Chapter Twenty Three

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La casita subterránea 15.19

Una semana. Había pasado una semana, y aún no había rastro de Will en Los Barrens. Eddie estaba preocupado, y Richie no podía hacer que el pequeño asmático se calmara al menos un momento. Por primera vez alguien que no fuera el propio Richie había sacado de sus casillas al bocazas.

-¡Eeeeeds!- Se quejó y antes de que alguien pudiera verlo, unió sus labios con los del pequeño en un inocente beso. Eddie enrojeció y guardó silencio de forma repentina.

Cerca de ellos estaban ambos grupos de perdedores que conversaban y compartían entre ellos, a excepción de Will. Y la expresión que tenía Mike en el rostro realmente ponía a casi todos preocupados. Casi todos, excepto Richie. Él ya suponía lo que había pasado, y estaba seguro que eso era algo necesario para su hermanastro y Will, si es que ambos querían llegar a tener algo más allá de una amistad. Aunque pareciera imposible, Richie estaba ayudando a la posible relación entre Mike y Will. El bocazas no resultaba ser tan malo después de todo.

-Yo creo que deberíamos ir a verlo.- Susurró el pequeño mirando a Tozier. El más alto asintió, puso aquella expresión que suele significar que está de acuerdo con lo dicho y luego de señalarlo varias veces, continuó.

-Yo creo que no.- La expresión de Eddie fue digna de retratarse. Richie comenzó a reír. -Tu cara de poto siempre es la mejor.- Eddie lo miró molesto. -De acuerdo, Spaghetti, pero este cuerpo esbelto no va a perder energías pedaleando hasta allá sin nada a cambio ¿Qué tienes para ofrecerme?

Eddie no supo que decir, y la verdad es que él también se preguntó lo mismo ¿Qué podía ofrecerle? Y no pensaba en el momento, si no en un futuro ¿Qué podía ofrecerle a Richie para que él decidiera permanecer a su lado? ¿Una vida llena de preocupaciones por sus bajas defensas, sus ataques de asma y sus alergias? ¿Una vida aburrida y llen...?

-Eds.- Lo interrumpió Richie de su divagación mental. Kaspbrak lo miró perdido, sin saber que había pasado realmente. -Yo sé que mi belleza es de los dioses y hasta acepto que te pierdas en ella. Obviamente yo lo hago cada vez que me miro al espejo, pero estamos en un importante negocio y necesito toda tu atención.- El asmático se quedó callado mientras lo miraba, preguntándose de donde salía tanta tontería junta que pronunciaba Richie.

¿Tenía en su cabeza algo así como una caja de pandora de la estupidez, que si tratabas de abrir con algún comentario, fuese el que fuese, hasta el más pequeño, liberaba grandes cantidades de ironía, insensatez, sarcasmo y burla en una sola oración? Era probable. La mente e imaginación de Richie era un mar de probabilidades que cada vez parecía crecer más.

-Te ofrezco seguir siendo tu amigo si me acompañas.- Eso fue una cachetada de realidad para Richie, una pisotada a su orgullo y una patada a su ego , quién asintió aceptando la derrota.

-Bien jugado, Eds, bien jugado.- Ambos salieron del claro minutos después sin que los demás se den cuenta, y trataron de hacer  el menor ruido posible para no llamar la atención. Obviamente lo lograron, o bueno, casi. Mike, que estuvo más alejado de los demás y más cerca de ellos, había escuchado la conversación con atención y un poco de dificultad, y las ganas de pedirle perdón a Will por lo que había hecho no hicieron más que crecer en su pecho.

Se sentía culpable. O quizás culpable era poco. El que Will se haya alejado así de todos era su culpa y se sentía responsable por ello. Aquel día ni siquiera midió sus palabras, estaba tan dolido que lo único que cruzó por su mente fue hacer sentir al pequeño de la misma manera que él lo estaba. Así que solo habló, no razonó ni pensó en las consecuencias, en aquellas que ahora le estaban pasando factura.

He's mine! » Reddie ⟩ST - IT⟨ •AU-Crossover• [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora