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El resto del vuelo había pasado tranquilo

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El resto del vuelo había pasado tranquilo. Las conversaciones entre ambos no pararon, la disculpa de Allen dio un giro completo a la relación entre ambos, provocando lo concordado, un nuevo inicio. Descubrieron nuevas cosas sobre el otro. Noah escuchó con atención la historia de vida de Allen, el cual la contaba con un brillo tenue en los ojos. Supo que el vampiro fue en realidad adoptado por Marissa cuando aún era un niño, lo cuidó en su hogar, y una vez cumplió los 21 años, fue mordido por ella; desde entonces ha sido capaz de estudiar una infinidad de carreras, la mayoría de estas enfocadas en el arte, y como era de esperarse, la carrera de música había sido su favorita. 

Se enteró de que Allen sentía atracción por ambos géneros, al parecer era algo común en los vampiros, solo se enamoran de la persona, no del género. Se dio cuenta de que no es tan frío y arrogante como pensó en un inicio. Al parecer había sido un malentendido que ninguno de los dos se había molestado en arreglar. Por otro lado, Allen no pudo conocer muchas cosas sobre Noah. Solo supo lo de su accidente, y los daños que este dejó; por fin supo la razón por la que Noah era tan sensible con sus cicatrices, y el gran dolor que estas causaban al ser tocadas. No pudo saber nada más acerca de su historia, ya que esta había sido borrada de la memoria del Ángel después del robo de sus alas. Lo que sí pudo conocer fue su personalidad; se aprendió cada gesto y reacción que este tenía, y aprendió a apreciar los sentimientos de aquel rizado que siempre había considerado adorable, pero insoportable. Se pudo dar cuenta de lo equivocado que estaba.

Como el vampiro había predicho, las horas pasaron como minutos. Se vieron forzados a terminar aquella conversación tan vivaz para poder bajar del avión y dirigirse al hotel. El camino en auto fue más bien silencioso, la presencia de ambos padres había apagado ese fuego que se encontraba dentro de ambos jóvenes en el avión. Hubo silencio, pero este no era incómodo. Cada uno admiraba el hermoso paisaje que la ciudad les brindaba, aquellas calles llenas de historia. Sin duda alguna, era un lugar lleno de magia.

Al llegar al hotel, cada uno tomó su rumbo. La pareja se instaló en una habitación un piso arriba de las de los jóvenes, los cuales tenían una habitación cada uno, pero que estaban una al lado de la otra. Esto pareció no molestarles. Durante el resto del día no salieron, se encontraban agotados después de aquel largo viaje; durmieron hasta que sus cuerpos se sintieron satisfechos. Una vez despertaron, la oscuridad reinaba en la ciudad, siendo la luna el único cuerpo de luz que iluminaba los caminos.

Noah apenas había despertado, se encontraba en el balcón de su habitación observando la luna y el paisaje que se alcanzaba a ver desde aquel lugar. Se encontraba inmerso en sus pensamientos; aquella lista que había hecho sobre Allen se encontraba reducida, aquel acuerdo había cambiado su perspectiva por completo. Ya no había muchas razones para negarse al sentimiento de amar y ser amado por el vampiro. Ya no había muchos peros.

Estaba tan ensimismado en su mundo que no se dio cuenta de la presencia de alguien más que lo observaba a su espalda, no fue sino hasta que el intruso se acercó de manera peligrosa hasta quedar completamente pegado a la espalda de aquel pensativo chico que lo logró sacar de aquel trance.

Hermanastros | ✔ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora