Witcham Street 15.31
Stanley estaba de pie frente a aquella casa de dos pisos, con su bicicleta a un lado. Era una casa común, pero pensar en una de las personas que lo alojaba lo ponía triste e impotente. No se decidía si era mejor ir a su casa, o armarse de valor y golpear la puerta a unos metros de él. Lo meditó unos segundos, inseguro, y finalmente optó por acercarse.
No tenía nada que perder. Nada realmente valioso como lo que había perdido esa persona.
Dejó su bicicleta pulcramente estacionada en el jardín del lugar, subió los escalones del portal y caminó hasta la puerta. Miró indeciso la superficie de madera, pensó un momento en lo que estaba por hacer, pero terminó tocando. Tres sonidos huecos se hicieron escuchar dentro y fuera de la casa cuando sus nudillos impactaron en la superficie, luego... silencio.
Intentó una vez más.
Y de nuevo... silencio.
Estaba por rendirse cuando pasos inquietos resonaron desde adentro y pudo deducir que alguien bajaba las escaleras de prisa. Esperó impaciente. Los nervios carcomían sus entrañas y de pronto sintió ganas de irse. Bill no quería verlo. Lo dejó claro los días que estuvo en el hospital cuando no permitió las visitas, pero lo extrañaba, le hacía tanta falta que simplemente no podía evitarlo. No le importaba si no dejaba que se le acercase, solo quería verlo una vez más y asegurarse que seguía vivo, que seguía ahí, aún si no era con él.
El sonido de la puerta abriéndose alteró su ritmo cardíaco y creyó dejar de respirar unos segundos. Un niño pequeño se plantó ante él y tuvo que bajar la mirada para observarle el rostro y deducir quien era.
-Hola.- Saludó el pequeño sonriendo y Stan suspiró aliviado de no tener que enfrentarse a la madre o al padre de Bill. Aún seguía molesto con aquellos adultos que consideraba hipócritas con su propio hijo.
-Hola Georgie.- Devolvió el saludo y miró hacia el interior de la silenciosa y oscura casa. -¿Estás solo?- El pequeño asintió.
-Mamá fue de compras. No volverá hasta más tarde. Y mi papá está en el trabajo.- Stanley asintió comprendiendo las palabras del niño.
-¿Puedo pasar a ver a Bill un momento?- Georgie lo miró desconfiado.
-No se supone que deje pasar a alguien extraño... Pero tú eres Stanley. Así que creo que está bien. De todos modos no ha querido ver a nadie desde que se lastimó al caerse de su bicicleta.- El chiquillo se hizo a un lado permitiéndole el paso. El judío asumió que nadie le había contado nada Georgie, aún era pequeño y habían temas a su edad que eran mejor no saber.
Vió el camino despejado y los nervios lo invadieron de nuevo. Suspiró y exhaló tratando de calmarse, después, se adentró al lugar. Subió las escaleras sin prisa y al llegar arriba giró a la derecha, en dirección a la habitación de Bill. Observó brevemente un florero y varias fotos a su lado antes de plantarse ante la puerta cerrada con un poster que la adornaba y figuras de aves pegadas en el trozo de pared a su lado.
Tocó tres veces y esperó.
No se escuchó nada. Sin embargo, la puerta se abrió segundos después.
Bill estaba frente a él con los ojos rojos y el cabello despeinado. Las ojeras parecían cardenales en su rostro y Stanley sintió que su corazón se rompía un poco más con aquella imagen. Denbrough retrocedió.
-N-no d-de-deberías estar a-aquí.- El judío notó con pena como su lengua parecía enredarse más que antes, mucho más.
-Lo sé, solo... Solo quería verte una vez más.- Bill negó rápidamente.
-N-no deberías...- Y guardó silencio cuando Stanley caminó hasta el umbral de la puerta, el rizado no tenía intenciones de acercarse demasiado, solo quería observarlo mejor. Bill creyó que aquel miedo paranoico que sentía constantemente comenzaría a invadirlo en cuanto Stanley se aproximara a él, pero no fue así. Sintió la seguridad que se esfumó de su cuerpo en cuanto abusaron de él, y la certeza de que el chico no haría nada que él no quisiera o llegue a lastimarlo invadió su mente. Así que comenzó a llorar, porque creyó nunca volvería a ser él mismo con Stanley, pero no fue así. Lágrimas resbalaron por sus mejillas y los sollozos salían involuntariamente de su boca.
Stanley no supo qué hacer.
-Lo lamento, lo lamento, discúlpame. No quise asustarte, no pensaba acercarme. Discúlpame.- Y comenzó a retroceder, ver así a Bill le resquebrajó el alma y se sintió mal por hacerlo sufrir de esa manera. -No pienso hacerte daño, Bill, ya no llores, por favor. Lo lamento. Ya me voy pero no llores.- Sin embargo, Bill negó.
-N-no. No te v-vayas. P-por favor.- Eso desconcertó a Stanley. -N-no te vayas n-nunca... No me dejes nunca.- Las últimas palabras acariciaron como terciopelo los oídos de Stanley. Fueron claras, sin enredos. Fueron sinceras. Fueron desde lo más profundo de su corazón.
-¿Puedo...?- Preguntó señalándolo y Bill asintió entendiendo. Así que eso hizo. Se aproximó a Bill y despacio lo estrechó entre sus brazos. Ambos sintieron al instante la calma que necesitaban desde aquel día espantoso. Y Stan supo enseguida que no quería dejar solo a Bill, nunca. Quería estar con él para protegerlo, siempre. Eso es lo que haría desde ese momento. Dejaría el miedo y la cobardía a un lado si se trataba de Bill, porque eso es lo que merecía el chico entre sus brazos. -Te extrañé mucho.- Le susurró en el oído y comenzó a acariciarle el cabello.
Bill no habló, solo disfrutó del momento y se apretó más a él, sin intenciones de soltarlo. Queriendo transmitirle que también lo había extrañado. Y Stanley entendió, entendió lo que quiso decir, y como propio de él, le pareció correcto hacerle saber que estaría con él.
-Te quiero, Bill. Mis palabras son una promesa.- Y Bill sollozó más fuerte, y lloró hasta que una pequeña parte de su miedo se disipó. Stan no le reprochó, no le dijo que se tranquilizara y ni que dejara de llorar, no se quejó ni habló, solo lo acompañó hasta que Bill pudiera liberar todo el dolor que tenía acumulado en su mente, en su corazón, en su cuerpo y en su alma. Hasta que sintiera que estaba a salvo y que podía contar con él.
Hasta que entendiera que con sus acciones le demostraba que lo amaba. Pero eso... eso no llegó a decirlo. Aún no era el momento.

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He's mine! » Reddie ⟩ST - IT⟨ •AU-Crossover• [Completa]
Fanfiction⚠️ ADVERTENCIA: Esta historia incluye contenido delicado como lenguaje inapropiado y escenas de agresión sexual que pueden resultar ofensivas o herir su sensibilidad. Si decide leerla, se recomienda la discreción del lector. ⚠️ [COMPLETA] Donde Rich...