Gunslinger boy [Deku Villano]

Capitulo 2: Encuentro con la maldad

Las cosas no iban bien para la pequeña familia Midoriya.

¿Olvidé mencionar que Inko era viuda? 

Sí, es así. Sólo ella y el pequeño Izuku. 

Inko llevaba semanas en busca de cualquier trabajo que pudiera sustentarlos, pero al paso de los días, sin suerte alguna, la comida empezaba a escasear. Sobrevivían de milagro si no fuera por la ayuda de su amiga Mitsuki.

Pero para Izuku las cosas no iban muy bien, podría decirse que la pasaba igual o peor que su mamá. Sin querer, Izuku reveló que su mamá no conseguía trabajo, y al ser un mukosei, los niños aprovecharon para fastidiarlo más.

- En serio Deku, eres un idiota al divulgar esa clase de cosas - le dijo Katsuki durante el receso escolar. 

- Pero no pierdo la esperanza, ¡Algún día yo seré un gran héroe y podré ayudar a mi mamá! - dijo el pecoso con una energía amable, y pateó la pelota hacia la portería, pero el tonto balón pegó en el poste, rebotando fuera de ella.

El rubio chasqueó la lengua. Deku fue por la pelota y le dio pase a Kacchan.

- Tonto, para cuando eso suceda ya estarás muerto de hambre. Y para ser un héroe necesitas un Quirk.

- Pero eso hacen los héroes. Salvar personas.

- Lástima que los héroes solo salven a las personas de villanos y no de problemas de dinero.

Deku abrió los ojos impresionado de lo que acababa de escuchar.

- Oye, eso fue cruel, Kacchan.

- ¡Cállate nerd y sigue jugando! 

Y así pasaron más los días. 

Una tarde, al ver que ya no podía hacer nada, Inko tomó una difícil decisión: Dejaría a Izuku en un orfanato. 

Ella engañó a Izuku y le dijo que lo llevaría de picnik. Le dijo que en la canasta que llevaba había comida para que pudieran pasar un bonito día de campo.

La verdad era que no había comida, sino la ropa del niño y alguno de sus juguetes favoritos.

Entonces caminaron.

En la calle, Inko venía diciendo cosas a Izuku para que no sospechara nada. Trataba de parecer lo más feliz posible, aunque por dentro sufría.

Pero de repente, una explosión provino de una tienda que estaba al lado de ellos. Las personas salían de todos los lugares posibles, y de pronto otra explosión surgió de otra tienda. Como si se tratase de un ataque terrorista. 

Por desgracia, el impacto de la bomba les dio a ellos. Indo estaba malherida e Izuku quedó inconsciente. Ambos cayeron al suelo. Entonces la joven madre intentó proteger con todas sus fuerzas la vida de su hijo.

Habían muchos muertos, y la calle vacía. A lo lejos las patrullas sonaban con gran potencia sus sirenas. 

¿Dónde estaban los héroes cuando más se necesitaban?

Los vivos podían decir grandes hazañas sobre ellos, en cambio los muertos no podían hacer queja alguna.

Entonces logró ver unos pies enfrente, alzó la mirada y abrazó con fuerza a su hijo. Un hombre con aspecto de niebla la observaba curiosamente. Estaba cubierto de polvo, sangre y repleto de bolsas cuyo contenido parecía un gran botín.

- Demonios ¿Siguen vivos? Bueno, entonces terminemos con esto de una vez.

- Por favor... se lo suplico: Lleve a mi hijo a un orfanato después de matarme - contestó Inko con todo el dolor de su corazón - Es lo único que le pido.

- ¿Acaso me ves con cara de niñera, estúpida?

- Sí.

Inko dijo eso para provocarlo y la matase de una vez. Incluso lo hizo con una sonrisa infantil.

Pero el hombre de humo negro se rió.

- Carajo. ¡Qué mujer tan introvertida!

- ¿? 

Inko lo miró con una cara de ¡wey ya, mátame de una puta vez! , y el hombre de humo la teletransportó a ella y al niño a un escondite.

Qué carajos, ya máteme, no tortureme

- Por si lo preguntas, esta es mi guarida - informó el desconocido no tan conocido.

- Sí, ya lo había notado. - Inko no se desapartaba de Izuku en ningún momento.

- Justamente estamos reclutando personas para llevar a cabo nuestros planes. Pero el jefe no se preocupó en buscar a alguien que me ayudara en la limpieza. Así que vengo a hablarte de la iniciativa "Liga de los villanos".

- ¿Y por qué yo?

- ¿Por qué querías que te matara y a tu hijo querías abandonarlo? Eso significa que estabas pasando por algo terrible que te hizo tomar tal idea.

- Bueno, yo...

- Antes me implorabas la muerte y ahora no veo nada de eso. Si aceptas quedarte, no sólo tú estarías protegida, también tu mocoso.

Inko no dijo nada, solo acariciaba la cabeza de su hijo que seguía durmiendo, ignorando lo que en realidad estaba pasando. Un villano la estaba ayudando, eso no era cosa de todos los días.

¿Había algo de malo trabajar de ama de llaves para personas como esas? No tenía alternativa alguna, y si rechazaba la oferta, temía que la mataran allí mismo junto a Izuku.

Tal vez Izuku nunca le perdonaría que ella hubiese tomado esa decisión y separarlo de sus sueños, pero por ahora quería que ellos estuvieran a salvo.

- Acepto.