Chapter Eighteen

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La casita subterránea 15.27

-¿Rich, qué hacemos aquí?- Preguntó el pequeño asmático mirando al bocazas.

-Es tu momento de brillar mientras te sacas la ropa y yo disfruto.- El de lentes guiñó un ojo recibiendo un golpe de Kaspbrak.

-Los demás no vendrán hoy, Richard, será aburrido.- Se quejó el pequeño cruzándose de brazos.

-¡Exacto! Más privacidad para nuestras cochinadas.- Revolvió el cabello de Eddie y se alejó cuando el asmático hizo ademán de querer golpearlo.

-¡A veces quisiera ahorcarte, bocazas!- Se quejó el pequeño mientras abría la compuerta de la casita subterránea.

-No puedes Eddie-san. Hoy es vielnes de aholcal pasivas.- E hizo una reverencia con sus palmas juntas. El pequeño enojado por las palabras de Richie, soltó la otra compuerta logrando que caiga justo encima de la palma del bocazas.

-¡Demonios! ¡Spaghetti!- Se miró la mano adolorida y la sopló en un intento inútil por aliviar el dolor. -Con que así sientes cuando te doy duro.- Asintió fingiendo comprensión y soltó una carcajada cuando Eddie le lanzó un cómic. El bocazas atrapó al asmático y estaba apunto de hacerle cosquillas cuando la compuerta se abre y entra Stan sumamente calmado con un recipiente de lata en las manos.

-Mentiste Richard, si venían hoy.- Tozier alzó sus hombros restándole importancia a la presencia del judío y comenzó su venganza mientras Kaspbrak reía sin parar y daba manotazos al aire queriendo apartarlo.

Stan simplemente rodó sus ojos y siguió en lo suyo, aún sin comprender completamente como es que habían llegado a ser amigos, siendo sus personalidades tan opuestas.

-¡Me ahogo Rich! ¡Me ahogo!- El aparente asma hizo que el bocazas bajara la guardia y cuando se dispuso a ayudar a Eddie, este lo atacó dándole varios golpes con los comics. -¡Eddie 20 - Bozacas 0! ¡Bésame el trasero!

-Y ahora lo dices.- El pequeño reparó en lo que dijo y con las mejillas sonrojadas corrió hasta Stan e hizo que se interponga entre él y Richie.

-¡Golpéalo Stanley, por favor!

-Enjabóname quiso decir.- Adoptó el acento de la abuelita y encorvado levemente, habló. -Vamos pequeño Stan el Galán, no seas malo-malo-malito. Devuélvele a esta pobre anciana su Pablo Mármol.

-¡Oye!- Se quejó Eddie por aquella falta de respeto, o sea... si era bajito, pero no era necesario el recordatorio. Stan aprovechó esto y se colocó detrás de Eddie para luego empujarlo hacia Richie.

-Te lo regalo. Ya váyanse. Shu.- Y se alejó para luego comenzar a arreglar el desastre de la casita.

-¡¿Dónde está tu humor risáceo, eh jaboncito?!- Habló fingiendo sufrimiento mientras agarraba su radio y se llevó a Eddie fuera del lugar. Lograron salir y se sentaron apoyándose en una gran roca, cuando en el campo de visión de ambos apareció Will, quien se acercó rápidamente al asmático y al bocazas, y unos segundos después, Mike apareció por el mismo lugar, probablemente siguiendo a Byers.

Habían pasado varias semanas desde el inicio de clases y las cosas habían cambiado muy ligeramente. Richie y Eddie ahora tenían más confianza (evidentemente), para molestarse entre ellos y jugar. Por supuesto lo hacían cuando estaban solos, o cuando estaba Stanley, a quién poco le importaba lo que hacían.

Mike aparentemente había dejado sus intenciones de molestar a Eddie, pero Richie estaba totalmente seguro que detrás de todo eso, se escondía una teoría conspiradora en la que su hermanastro esperaría pacientemente a que él bajara la guardia para arrebatarle a Eddie, y que él no tardaría en desmantelar, por lo que su actitud sobreprotectora con los pequeños en ese momento, el bocazas la justificaba totalmente.

Despacio se acercó más a ellos, quienes leían unos nuevos comics que probablemente había traído Will, y continúo escuchando rock and roll.

Mike no se detuvo. Siguió su camino hacia la casita subterránea a la cual entró y salió con otros cómics en manos, para luego tomar asiento muy apartados de ellos y ponerse a leer. Cualquiera que lo viera creería que no hay ninguna intención oculta, pero Richie no era cualquiera, era su hermanastro y su instinto le decía que...

-Richie.- La voz y la mitad del cuerpo de Stanley emergieron de la casita subterránea en un tono alto, por lo que todos se sobresaltaron. -Richie si no vienes a recoger tus discos los voy a tirar a la basura.- Y tal como apareció, se sumergió de nuevo en el ambiente hostil de la casa. Richie lo miró horrorizado.

-¡Úsate para lavar tus pecados, que con lo que dijiste se te acumularon bastantes!- Y se levantó rápidamente, haciendo reír a Will y Eddie. -¡Te cambio a Eddie por mis discos!- Y se alejó riendo, lo más rápido que pudo para que Eddie no llegase a golpearlo. E igual que Stan, se adentró en la casita, olvidándose por completo, el acuerdo que tenía con él mismo de no bajar la guardia con Wheeler cerca.

Y Mike, como lo dedujo Richie (ciertamente el bocazas no solo era bueno, para hablar si no también para observar) se levantó acercándose a los pequeños extendiendo tres tickets.

-Tengo tres entradas a la Heavy-Metal-Manía de hoy, ¿quieren acompañarme?- Eddie se sintió incómodo, disfrutaba el rock and roll, pero porque Richie sí disfrutaba el rock and roll y después de tanto tiempo le había cogido el gusto, pero el heavy-metal no era algo que le agradace. Sin embargo, la mirada que le dedicó Will a Mike hizo que se callara y decidiera Byers.

-Si, claro.- Habló y miró a Eddie, casi rogándole que lo acompañara. El asmático suspiró y cedió.

-Está bien. Pero...

-De acuerdo, vamos.- Habló Mike y comenzó a empujarlos levemente.

-Pero... y Richie... Debo decirle que nos vamos...- Eddie quiso retroceder, sin embargo Mike disimuladamente no se lo permitió.

-Ya sabe. Él nos alcanzará, también tiene una entrada.- Eso hizo fruncir el ceño a Eddie, Richie definitivamente no era amante  del heavy-metal.

-¿Cómo...?

-Me costó pero logré convencerlo. Le dije que irías a hacerle compañía ¿No querrás dejarlo solo, verdad?- Eddie negó frenéticamente y simplemente se dejó llevar. Mike se anotó mentalmente cincuenta puntos, y muy a su pesar le borró los otros tres mil a Richie.

El bocazas terminó de recoger sus discos y apilarlos en la esquina del lugar. Todo en su interior estaba en calma, hasta que salió de la casita subterránea y esa calma se desmoronó.

-Mierda.

***

¡Hey! ¡Wazza!

Espero que les haya gustado, dejen su votito y comentario.

¡Tengo una idea loca en la cabeza y quiero saber si les gustaría leerla! Ya hasta le tengo portada y todo.

De verdad que esta idea me divirtió mucho y si están de acuerdo y me dejan sus comentarios, pronto la estaré escribiendo y subiendo por aquí (en mi perfil me refiero)

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De verdad que esta idea me divirtió mucho y si están de acuerdo y me dejan sus comentarios, pronto la estaré escribiendo y subiendo por aquí (en mi perfil me refiero).

¿A qué no adivinan quienes son los cuatrillizos?

Así que ¡Qué esperan, dejen sus opiniones!

¡Nos leemos! ¡Gracias por el apoyo!

Actualiseichon:
¡Ya está! ¡Vayan a verlo!

Mel♥️

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