AnneLlegamos a la puerta de la torre, que estaba protegida con un guardia que tía tenía cara de pocos, más bien de ningún amigo.
Ashley comenzó a hablar con el hombre enérgicamente –Buenas nos gustaría subir la torre.
–Tienen reserva.
–Reserv...–miro a Kyle con ojos de incomprensión y él la miro con cara de todavía comprender menos la situación–Ehh... claro.
–Déjeme, miro la lista–el hombre ojeo una cuantas ojos y dijo, uno de ustedes es Kyle Davis.
–Sí, soy yo–dijo Kyle mostrando un tiket de reserva.
Entramos y nada más perder al guarda de vista Ashley le dió una colleja a Kyle–Porque carajos no me dijiste que iba por reserva, y además teníamos una, que me has hecho pasar un mal rato...
–Solo era un poco de humor.
No pude evitar reírme.
–Sí, tú encima ríete y siguele el rollo que la próxima colleja va para ti.
–Lo siento, era inevitable–dije entre unas pequeñas carcajadas.
Ashley puso los ojos en blanco mientras subía las escaleras. Me apresure a mirar hacia arriba de las escaleras.
¡Santa Madona! ¡Pero cuantos escalones hay en esta mierda!
–Para que pagar gimnasio sí existen escaleras como estas –dije resoplando.
–Creeme el gimnasio vale más barato que esta mierda–dijo Ethan empezando a subir.
Yo lo seguí detrás, era la última, y Ethan parecía que subía las escaleras de tres en tres porque entre que el hueco de las escaleras era pequeño y que iba muchos escalones por encima llevaba su retaguardia prácticamente en la cara un lado pillo se apoderó de mi.
–¡Auch! Anne...
–¿Mmm?–dije disimulando.
–Que haces pellizcándome el c...
–Shh... –dije sonriendo.
–Luego yo seré el pervertido –dijo sacando sus hoyuelos.
–Ummm, creo que sigues siéndolo tú.
–Claro claro...–siguió subiendo las escaleras.
Llegamos por fin al final y pude ver las vistas, había algunas parejas pero aún así el lugar tenía un aura íntimo. Las luces de la ciudad se unían con las luces del cielo y no se podía identificar el horizonte, realmente es el mejor paisaje que he visto en la vida.
Me quedé tan perpleja observando el infinito que parecía que me había dado un espasmo–Bonito paisaje verdad–dije mirando a Ethan con ojos brillantes.
–Yo tengo uno más bonito delante.
Me reí–Que cursi.
–Bueno, al menos he conseguido que te rías.
Me quedé de nuevo mirando el paisaje y él me abrazo por la espalda y apoyo su cabeza en mi hombro. La pequeña brisa cálida nos indicaba que el verano por fin, había llegado para quedarse, y yo pensaba aprovecharlo cada segundo.
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Llegué a la estación de trenes y mi madre me esperaba como siempre junto a Steve. Abracé a ambos y nos dirigimos al coche. Mi madre comenzó a decir, que estaba muy orgullosa de mi, que había sido una campeona, que sabía que yo triunfaría y me comería con cuchara la carrera.
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100 MANERAS DE QUERERTE
RomanceMi enorme dolor de cabeza hizo que mis ojos se abrieran como platos. Me costó unos segundos enfocar la vista, y otras décimas de segundo más para darme cuenta que no estaba en mi cuarto, mierda, ¿que hago en el cuarto de Ethan? y ¿porque estoy en ro...