Capítulo 1

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El día estaba muy soleado, a pleno verano las calles estaban inundadas de vacacionistas con mapas en las manos, ropa cómoda para hacer camitas largas, bronceados y muchos de ellos cansados y resguardándose bajo la sombra, en algún restaurante o banqueta.

Había familias enteras recorriendo las calles, al igual que muchas chicas adolescentes corriendo de un lado a otro y riéndose entre ellas.

Pase entre las calles y algunos pasadizos, Verona era conocido por eso, aparte de que fue el lugar iconico para la novela de un gran escritor, era una cuidad vieja, sus casas y edificios hechos de piedra, calles angostas y alegres, la gente aquí parecía que vivía de lo que se respiraba en el ambiente, amor y esperanza...

Puaj.

Por eso había tantos visitantes, para poder caminar sobre estas calles y trasladarse a aquella época donde parecía que el amor, el casarse era lo más esperado entre los cortesanos.

Seguía caminando entre las calles, esquivando a las personas y checando mi celular cada pocos minutos

¿Ya vienes en camino?

Era mi prima Sofía, solo un año menor que yo, pero desde que venía más seguido a verlos, a ella y a mi tío, nos habíamos vuelto más unidas, prácticamente éramos como hermanas.

La chica era lo contrario a mi, ella era risueña, alegre, amable y siempre viendo lo mejor en las personas, ella era todo risas y sonrisas. Ayudaba a su padre en el restaurante y en pequeño hotel que tenían, y es por eso que cuando me había enviado un mensaje que dejara mi recorrido por las calles y mis dibujos y volviera a ayudarlos con el restaurante ya que necesitaban gente, deje mi mundo pacífico lleno de tranquilidad y me resigne a volver y preparándome para volver a plantar una sonrisa ante los clientes.

Estoy a unas calles.

Le respondí el mensaje, pero cuando estaba guardando mi teléfono en mi bolsa no note a la persona que corría hacia mí y cuando chocaba contra mí casi caigo al suelo.

-Hey- dije malhumorada.

Era un chico frente a mi quien había chocado conmigo. Llevaba pantalones deportivos, una chamarra con la capucha sobre la cabeza, y se veía más desaliñado que yo por la mañana.

Me veía sorprendido y preocupado, estaba rojo de la cara y su respiración era agitada, como su hubiera estado corriendo.

Un chico vestido así, en ese estado, hubiera pensado que acababa de cometer un robo y hubiera huido.

Y parece que él me lee la mente pues rápido me toma del brazo y me tapa la boca para que no grite, sin pensarlo más le suelto un rodillazo y el chico me suelta soltando un pequeño chillido.

-Aléjate de mi- le gritó y cuando estaba a punto de huir de ahí el habla entre dientes.

-Espera- su voz es apenas audible y jadeante y trata de recuperarse del golpe.

-No me toques- Le digo amenazante

-No lo haré- el levanta ambas manos en señal de rendición y cuando por fin se recupera y deja caer la capucha le veo el rostro.

El atractivo, debo de admitirlo, ojos grises, nariz delgada, pómulos altos y labios delgados, su cabello es negro y por alguna razón siento que ya lo había visto en alguna parte

-Necesito que me ayudes.- me dice gentilmente

-¿Yo?- doy paso atrás

Donde lo he visto

-Necesito que me escondas- dice ahora preocupado

-Eso diría un ladrón- digo

-No soy un ladrón- dice a la defensiva

Amor a la Italiana (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora