Amor a la Italiana (TERMINADA)

Capitulo 25

Idiota

¿Porque dije eso?

¿Acaso no podía quedarme callada por un instante?

Idiota, idiota, idiota.

Yo solo quería... Yo...

Yo quería estar con el de la misma forma que él quería estar conmigo.

¿Y porque diablos me costaba tanto trabajo decírselo?

Le dije todo eso porque me dio miedo, jamás me habían dicho algo así, no supe de que otra forma reaccionar.

Y ahora... Tal ves ya no podía hacer algo más.

Todo por sentir miedo ante algo nuevo y desconocido ¿acaso siempre se siente miedo en el amor? ¿Siempre existe esta... Duda?

Yo quería estar con el, aún cuando lo nuestro tal ves estaba destinado a fracasar, aún cuando sabía que tarde o temprano nos separaríamos, porque yo estaba por entrar a la universidad y él estaría en conciertos, viajando y la distancia se interpondría entre nosotros.

Pero si tenía la oportunidad de estar con él por un tiempo, entonces tenía que aprovecharla. Como dicen algunos poetas "prefiero vivir una vida contigo, que vivir mil vidas sin ti".

Estupidos sentimientos que no me dejan pensar claramente.

Jamás había querido estar con alguien de esta forma, pero Chris... El supo como atravesar mis barreras, jamás se rindió y me ve por lo que soy en realidad.

Como una chica fingiendo ser una roca pero cansada de estar levantando muros, defendiéndome con frases sarcásticas o el desinterés ante los demás, fingiendo que nada me importa y que no me interesa.

Pero ahora... Quería ser alguien diferente, solo por él.

Lo vi alejarse de mi con cada paso que daba.
Mire al cielo estrellado y me acerqué al pasto y me tire sobre el, viendo las estrellas, tan brillantes y tan lejanas. Como el.

–¿Que estás haciendo?–escucho su vos no muy lejos de donde estoy.

–Ven aqui– palme el pasto que estaba mi lado– Acuéstate a mi lado.

–Justo al lado del letrero donde dice no pisar el césped.

–No lo estamos pisando, estamos tumbados sobre el.

–Estef... Ahora no, estoy cansado.

–Vamos, no dejes a un chica a mitad de la noche, es relajante.

Unos segundos después veo de reojo a Chris acercarse a mí y tirarse a mi lado, aún lo suficientemente lejos de mi, creo que no quería ni tocarme.

–¿Y ahora que?– pregunta

–Silencio– le digo– y mira las estrellas.

El calló al momento y creo que hizo caso a mi orden pues gire ligeramente la cabeza y lo vi concentrado mirando el cielo.

¿Qué estará pensando?

Tal ves se está arrepintiendo de lo de esta noche, tal ves esta repasando en su mente que pudo hacer mal, tal ves piensa en porque lo rechace.

Idiota.

No sé cuánto tiempo pasó, no hablamos ni nos movimos, el frío de la noche empezaba a caer pero aún así no quería moverme, me sentía muy tranquila y esperanzada por lo que estaba por decir, aún cuando con cada segundo que pasaba sabía que Chris se levantaría y me dejaría tumbada y sola.