RUNWAY 🖤 YoonHong

CAPÍTULO CINCO.

Joshua fue consciente de todas las miradas que se posaron sobre él al mismo tiempo, pero definitivamente, había una en particular que lo hacía sentir intimidado.

Seungkwan por su parte sonrió ante la imagen del chico y luego digirió su mirada a Jeonghan quien parecía estar a punto de explotar o algo así.

—¿Jeonghan?—Seungkwan lo sacudió un poco, esperando que esa expresión en su rostro no fuese una que indicara molestia o algo así.

Pero Jeonghan no podía prestar atención a nada más que no fuera aquel chico extranjero que hacía una hora acababa de correr de su oficina.
Sin embargo, parecía ser que ese chico tímido y que gustaba vestir ropa holgada se había ido por completo; contrario a eso, ahora era un joven llamativo en todos los sentidos, sus anteojos habían sido retirados para ser sustituidos por lentes de contacto color azul, sus holgados pantalones ahora eran unos elegantes pantalones azules que hacían juego con el saco que llevaba en su mitad superior sin ninguna prenda debajo.

Sus bien peinados rizos ahora estaban desordenados, casi lisos y arreglados cuidadosamente para descubrir parte de su frente y además, sus ojos se encontraban cuidadosamente delineados así como sus labios que lucían llamativos y brillantes a causa del color rojo que los adornaba.

Simplemente, llamaba la atención desde cualquier ángulo que se le viera y eso solo le molestaba aún más.

—Ven conmigo.—Jeonghan dijo finalmente sin despegar la mirada de Joshua y caminó de vuelta al camerino sin esperar respuesta.

En ese punto, Joshua sentía que moriría de miedo, no sabía cómo iba a explicar al diseñador Yoon la razón por la cual estaba ahí como parte de sus modelos, pero sabía que, de no seguirlo, todo sería peor, así que tras dedicar a Seungkwan y al resto una reverencia como forma de disculpa, caminó escaleras abajo para seguir al hombre que ya casi se perdía de vista.

Una vez dentro, Jeonghan cerró fuertemente la puerta y aún así se tomó el tiempo de colocar el cerrojo. Se acercó a pasos rápidos a Joshua y nuevamente lo atrapó en la pared, colocándose lo suficientemente cerca de él como para que no le quedaran ganas de moverse.

—¿Qué diablos estás haciendo aquí?—Jeonghan preguntó, su tono de voz no indicaba nada bueno.

—Yo... puedo explicarlo, señor, es que-

—Con que finalmente decidiste formar parte de la pasarela, ¿no es así?—Cuestionó, sonriendo ligeramente, aunque no con mucho humor.—Incluso te atreviste a incluirte sin mi consentimiento. Que descaro, Joshua Hong; y yo que juraba que de entre todos mis asistentes, tú eras el más tranquilo.

—Pero las cosas no fueron así, yo no-

—No quiero oír pretextos. Obviamente sabias que necesitaba un modelo y tomaste la oportunidad; eso fue muy descarado pero astuto de tu parte. Sí sabes que puedo demandarte por esto, ¿no?—Cuestionó, entrecerrando sus ojos con severidad, logrando asustar aún más al joven, si eso era posible.—Pero en lugar de eso, déjame decirte una cosa: si planeas hacer esto, debes comprometerte en serio y hacer todo lo que yo te diga, no quiero rabietas de niño pequeño y no estás para irte cuando se te de tu gana porque así no funcionan las cosas, ¿oíste?

Ante esas palabras, los ojos del chico se abrieron con sorpresa antes de que una sonrisa se formase en sus labios.

—¿Eso quiere decir que recuperaré mi empleo?—Cuestionó con un ligero toque de esperanza aún si sabía que con Yoon Jeonghan no era tan fácil.

—Eso depende de ti, Joshua.—Respondió con seriedad, reafirmando lo anterior.—Ya estás aquí y traes puesto uno de mis diseños; así que, si demuestras que verdaderamente te importa el trabajo, podemos firmar el contrato de nuevo para que vuelvas a ser mi asistente. Pero por ahora eso no me importa, lo único que me interesa es que aprendas a modelar para que esto no termine en un desastre, así que dime, ¿estás dispuesto a trabajar duro para recuperar tu empleo? Si no es así, puedes devolver la ropa e irte.