Capítulo 22

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Chris

Alguna ves se han sentido con la necesidad de hacer o decir algo pero por medio a arruinar las cosas, a estropear lo bueno que les ha pasado no lo hacen.

Temen perder a esa persona que de una extraña manera, tan rara y complicada que sea, pero aún así cada ves que están con ella todo mejora, toda es más fácil, tan facil como respirar.

Ese temor que les invade por completo porque no saben cómo va a reaccionar aquella persona ahora que dieron un gran paso, es como esa sensación cuando ibas de camino a tu casa saliendo de la escuela y sabias que habían llamado a tu casa por pelearte con un compañero en clase, no sabías lo que te esperaba al llegar, no sabías cómo reaccionaría tu madre, es esa sensación pero multiplicado por mil.

Esa incertidumbre.

Me sentía lleno de frustración, incertidumbre, temor y pánico, esta chica me tiene al borde de un precipicio y estoy seguro que ella no se da cuenta.

Y ahora que estoy despierto, viendo dormir a la chica más inteligente, terca, necia, hermosa, arrogante y carismática, ahora que probé de sus labios, probé su piel y de su núcleo, justo en este momento no sé qué hacer.

El miedo, los nervios y la interrogante de cómo actuará una ves que despierte.

¿Qué tal si ella se enoja? ¿Qué tal si decide irse? ¿Qué tal si...

Pero solo por ahora, en estos minutos de paz y tranquilidad donde ella aún tiene los ojos cerrados, sus labios entreabiertos y su respiración profunda y pausada, solo aquí me permito maravillarme de ella.

Es lo mejor que puedo hacer en estos instantes, disfrutar el momento, de estos segundos, posiblemente será la primera y única ves que tenga la oportunidad de apreciarla y disfrutarla de esta manera, y mientras así sea, me llenare de su exquisita presencia.

Su piel tan delicada y suave, su cabello revuelto que le cae sobre su rostro, tomo un mechón y lo aparto para que tenga una mejor vista de ella.

Duerme tranquilamente.

Ay Caramelito... ¿Qué voy hacer contigo?

Sé que ella no está acostumbrada a estas cosas, sé que no sabe lo que es ser amada, ni lo que es amar a alguien. Pasó la punta de mis dedos por su mejilla, preguntándome qué es lo que voy hacer ahora, ¿Acaso tengo que actuar como si no hubiera pasado nada? O ¿Tengo que actuar como si fuera el mejor día de mi vida? Traer el desayuno o levantarme antes de que despierte.

Recorrí su dulce espalda delicadamente y en el proceso quitando la fina sabana que la cubría, su cabello caía sobre su espalda y en la almohada.

Parecía un ángel, un angel arrebatadoramente y dolorosamente hermoso e incalcanzable para un simple mortal como yo.

Ay Caramelito... ¿Qué es lo que voy hacer ahora?

¿Qué es lo que vamos hacer?

Conociéndola, tal ves me diría que esto no era parte del trato de que teníamos, conociéndola me echaría la culpa para después marcharse, conociéndola haría de cuentas que lo que pasó anoche nunca pasó. Conociéndola...no sabía cómo reaccionaría.

Me comía mis entrañas con solo pensar en las mil y un posibilidades de lo que podría pasará ahora.

No, cálmate Chris. Mantén la cabeza fría.

Si ella decidía ignorar lo que pasó entre los dos, entonces yo le haría ver que fue más de una sola noche, si ella por muy extraño que fuera decidía recordar y dar el siguiente paso entonces yo muy feliz aceptaría, pero si ella decidía...  si ella decidía irse después de esto, entonces yo...¿La dejaría ir o iría tras ella?

Definitivamente iría tras ella, no sería uno de esos chicos que no peleaban por lo que querían, al diablo la frase de "si en verdad la amas, déjala ir". No sé quién inventó esa estupidez, pero yo... aún no se si la amo, pero definitivamente no la dejaría ir, me quedaría a su lado y le seguiría a donde fuera.

No teníamos mucho tiempo de conocernos, solo unas semanas y la mayor parte del tiempo habíamos pasado peleando, pero en el momento en que la vi, en el momento que choque con ella en aquel callejón de Verona me impactó por su hermosura y más por su indiferencia hacia mi, su desinterés y terquedad, me maravillaba la forma en que protegía a su prima, su manera de ser, ese caparazón tan duro y pesado que cargaba todos los días, y muy pocas veces durante algunos segundos me dejaba ver lo que había en el interior, la verdadera Estefania, aquella chica carismática, tierna, inteligente y lograr lo que se propusiera. Era esa chica de la que me había enamorado.

Sí, me enamore de Estefania, me enamore de mi Caramelito.

Si en verdad amas algo peleas por ello, y no te detienes hasta conseguirlo.

Y eso es lo que haría y no me detendría hasta que ella aceptara que sentía algo por mí, y le demostraría que mis intenciones hacia ella eran buenas y puras y aún así no me detendría.

Seguí recorriendo su espalda, parecía que brillaba ante los rayos del sol.

-Hermosa- susurre.

Me acerqué a su piel y le deposite un cálido beso sobre el hombro, baje un poco más por la columna y de nuevo subí hasta el otro hombro, bese su cuello y la besa de el. Escuche como soltaba un suspiro, seguí dejándole besos por toda la piel expuesta, jamás me cansaría de eso.

Si, definitivamente iría tras ella, le haría ver lo que es el amor, lo que se siente ser amada, lo que es amar a alguien, haría eso y mucho más.

Ella soltó un gruñido mezclado con un gemido, giró levante su cabeza y sin perder un segundo más fue por sus labios, suaves, dulces y cálidos.

Ella giró quedando sobre su espalda y pasó sus brazos por mi cuello y sus piernas me rodearon las caderas.

Me quede un momento quieto, esperando su reacción, por más que quería volver a tenerla tenía que pisar un poco el freno.

Estef abrí los ojos, brillantes y cautivadores, ahogue un gemido solo de ver esos alegres ojos que me miraban atento.

-Buenos días- dije despacio.

-Buenos días- sonrío y un ligero sonrojo le recorrió las mejillas y el cuello- Linda forma de despertar.

-Crei que no te gustaba que te despertaran- dude un poco.

-Si, pero esta forma de despertar me gusta.

Alcé una ceja sorprendido, está tranquila y un poco juguetona, eso me gusta.

Ella pego su cadera con la mía y sin más sentí como mi pulso se aceleraba y la sangre me fluía a esa parte en especial.

Estaba muy juguetona.

-¿No vas a darme de desayunar?- preguntó, pero su voz fue seductora- Ya sabes lo que dicen, el desayuno es la comida más importante del día.

Sonreí, aún no estaba seguro de su estado, pero mientras ella me permitiera estar a su lado de esta forma y muchas más entonces lo aprovecharía y gozaría.

Mi Caramelito, mi angel arrebatadora y dolorosamente hermosa e inalcanzable, no era digno de tal honor.

Mi Caramelito.


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Hola mis amores!!!

¿Cómo les ha ido en su semana? Espero que bien y sino estoy segura que al leer este capítulo los habrá alegrado un poco el día, porque seamos sinceros, este capítulo es demasiado tierno y azucarado que podría causar diabetes xd.

Aquí tienen un poco más de nuestro querido Chris y cómo pueden notar, él es un chico increíble, compasivo, considerado y con un toque de chico malo... ¿quien no quiere un chico como el?

Bueno mis amados lectores nos vemos el lunes, disfruten de su fin de semana y hagan su tarea (no dejen las cosas para el final, así como yo jeje) pero no se pueden ir hasta que me dejen sus votos y comentarios.

Los quiero!!!

Bere :D

Amor a la Italiana (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora