Capítulo 29

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Chris

El concierto termino y como siempre esperaba ver a mi Caramelito para poder besarla pero esta vez no estaba.

–Dijo que se sentía mal y la llevamos al hotel– me dijo Glenda al ver que le buscaba con la mirada.

–¿Te dijo que tenía?–pregunte preocupado.

No recuerdo que me dijera que sé sintiera mal, o que le doliera algo, de hecho fue todo lo contrario antes de salir del hotel.

–Solo me dijo que se sentía mal.– fue lo único que me dijo Glenda.

Nos llevaron directo a los autos y nos dirigimos al hotel, los chicos reían y bromeaban  pero en el camino le llame por teléfono pero me mandaba directo al buzón, levante la vista de mi celular y Sofia me miraba precavida pero después giro a ver a Kyle.

Tuve un mal presentimiento sobre aquello.

Sofia nunca pasaba dos segundos sin decir nada y viendo con más detalle parecía triste.

O tal vez solo era imaginación mía.

Cuando llegamos al hotel ni siquiera me despi de mis amigos y fui directo a nuestra habitación.

Tal vez se sentía muy mal como para contestar el teléfono, he estado tan alegre y eufórico de por fin tenerla que no me di cuenta de que se estaba enfermando, que tal si era algo grave, que tal si tenía que regresar a Verona antes de tiempo.

No, ella estará bien.

De seguro está tomando uno de sus largos baños para refrescarse.

Me adentré a la habitación y la llame.

–Caramelito.– no estaba en el cuarto, fui al baño y tampoco.

La cama aún estaba desordena, pero su maleta con sus cosas no estaba. Escuche unos pasos viviendo de la entrada.

–Estef...– giré sobre mis talones pero no era ella– Sofia– dije sorprendido al verla.

Camine de vuelta hacia el baño, sus cosas no estaban.

–¿Sabes si fue al hospital? ¿Se sentía muy mal?– pregunte un poco más preocupado.

Tal vez fue al hospital, se quedó sin batería, si era así como le haría para contactarnos, o tal vez fue al restaurante por algo de comer...

Mi cabeza empezaba a dar vueltas.

Ella negó con la cabeza.

–¿Dónde está?– di varios pasas hacia ella pero me detuve a mitad del camino.

–Lo siento tanto– susurro.

–¿De que hablas?

–Trate de convencerla, de detenerla pero ella ya había tomado su decisión.

–¿Convencerla de que? ¿De qué estás hablando?– rugí

–Ella hizo un trato con su padre, si se iba con él a ustedes no les pasaría nada malo.

¿Pero de qué diablos hablaba?

¿Trato?

¿Protegernos?

–¿Qué? No entiendo, claro que no... Ella... no es cierto, ella me dijo que... Ella me dijo que solo le abría dicho algo que ya sabia... Que... Que supo manejarlo.

Amor a la Italiana (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora