Capituló 24

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Una brisa ligera entrando por una de las ventanas, el canto de los pájaros, y la luz del día fue lo que me despertó.

Me gustaba esta tranquilidad, pero por más que me gustara tenía que levantarme.

Cuando termine de ducharme y arreglarme un poco baje para desayunar, me sorprendí mucho cuando vi que la mayoría de la gente que había anoche ya se había ido, solo que deba el personal que trabajaba en el viñedos en el pequeño hotel.

Encontré a Sofía junto con todos los chicos en la cocina, bueno casi a todos solo faltaba el Chico Maravilla.

Mi teléfono sonó, pero al ver el numero colgué en seguida.

–Buenos días– me dijo Sofía con una gran sonrisa en el rostro. La mire con más detalle, sus mejillas estaban sonrosadas, su cabello bien arreglado y ella y Kyle estaban muy pegados más de lo normal, cuando me acerqué vi que sus ojos brillaban y sus sonrisa no se borraba por nada del mundo.

Respiré profundo y me aclare la garganta.

–Buenos días a ti también.

Me miró por unos segundos más y entendí que ya había pasado.

–¿Qué tal tu noche querida compañera?– Sam me paso un brazo sobre los hombros y me sonrió– Te diré cómo estuvo mi noche, estuvo estupenda, no sabía que un puñado de adolescentes podían ser tan desenfrenadas.

–Sam– le hablo Kyle– son menores de edad

–Y eso que. Yo no hice nada malo, solo las entretuve un rato

–Las entretuvimos– le interrumpe Jeremy– esas chicas sí que están locas.

Ambos chicos chocan puños a modo de estar de acuerdo.

–No paraban de decirnos de cosas y de  tocarnos

–Por un momento pensé que nos violarían

–Lo hicieron con sus miradas.

Todos allí se veían relajados y contentos y me sentía a gusto, pero aún faltaba Chris para poder sentirme completa.

–¿Alguien a visto a Chris?– pregunte antes de pensarlo

–Dijo que bajaba en un rato más– hablo Sam con comida en la boca– creo que está preparando algo

–¿Preparando?

–Yo lo vi nervioso– dijo Jeremy

–Daba vueltas por toda la habitación como león enjaulado.

–Cállense y terminen de comer– los interrumpió Kyle pero aún así no le hicieron caso

–Se veía mal, como si fuera a la guerra con solo un par de palos y piedras.

–Si continúa así podría darle un ataque de pánico.

–Si eso ocurriera tendríamos que grabarlo y...

Sofía no los dejo continuar pues metió un par de pedazos en la boca de cada uno.

–No hablen con la boca llena– les dijo y después se giró a verme– De seguro no tarda en bajar, mejor come un poco anoche no comiste nada y no quiero que te desmayes a mitad de la sala, por cierto ¿ya viste lo grande que es el lugar? Es como si este lugar nunca terminara, y que me dices del viñedo ¿ya lo has visto? Me imagino que es una gran cosa para ver y también para que te animes a dibujarlo, sería una gran fuente de inspiración y...

Y así continuo por un rato más. Sabía lo que hacía, tratar de distraerme y no pensar a Chris y en su extraña forma de actuar.

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Amor a la Italiana (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora