Un Inesperado Reencuentro [MoonSun] -PAUSADA-

Capítulo 9 (Bar.)

Llegué a la plaza mirando a todos los lugares captando a MoonByul apoyada en un pequeño muro intentando buscar algo con su mirada que supuestamente era yo.

Me acerqué a MoonByul y al verme ella sonrió acercándose de igual manera a mí.

Al llegar a mi lado ella tomó mis manos tocandolas y luego tocó mis mejillas.

-¿Estás bien, Solar?

Coloque inconcientemente mis manos en las suyas y MoonByul sonrió ante el tacto.

-Estoy bien, MoonByul...

MoonByul saco sus manos de mis mejillas y colocó una de sus manos en mi cabeza y la otra en mi cintura acercándome a ella abrazandome.

Me sorprendí ante su acción pero a los segundos después la abracé de la cintura oliendo su delicioso perfume.

-¿Por qué no querías que me quedara con Hwasa?

-¿Por qué llorabas diciendo mi nombre?

-¿Qué? No me respondas con otra pregunta, MoonByul.

MoonByul se separó de mí soltando una pequeña risa mientras me miraba.

-Lo lamento Rubia, pero me es importante saber porque lo hacías.

-Yo... no lo sé...

-Llorabas mientras dormías ¿Te hice daño?

-Hace diez años y aun sigues haciéndome daño...

-¿Qué?, ¿Qué estupidez dices, Solar?

-Me confundes siempre... a veces te amo hasta no poder aguantar más... pero todos los días de mí vida, todas las horas junto a ti te odio demasiado, no importa cuánto te quiera, siempre te odio, en este momento pero por alguna razón te amo... y me enoja saber que no puedo odiarte en estos momentos, yo no entiendo porque siempre buscas de mí, no entiendo las veces que me haz besado... extraño tus labios, extraño tus palabras y... simplemente no, no las extraño... no las puedo extrañar... deja de besarme de esta manera... deja de confundirme tanto por tu estúpida personalidad... por tu estúpida persona... por tu estúpido amor... por nuestro estúpido amor... te odio Moon Byul-Yi y siempre y cada día de mi vida, a cada hora te lo recordaré.

-Estúpida, eso es lo que eres, una estúpida.

MoonByul alzó mi vista y se acercó a mis labios haciendo que inconcientemente colocará mi cabeza del lado izquierdo juntando nuestros labios en un suave beso.

Cerré mis ojos y apreté sus manos con fuerzas queriendo parar pero sin poder separarme.

El tacto de sus labios, el sabor de estos, la suavidad con la que podía besar pero al mismo tiempo con tanta desesperación, la pasión que le podía dar pero a la vez ese toque tan dulce en ella.