dos extraños | c.r.o y cazzu

[33]

Tomás, presente.

— ¿así que, ustedes dos fueron novios?

Preguntó Lucho sin entender muy bien la situación, Julieta y yo asentimos con nuestra cabeza mientras el resto de los chicos nos miraban intentando comprender el porqué lo habíamos ocultado por tantos meses el hecho de que alguna vez estuvimos juntos.

— ¿y qué pasó que se separaron?— preguntó Alejo metiendo el dedo en la llaga y la China junto con Sebastian y Mauro, tragaron saliva — ¿ustedes lo sabían?

— yo también lo sabía.— se metió Ivo y revolee los ojos, últimamente no me lo bancaba mucho y el porqué era justamente su relación tan cercana con mi ex novia — no me mires así, es mi mejor amiga ¿qué te pensas?

— ¿por qué no nos dijeron nada a nosotros? — preguntaron Ysy, Trueno y Lucho al unísono.

— supongo que porque odie la idea de contar la historia en pasado... — habló Julieta, me limite a sonreír por lo bajo y fijar mi vista en ella — amé a Tomás como nunca más voy a amar a una persona y hasta el día de hoy lo hago. — levanté rápidamente la cabeza, me sorprendía el hecho de que confiese su amor por mí delante de todo nuestro grupo de amigos — te amo Tomás, perdón por ocultar el hecho de que estuvimos juntos, simplemente me dolía y me duele el que ya no lo estemos más.

— ¡y sí tanto se quieren, vuelvan loco, no es tan difícil!

Exclamó mi hermano y todos soltamos una carcajada, sí, es muy difícil Franco, no te imaginas cuanto..., pensé. 

— tenemos que resolver un par de cosas primero.

Dio por terminada la conversación Julieta y cambiamos de tema. Lo que teníamos que resolver no era para nada fácil, por un lado estaba yo, que debía rehabilitarme de todas las mierdas que le metía diariamente a mi organismo y por otro lado, estaba ella quien tenía que tratar todas las heridas que le habían provocado un gran daño emocional. Ambos teníamos que recuperarnos, de distintas cosas, pero necesitábamos hacerlo para volver a estar bien. Para volver a vivir, para renacer.

Me levanté de mi asiento y me dirigí hacía el patio de la mansión de mi mejor amigo. Solté un largo suspiro y saqué un porro del bolsillo, al menos prefería la marihuana antes que alguna que otra pastilla. Sentí que alguien me tomaba de la mano y al girar mi cabeza, me encontré con ella y una sonrisa en su rostro.

— ¿me convidas una seca, crackero?

— todas las que quieras, Juli K.

Los dos sonreímos, después de todo perdernos en recuerdos no había sido tan malo; Gracias a eso nos dimos cuenta de lo mucho que nos extrañamos, la falta que nos hacemos y que no podemos continuar estando el uno sin el otro. Nos necesitábamos, los dos. Teníamos que volver al principio, empezar de cero como decía su nueva canción, pero solo íbamos a poder si lo hacíamos juntos.

— ¿me llevas a mi departamento? — asentí con mi cabeza y terminamos de fumar el porro — necesito ordenar todo el desastre que dejé...

— ¿te lo vas a quedar...? — pregunté, abrí una herida que ella quería cerrar, pero realmente tenía que decidir que es lo que quería hacer con la propiedad que había alquilado su papá  — al departamento, digo.

— supongo que voy a rescindir el contrato de alquiler, no puedo vivir en un lugar donde vivió él. — comprendí y estuve de acuerdo con su decisión, saludamos a los chicos y nos subimos a mi moto, para ir directo a su apartamento — mi hermana viaja mañana, mi mamá no va a venir, no quiere saber nada, aunque la entiendo, yo tampoco iría al entierro del hombre que le arruino la vida por completo. — volvió a hablar cuando estacione la moto en su edificio — mañana tengo que ir a reconocer el cuerpo...

— ¿por qué vos? — indague, sabía lo horrible que era esto para ella como para encima tener que ver a su viejo muerto — ¿no puede ir tu hermana?

— porque la más fuerte de las dos soy yo. — dijo y asistí, tenía razón, Julieta era la persona más fuerte que conocía, no solo había aguantado a su viejo en vida, sino que me aguantaba a mí y a todos mis karmas — y porque llega a la noche, además. — añadió — ¿vos me podrías...?

— te voy a acompañar.

Dije sin dejarla terminar de hablar y ella me mostró todos sus dientes, pero su sonrisa se borró al entrar al departamento del papá y ver todo en perfecto estado y no roto como lo había dejado antes de ingresar en el hospital. Solté una pequeña risa al ver su expresión y Julieta volteó a verme sin entender.

— ¿vos viniste a ordenar todo esto? — volví a decir que sí con mi cabeza y ella frunció el ceño — ¿cómo entraste?

— soy un ex delincuente, ¿te acordas, Juli K? — le regalé una sonrisa y empezó a recorrer todo el departamento, dándose cuenta de que todo estaba como si nunca hubiese pasado nada — te robe la llave cuando te subieron a la camilla y antes de que te dieran el alta, lo vine a ordenar, H y Franco me ayudaron, perdón si te molesto...

— ¿molestarme? — preguntó en medio de una risa y sus ojos se llenaron de lágrimas — ¿vos hiciste esto por mí Tomás?

— yo haría cualquier cosa por vos Julieta, es más hasta que consigas un lugar donde vivir... — me acerqué a ella y tomé su rostro con mis ambas manos — ¿queres vivir conmigo?

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Los amo, subí una nueva novela de estos dos, se llama a escondidas, ojalá la lean y les guste como esta.

Las ♥