'La fama es un juego peligroso.'
¿Cómo había alcanzado tanta fama en tan poco tiempo?
Yo era la actriz del momento.
Todos los productores me querían, y cada día me llegaban más y más propuestas.Solía rechazar la mayoría, ya que eran papeles que no m...
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Me coloqué mis lentes oscuros justo antes de salir. Decenas de flashes impactaron contra mi rostro mientras salía del auto, todos gritaban mi nombre, seguido de las muchas preguntas que no estaba dispuesta a responder. Ignoré a los paparazzi con ayuda de mis guardaespaldas, y pasé de largo.
A penas pisé el restaurante me atendieron con más atención de la necesaria, y me condujeron cordialmente a mi mesa. Él ya estaba allí, como era de esperarse, miraba el menú como si fuera lo más interesante del mundo. No voy a negarlo; se veía bien con aquel traje, sería una lástima que echara la copa de vino sobre este.
En mi mente, aquella sería una escena muy satisfactoria.
Cuando se dio cuenta de mi presencia, sonrió levemente.
—Adelaide.
—Jonathan.
Tomé asiento frente a él.
—Eres un imbécil —hablé, aquel comentario le sacó una sonrisa burlona.—Sin embargo, entiendo porqué hiciste mi vida un caos el último mes, si estuviera en la misma situación que tú, puede que hubiese hecho lo mismo.- su mirada pasó de superioridad, a sorpresa absoluta.— Así es Jonathan, sé tú pequeño secreto, aunque no voy a negarlo, tienes buenos gustos, Rick Dorfman, está buenísimo.
Así es, damas y caballeros, Jonathan Smith es gay, y tenía una relación secreta con Rick Dorfman, un reconocido basquetbolista. El problema era que, Jonathan debía mantener su relación en secreto ya que sus agentes le dijeron que si salía del clóset aquello bajaría notablemente la taquilla de sus próximas películas —una estupidez si me lo preguntan, pero, como ven, así funcionan las cosas en esta industria.—hasta que Vanessa descubrió aquello, y le amenazó, sino hacia todo lo que ella le indicaba, lo expondría, y él no podía permitirse eso.
— ¿Así que lo contarás todo?— preguntó con la voz derrotada, sus ojos amenazaban llenarse de lágrimas, parecía muy vulnerable. Por un momento sentí lástima por él.
—No.—afirmé. — No soy tan mala como Vanessa. Lo que vengo a proponerte es un trato, verás, ella parece querer hacer todo lo posible por arruinarme, supongo que está claro que no voy a permitirlo, y creo que tú quieres lo mismo.
—Te escucho.
—Tengo un plan, pero no será posible sin tu ayuda.—le conté.— Créeme que todo rastro de tu relación con Joe quedará eliminado, y ella no tendrá manera de usarte más.
—¿Cómo estás tan segura de eso?
—Tengo un contacto, es muy eficiente en todo lo que tenga que ver con la web.
