molesta justamente eso, el hecho de que fuiste la novia y ya no lo sos más. — ella fijó su mirada en él y abrió su boca, sus ojos se cristalizaron al instante — el pasado duele Ju, mucho y a veces duele porque algunas cosas que están en el pasado queremos que estén en el presente, pero ya no lo están más, como vos y mi hermano.

Terminó de decirle mi hermano y entró a la mansión. Me vió y me regaló una sonrisa para después irse a servir algo de tomar. Julieta se quedó afuera y pude ver como lágrimas salían de sus ojos. Mi hermano tenía razón. Odiabamos ese pasado por eso, porque era el pasado y no el presente. Porque lo habíamos perdido todo cuando nosotros juntos fuimos todo. Y no entendía como dos personas que llegaron a amarse tanto, habían terminado como dos desconocidos.

— ¿es verdad? — pregunté cuando salí al patio y Julieta levantó su cabeza rápidamente cuando me vió parado frente a ella — ¿te duele ya no ser mi novia?

— no.

— ¿y entonces por qué lloras?

.

uep

ojalá les guste.

las amo.