20. La noche de los retos

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Anne

Llegamos a mi casa. La chica miraba el entorno como si le fuera la vida en ello, mientras masticaba un chicle enérgicamente.

Al salir del coche se puso a tiritar y ha abrazarse a sí misma de frío, era lógico, solo llevaba una camisa y el frío afuera era considerable. Ethan le puso su chaqueta por encimas mientras me miraba fijamente e hizo que una pequeña punzada hiriera mi corazón.

Se va a enterar, aprovechando mi estado y mi dote para la actuación, fingí resbalarme, automáticamente Zack fue a socorrerme y puso brazos en mi cintura.

Punto para Anne capullo.

Lo mire unas décimas de segundo, triunfante y me dirigí a la puerta sonriente.

Al entrar sentí el calor hogareño en mi piel. Entré y me acomode rápidamente en el sofá. El tobillo me estaba matando, y no sé si fue buena idea lo de haber salido hoy, pensándolo bien, para nada fue buena idea salir hoy.

Lisa entró curiosa y como antes se puso mirar cada pared, rincón, suelo y esquina de la casa. Lo que la verdad, me estresa bastante.

–Te gusta la casa Lisa–digo irónica.

–No está mal–dice con cara de asco.

–Bueno, ¿qué hacemos? –pregunta Zack curioso.

–Pues... no sé–dije confusa.

–Podriamos hacer retos–diji Lisa sin mirar a nadie a los ojos.

En serio, los retos solo saben hacer una cosa, empeorarlo todo.

–Pfff...menudo rollo, no se os ocurre algo menos usado–dijo Ethan.

–Pues yo quiero jugar–dijo Zack–¿tú qué dices Anne?

–A mi me da igual– en verdad no, pero con tal de joder a Ethan, lo que sea.

–Pues decidido–Termino Lisa.

Ethan puso los ojos en blanco.

–Empiezo yo–dijo Lisa–no os cortéis.

Una sonrisa se apoderó de la cara de Ethan.

–Llama a tu ex y dile que quieres que volváis y corta antes de que pueda contestar.

–Pedazo de cabrón.

–Lo sé–dijo orgulloso.

Tal y como se lo dijo, lo hizo, cogió su teléfono móvil y empezó a marcar el número rápidamente, ni tres minutos tardo en contestar, ni mucho menos ella en tardar en decir su frase bomba, tras haber cumplido el reto colgó la llamada y se empezó a reír a carcajadas.

Tiene agallas esta chica.

–Bueno Zack–comenzo a decir Lisa–te reto a...

De pronto el teléfono de Zack comenzó a sonar.

Se fue a la entrada y comenzó a hablar con su madre.

A los minutos se acerco a nosotros y nos dijo:

–Me tengo que ir chicos.

–Oh vaya–dije apenada.

Se despidió con la mano y salió apurado.

–Vaya, se va a quedar sin reto, bueno, pasamos al otro chico–la cara de la chica refleja una obvia sed de venganza– Te reto a que corras en ropa interior por la calle–depronto posa su mirada en mi–gritando el nombre de Anne.

La mandíbula de Ethan estaba en el manto terrestre.

–Venga ya, yo fui capullo pero eso sobrepasa todos los límites.

–Un reto es un reto.

–Pfff está bien–dijo

Tal y como lo dijo salió y empezamos a oír después los intensos pero cortos gritos, menuda vergüenza, yo ya no salgo más por mí vecindario.

Vino a los cinco minutos, con los mofletes colorados y sin respiración.

–Anne–dijo Lisa.

–Dime

–Te reto a...–Ay no–te reto a..mmm no sé, ah ya sé, bañate con Ethan en el mismo cuarto de baño.

¿¡Que!? ¿¡jamás!? Antes está mi orgullo, mi dignidad, etc.

–Eh, ya vale, déjame a mí en paz.

–Lo dices como si no lo fueras a disfrutar–dijo Lisa entre risas.

–Pones retos demasiado duros...–dije yo en tono ofensivo.

–Lo sé pero son los más divertidos–se levantó y antes de irse nos dijo–Me tengo que ir ya, espero que cumplais el reto.

No se lo cree ni ella que lo voy a cumplir, antes prefiero la muerte.

Salió caminando triunfante y cerró la puerta.

Nos quedamos en silencio durante minutos.

–No tienes porque cumplirlo.

Estaba enfadada con él, no pensaba ablandarme como siempre.

Pase de él durante segundos.

–No pienso hacerlo.

–Ya lo sabía–dijo con una media sonrisa.

Intenté reprimir la mia.

Me levanté, como pude, y avance hacia el cuarto de baño, dónde estaba mi ropa, me iba a duchar. Él se levantó y intento ayudarme pero me negué.

Él se sentó enfadado en el sofá.

–Solo pretendía ayudar.

–No quiero tu ayuda, por mí como, si te vas.

Esas palabras me dolieron, pero fingí que ni me molestaron. 

Él se enfado todavía más, aunque en su cara se expresaba un mínimo de tristeza.

–¿Sabes cómo conocí a Lisa?

–No me import–me interrumpió.

–Es mi prima.

¿¡Que!? ¿¡Lisa es su que!? ¿¡Su prima!? Mejor pasamos de definir mi cara de idiota en ese momento.

–¿Pues al parecer te llevas de maravilla con ella no?

–¿¡Anne todavía no lo entiendes!?

–¿Entender el qué?

–Queria darte celos que te encontrara no fue casualidad.

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Hola lector@s me parece que ya traspase el límite de no subir capítulo, perdón 😂❤️. Un abrazo 🤗 y un beso de vuestro autor ❤️. Nos vemos en el próximo capítulo.❤️







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