He's mine! » Reddie ⟩ST - IT⟨ •AU-Crossover• [Completa]

Chapter Nineteen

Up-Mile Hill 16.29

Richie estaba molesto. No. Molesto no. Estaba furioso. ¡Cómo pudo ser tan idiota como para dejar a Eddie a solas con Mike! Pedaleó más rápido causando bocinazos de los autos mientras descendía en la avenida. Cambió al carril contrario y al llegar a la esquina donde se encontraba la Biblioteca Pública de Dawkins, giró a la izquierda por la cuadra ya mencionada. Pedaleó más deprisa, sus piernas estaban cansadas y soltaba pequeños jadeos.

Pero él lo sabía. Sabía dónde Mike había llevado a los pequeños. Días antes su hermanastro había comprado tres entradas para la Heavy-Metal-Manía que habría en la tarima frente a la estatua de Paul Bunyan. Se culpaba por no darse cuenta de ese detalle, era más que obvio que lo haría para poder llevarse a Eddie, y como Mike tenía en cuenta que el pequeño asmático estaría con Will, como casi siempre, sabría que probablemente necesitaría una para él también. Porque Richie podía ser un bocazas inmaduro e imprudente que soltaba muy malos chistes pero sabía observar, y gracias a eso se había dado cuenta del gusto de Will por Mike.

¡Tenía absoluto sentido! Que mejor forma que invitar a Will, quién sin duda diría que sí y que el pequeño arrastrara con él a Eddie.

Continúo y llegando a Bassey Park giró a la derecha para comenzar a ascender por Canal Street. Unos metros más y llegó a la tarima. El lugar estaba repleto de gente por fuera y no dudaba que dentro del gran telón que rodeaba todo el lugar habría aún más. Dawkins podría ser pequeño pero viéndolo detalladamente albergaba bastante población.

Por la mente de Richie cruzó fugazmente la creencia de que habían descartado el «sano entretenimiento» del rock and roll y lo habían arruinado con la bazofia que era el heavy-metal.

Ocultó su bicicleta en un rincón dónde nadie pudiera llevársela y llegó hasta la boletería, la cual seguía repleta. Era obvio que con lo que tenía en el bolsillo no le alcanzaría, pero estaba totalmente seguro que encontrando a los re-vendedores podría conseguir una. No sé equivocó, después de negociar por diez minutos y finalmente ofreciendo con el dolor de su alma su más preciado tesoro, una Zippo 1965 edición Playboy (aquella que había encontrado fuera del Aladdin cierta vez que asistió con Eddie) logró obtener una entrada. Bien. Ahora solo faltaba crear caos y conseguir entrar rápido al lugar.

No fue difícil, en esos momentos crear caos se basaba en empujar a alguien y culpar a alguien más.

-¡Fue él, yo lo ví!- Y en unos minutos logró interponerse en la columna y entró al lugar, dejando atrás el caos reciente.

-Eds, Eds, Eds ¿Dónde estás?

Heavy-Metal-Manía 16.46

Del otro lado de la entrada, el pequeño Eddie se sentía cohibido y fuera de lugar, por lo que se agarró del brazo de Will y trató de mantener distancia con Mike. Sentía su garganta cerrada y su nariz emitía un sonido sibilante casi imperceptible.

Pero Mike no lo notaba y sus intentos por acercarse al asmático lo volvían intenso.

-Necesito... Necesito un baño.- Le susurró Kaspbrak a Will y disimuladamente trató de alejarse. Sin embargo, no pudo ¡Mike estaba en todas partes!

-¿Qué sucede?- Preguntó el más alto, Eddie intentó buscar refugio nuevamente en Will, pero cuando se giró a buscarlo, simplemente ya no estaba.

-Solo...- "No quiero estar aquí contigo" pensó, sin embargo, no quería hacer sentir mal a Mike. -Es mi asma. V-vuelve con Will. Yo ya los alcanzo.- Y sacó su inhalador para despistar.

-No, te espero.- Insistió Wheeler y eso molestó a Eddie, sin embargo, no exteriorizó su incomodidad.

-Te dije que yo los alcanzo. V-ve.

-Insisto. No te preocupes. Yo te esp...

-¡Quiero estar solo!- Gritó finalmente Eddie haciendo que su cordura se acabase y la falta de aire le haga usar su inhalador, pero el contenido no funcionó para despejar su garganta. Estaba increíblemente harto de Mike. Era muy amable como para admitirlo pero el más alto ya lo tenía fuera de sus cabales. Sus ojos se llenaron de lágrimas por la angustia ante la dificultad para respirar y se dobló apoyando sus manos en sus rodillas. El grito desesperado de Eddie llegó a oídos de Richie, y fue cuando finalmente los divisó. Eddie boqueaba en busca de oxígeno, y Mike espantado y desconcertado por el repentino grito, no tenía la más mínima idea de qué hacer.

Eso enfureció aún más a Richie.

No le era suficiente con llevárselo a base de mentiras, también lo molestaba hasta que el pequeño tuviera una crisis. Caminó apurado y cuando estuvo lo suficientemente cerca de su hermanastro, le asestó un golpe con su puño en la mejilla derecha. Mike se impactó, trastabilló desconcertado hacia atrás y llevó una mano a su mejilla, finalmente reparando en la presencia de Richie.

-¡Que parte de que lo dejes malditamente en paz no entiendes! ¡Eres como una ladilla!- Estaba enojado y quería golpearlo hasta el cansancio. Pero en ese momento la  prioridad era Kaspbrak. Le arrebató el inhalador a Eddie colocando las manos en sus hombros y le ayudó a tranquilizarse.

Eddie lo comprendió todo ahí. Richie podía ser más efectivo que el agua con sabor a regaliz que emanaba del pequeño instrumento. Su tacto y su presencia podían alejar cualquier daño que estuviera por acecharlo y podía calmarse con solo mirar sus ojos. Ya se había calmado, no obstante, el bocazas lo obligó a usar el inhalador.

Mike no dijo nada. Admiró la escena y supo que finalmente debía darse por vencido. Eddie no gustaba de él y era momento de dejar de insistir en algo que no podía ser. Así que aceptó la derrota, y nostálgico pidió tener algo como lo que tenían Richie y Eddie algún día.

El bocazas se llevó de ahí a Eddie, y en el camino a la salida encontró a un cabizbajo Will, que había admirado la escena desde lejos y se había resignado a no tener oportunidad alguna con Mike. Sin embargo, no le guardó ni una pizca de rencor al asmático, el sentimiento no era mutuo y el cariño de Eddie por Richie, era evidente. Además de ser una buena persona y un excelente amigo que con la simple compañía podía ofrecerte tranquilidad. Así que Byers se agarró de su brazo, y salieron los tres del lugar de una vez por todas.

Eddie salió feliz y con la sensación de que había cerrado un capítulo muy extraño de su vida.