Fame•Tom Holland

24• I'm a mess

FAME
TOM HOLLAND
24• I'm a mess.

Algunas veces, el alcohol suele ser la respuesta a tus problemas.

Estaba completamente devastada, y molesta, ¿ por qué siempre tenía que pasar algo que estropea las cosas? ¿Acaso no podía vivir mi vida con un poco de tranquilidad?

Me tomé de  un sorbo a mi Tequila, sintiendo como me quemaba la garganta, ya llevaba al menos unos cinco tragos, y no tenía intención de parar,al menos no  hasta que pudiera borrar el dolor de un corazón roto.

Ay, Thomas es un imbécil. Pero es tan lindo.

Dejé caer mi cabeza en la barra del bar, mi mejilla entro en contacto con el frío mármol, y vi el vaso de cristal como si fuera lo más interesante del mundo.

Si tan solo él estuviera aquí.

La música sonaba con fuerza, podía escucharse con claridad incluso desde la zona VIP, en el segundo piso, lugar en donde me encontraba.

— ¿Por qué no me sorprende verte aquí?— dijo una voz masculina, alcé un poco la mirada, encontrándome con los ojos oscuros de Jonathan.

—Solo lárgate, Jonathan.

Hizo caso omiso a mi demanda, y se sentó en el banco libre, a mi lado.

Fantástico.

—¿No quieres bailar?

—Sabes, estoy borracha, pero no lo suficiente como para perder mi tiempo contigo.

—Auch, eres mala Rey.— me reí.

Nos quedamos en silencio, le escuché pedir un trago, y vi como se lo tomaba de un sorbo.

—Aunque no lo creas, hay algo en común que tenemos los dos.— alcé una ceja, incrédula, al tiempo que me reincorporaba en mi asiento.

—¿Ah sí? ¿Y que es?

—A los dos nos rompieron el corazón — me eché a reír al escuchar aquello, no podía ser ¿ Jonathan Smith estaba despechado?

—¿Ah sí? ¿Quien es la desafortunada?— el castaño rodó los ojos, yo le di un sorbo a mi nuevo coptel, mirándolo atentamente, no podía negarlo, tenía curiosidad.

—Lily Stein, mi novia desde la secundaria

—¡no te pases! — exclamé, asombrada.— ¿Desde la secundaria?

Básicamente, las siguente hora descubrí la historia de Jonathan, y como su novia había decidido terminar con él porque no podía lidiar con las complicadas agendas que tiene por su trabajo, y el hecho de que la prensa siempre anda difundiendo rumores de que tiene nuevas conquistas cada vez que respira, lo cierto es que yo solía creer lo que los medios decían sobre él, y ni si quiera me había molestado en darle una oportunidad.

Tal vez me había equivocado.

Así que, en algún punto de la noche los dos nos encontrábamos bailando y cantando a todo pulmón como si no hubiese mañana.

Definitivamente ahora sí estaba muy borracha.

Él estaba peligrosamente cerca, me ofreció un trago que tomé de un sorbo, en otra ocasión me hubiese molestado y capaz le hubiese empujado hacia un lado, pero ahora realmente no podía pensar con claridad.

Lo último que recuerdo, es que todo se volvió borroso, la música comenzó a volverse un susurro, y todo se sumió en la oscuridad.

Desperté completamente confundida en mi habitación,  solo había en mi memoria recuerdos vagos, que no parecía tener sentido alguno, pero el pánico comenzó cuando me di cuenta de que no llevaba nada de ropa bajo las sábanas.