100 MANERAS DE QUERERTE

9. Te creo

Ethan

Esas palabras dolieron como mil apuñaladas en el costado, o incluso más.

-Puede que no sea nadie para ti, ni que ni si quiera me creerás -hice una pequeña pausa- pero quiero que sepas que de todas las personas de este mundo, tú eres la última a la que le quería hacer daño.

Me di media vuelta y camine hacia la puerta, pero su suave mano me agarró del brazo.

-¿Me lo juras?

-Te lo juro.

-Esta bien -sonrió levemente- te creo.

Mi cuerpo se libro de un gran peso que me aplastaba y agobiaba.

-Cenamos por ahí para celebrar el fin del trimestre.

-Estas seguro de que deberíamos celebrarlo antes de saber las notas.

-No celebró las notas, haberme contenido y no haberme tirado por el balcón del estrés.

Ella no pudo contenerse una gran carcajada, por fin volvía a ser la linda y divertida Anne de siempre y eso me reconfortaba.

Anne

Me di una ducha antes de prepararme para salir con Ashley y Ethan a cenar por ahí. El agua que caía de la alcachofa de la ducha me relajaba los recientes músculos tensados. Me molestaban bastante los ojos, y la garganta, pero me aguante el dolor.

Me metí rápidamente en mi cuarto, ya empezaba a hacer frop, ya que diciembre ya se había asomado. Decidí ponerme unos vaqueros negros, junto con mi sweeter de lana blanco y negro, lo convine con mis converses blancas, Ashley me obligó a ponerme un pintalabios rojo que ni me gustaba, pero bueno, así es ella.

Me dirigí hacia el cajón de las medicinas y cogí colirio para los ojos y una pastilla que me aliviará la garganta. Por suerte el dolor se esfumó y pude volver a estar tranquila.

En lo que Ashley se preparaba me puse a hablar con mi madre, lo tenía que hacer diario y a veces más de una vez. Mi madre no estaba perdiendo el tiempo desde luego, según me contó es muy amiga de un señor desconocido para mi, me alegra que mi madre pueda ser feliz después de la muerte de mi padre.

Ethan se sentó a mi lado y se puso a mirar su teléfono, yo hice lo mismo, intenté sen no levantar la vista de mi móvil. Ashley por fin ya lista se acercó a nosotros y nos hizo un gesto para que nos movieramos y eso hicimos. Salimos de casa y nos acercamos a un restaurante cercano.

Decidimos coger mesa en el interior del restaurante, el restaurante era bastante acogedor y pintoresco, había un intenso olor a limón y a canela, escogimos una mesa pegada a una pared, los asientos estaban acolchados y las mesas estaban limpias y adornadas con mini flores navideñas, que ganas tenía que llegara mañana y poder irme a mi casa a celebrar la navidad con mi madre y quien sabe, alomejor con un nuevo integrante. Cogí la carta y la examiné un poco, todo me parecía que tenía buena pinta y no sabía que pedir. Ashley pidió rápidamente un buen biste de carne y Ethan una ensalada. Bajo la indecisión escogí uno al azar, pez espada.

Mala obción, era una ración enorme y acabé fatigada. Una vez que terminé me incline hacia atrás y suspiré. Ethan se rió levemente, Ashley lo miro con cara rara y luego me miró a mi y sonrió, ya había pensado de más, y la verdad, no sabía porque, hasta que me di cuenta que la risa de Ethan había hecho que mis mejillas se ruborizaran, ¿por qué me pasaba eso?,  no lo comprendo.

Una vez que a acabamos la comida fuimos a dar una vuelta por un parque cercano. Todo estaba decorado con luces hermosas, Londres se veía precioso en Navidad, pero añoraba mi pueblo. Me quedé pensativa un rato hasta que a Ashley se le ocurrió la increíblemente estúpida idea de empujarme contra Ethan.

Como no era suficiente con que mi cara se estampó contra su pecho, él perdió el equilibrio y ambos caímos a la fuente que él tenía detrás. Salí rápidamente del congelada agua de la fuente y empecé a tiritar como una posesa por el frío que invadía mi cuerpo, Ashley nos miraba con cara impresionada, sé que no lo hizo a propósito, pero de esta se acordaba.

Ethan

Salí detrás de Anne de esa maldita fuente con un frío de mil demonios, el frío se colaba por mis huesos como si no hubiera un mañana, mis labios estaban morados, y mi cuerpo no paraba de temblar, realmente no sabía que acababa de pasar, mire a la gente que nos miraba como si fueramos protagonistas de una película, recordé que no llevaba la chaqueta puesta y que gracias al cielo tenía el móvil dentro. Mire a Anne y a Ashley con el ceño fruncido y les dije:

–¡Qué leches estabais haciendo!

–Lo siento...empuje a Anne sim querer y...–respondio Ashley para corregir su error.

–¡Si pues vaya empujón, todavía me duele el pecho!

–¡Qué ya he dicho que lo siento!

–¡Vasta!–grito Anne metiéndose por medio–Primero vámonos a casa, tengo frío, y segundo dejad de gritar, todo el mundo nos está mirando.

Vi que Anne estaba temblando y de pronto me acordé de mi chaqueta.

–Toma anda– dije dándole la chaqueta.

–No hace f...

Empecé a caminar y la ignoré por completo, nada más llegar me duche y me puse el pijama. Me senté en el sofá y puse el calefactor, aún seguía teniendo un intenso frío en los huesos. Anne y Ashley se acercaron ya con su pijama y se sentaron en el sofá.

–Creanme chicos, lo siento.

–No te rayes más, no pasa nada–dije con una media sonrisa.

–Eso, al menos ya se una cosa–dijo Anne

–¿El qué?–dijo Ashley.

–Que jamás iré a la piscina en invierno.

Ashley comenzó a reírse y yo la mire tiernamente, de echo, hecharía de menos a Anne estás navidades.

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Hola lector@s, siento muchísimo la ausencia estos días de capítulos, pero no he subido por la falta de tiempo, más bien por la falta de absolutamente nada de tiempo😰, pero prometo que estaré más activo ahora y que tendreis capítulos para cansados, sin más dilación, un abrazo🤗 y un beso 😘 de vuestro autor, y nos vemos en el próximo capítulo.❤️😘