La primer semana que pasaron estuvo llena conversaciones sobre cualquier tema, besos, abrazos y caricias, y anécdotas sobre la vida de cada uno. Noah se sentía feliz con la nueva relación que había formado con Allen; su corazón no dejaba de palpitar a una velocidad alta cada vez que el vampiro le llenaba de cumplidos o simplemente le dejaba acostarse sobre él para dormir o pasar el rato. Él sabía que ya no se sentía de la misma forma, que ya no había ni una sola cosa que le molestara sobre el mayor, que ya no se sentía culpable por querer a alguien que no conocía; todo se sentía demasiado bien. Dudaba sobre si lo que sentía era amor, ¿realmente lo amaba? ¿O solo sea cariño? La descripción que se le había brindado sobre el amor encajaba perfectamente con lo que sentía hacia Allen, pero no concordaba con el tiempo que le habían dicho que le tomaba a una persona enamorarse de otra; de eso si estaba seguro. Apenas si iba a cumplir un mes de conocerlo, y apenas hace un par de días había descubierto su innegable atracción hacia él. No, todo es muy pronto, aún no lo amaba. Creía que estaba seguro de ello.Por otro lado, Allen estaba cien por ciento satisfecho con los avances que había logrado con su Ángel; le encantaba cada detalle él, y se había esforzado mucho para lograr que este cayera en sus brazos. No podía describir lo contento que estaba de poder llamarlo su novio. No se había tomado el tiempo de contar los días que llevaban juntos, no le importaba; solo quería estar con Noah. Estaba feliz de ser el primero en tener una relación con él, y el primero al que besó -desde que su Ángel perdió la memoria-. Quería enseñarle al menor lo que significaba tener una persona a quien querer, en la que se pueda confiar, y que te quiere ver triunfar en todo lo que haces. Estaba dispuesto a ser esa persona para Noah.
El rizado se encontraba el trabajo, ya Allen había ido por su café, y la hora de cerrar estaba muy cerca. La noche ya había caído, y la temperatura había bajado. Al no haber muchos clientes, Noah y Tania se sentaron un momento a hablar, descansado un poco después de estar parados durante tanto tiempo.
—Anoche tuve una cita.—La chica jugaba con su cabello, esperando la reacción del rizado ante su noticia.
—¡¿Es en serio?!—abrió sus ojos con sorpresa, y tomó las manos de la chica— ¿Cómo es? ¿Cómo se llama? ¡Cuentamelo todo!
—Cálmate —rió al observar lo emocionado que estaba su amigo—. Su nombre es Mark, es alto, cabello castaño y bastante rizado, y su piel es de un hermoso color Canela.
—Todo un galán. ¿Te gusta? ¿Lo volverás a ver?
—Sí, probablemente —mordió su labio—. Él es como tu novio.
—¿Cómo?—frunció en seño en confusión— ¿Excesivamente coqueto? ¿Un poco egocentrista? ¿inoportuno?
—No —rió con fuerza ante la lista que dio el rizado—. Es un vampiro.
La cara de Noah se puso pálida, su manos se volvieron frías y temblaban. ¿Cómo sabía Tania que Allen es un vampiro? Ciertamente él no se lo ha dicho, y ellos dos nunca han interactuado, al menos no de manera directa. ¿Le habrá visto los colmillos? ¿Acaso ella sabía que él era una especie de Ángel caido? ¿Era ella un vampiro?
—N-No sé de qué estás hablando. —Se maldijo por no poder hablar con más seguridad.
—Tranquilo, cariño. No tienes que fingir conmigo. Desde esa vez que lo atendí me enteré de que no era humano. No te preocupes, su secreto está a salvo.
—Yo... disculpa no haberte dicho nada antes. Estaba nervioso por como podrías reaccionar; no a todas las personas les agradan los vampiros.
—Bueno, a mí sí. Hasta estoy saliendo con uno. —Su sonrisa hizo cerrar sus ojos.
—Se siente bien que no tenga que ocultar ese detalle contigo.
—Somos amigos, ¿no? Me puedes decir cualquier cosa que se cruce tu mente, sin excepción.
—Gracias, Tani. Deseo de todo corazón que las cosas salgan bien con Mark; se ve que te gusta. Sería lindo que tuvieras a alguien que te ame de ese modo.
—También deseo eso.
El último cliente del día entró, pidió un café negro simple, y salió con apuro de la tienda, dejando que los dos jóvenes cerraran el café justo a tiempo y que pudieran ir a sus casas a tomar un merecido descanso. Al salir, se despidieron con un cálido abrazo y tomaron caminos diferentes.
La noche estaba bastante fría, esta vez, Noah estaba bien abrigado para evitar que el frío se colara entre sus huesos; Allen se había encargado de ponerle un gorro, unos guantes y una bufanda, no quería que su Ángel se enfermara. El rizado caminaba alegremente por la acera, la nieve ya había empezado a caer, así que jugaba con esta arrastrándola con sus pies. Tepentinamente, un fuerte dolor nació en su cabeza y se extendió por su columna, volviéndose más fuerte en sus cicatrices. No sabía qué le sucedía, era la primera vez que le pasaba algo como eso; el dolor lo dejó estático. Tuvo que permanecer apoyado en una pared hasta que este decidió desaparecer, dejando una migraña detrás de él. Noah retomó su camino, decidiendo ignorar aquel doloroso episodio, distrayendo su mente con la imagen de Allen esperándole en casa.
Al abrir la puerta, sintió la calidez que desprendía su hogar golpearle suavemente el rostro, haciendo que olvidara el incidente durante el camino. Vio a su novio recostado en el sofá viendo televisión, decidió ir hacia él y recostarse a su lado.
—Hola, Ángel. ¿Cómo te fue hoy? —Besó su frente. Pero el menor hizo puchero para que le diera un beso en los labios, a lo cual cedió.
—Bien, un día como cualquier otro.
—¿Quieres comer algo? ¿O prefieres ver una película?
—La segunda opción suena tentadora, me quedaré con esa. —Abrazó al vampiro por la cintura.
—Como desees, amor.
Decidieron ver "enredados". pasados 10 minutos, Allen decidió jugar con el cabello de Noah, sin notar que este estaba exhausto, y que a los pocos minutos cayó en un profundo sueño, perdiéndose por completo la película, pero con una comodidad inigualable.
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Hermanastros | ✔ [En Edición]
Teen Fiction-Me gusta hacerte sonrojar. Te ves ridículo -una sonrisa burlona pareció en su rostro, dejando que sus colmillos se asomaran brevemente-. Y el hecho de que la gran mayoría de veces no puedes siquiera mirarme a los ojos lo hace aún mejor. Deja los ne...