30. RxM

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Me desperté con dificultad ya que levantarse temprano, no es lo mío. Hice mi cama y me puse una sudadera, unos vaqueros y unas deportivas, me perfumé, cogí la mochila y salí de mi habitación, cerrando detrás de mi.

Antes de desayunar fui al cuarto de baño. Me preparé una tostada con mantequilla y mermelada y me hice un café, necesitaba cafeína en mis venas si no quería dormirme el primer día del segundo semestre, no hacia falta, la verdad.

Escuché sonido en el pasillo, Ethan venía caminando por el con los ojos algo achinados y algo despeinado, al parecer no sólo a mi me ha costado levantarme.

-Buenos días -dijo abrazándome por detrás y besando mi mejilla.

-Buenos días.

-Pffff necesito energía.

-He hecho café -le dije echándole un poco en una taza.

-Muchas gracias -dijo sin dejar de abrazarme.

-¿Piensa desayunar así? -le dije de burla.

-Es la posición más cómoda, para mi.

Suspiré mientras sonreía-Esta bien pero yo necesito sentarme o me caeré redonda.

-Okay -dijo alejándose de mi, no sin antes depositar un beso húmedo en mi cuello.

Me senté en el sofá y el a mi lado y desayunamos juntos. Cuando nos quedaba un cuarto de hora salimos de casa y fuimos camino a la Universidad. Que decir del primer día.

Una mierda.

Ejem ejem, me relajo, teníamos que hacer un proyecto en el que teníamos que llenar todo un terreno enorme, y ala a abrirle las alitas a la imaginación.

Era uno de los proyectos las difíciles que nos habían puesto por el momento, una de los más largos, y uno de los más precipitados de fecha, toda esa suma ¿sabéis qué resultado da?, correcto, estrés. Y también tardes enteras de trabajo, algunas noches en vela y mucho, pero que mucho, dolor de cabeza.

¿Vaya planazo eh?

Como es normal terminé con un intenso dolor de cabeza y tuve que ir a por medicinas que lo anularan a la cocina. Ethan vino al rato.

–Pfff me va a estallar la cabeza.

–Lo mismo.

–Necesito mi medicina–dijo mirándome.

Levante mi ceja–Pues cogela, esta en el mueble.

–No esta justo aquí–dijo acercándose a mi y envolviendo sus brazos en mi cintura.

–Ethan, no estoy para nada ahora.

–Oh venga, no puedo esperar más.

–Pues mala suerte–dije mientras me agarraba la frente–me estoy muriendo.

El hizo un falso puchero–Tienes a tu guapo novio abandonado.

Lo miré burlona– No es eso, si no que has escogido el peor de los días.

–Pffff–dijo quitando las manos de mi cintura.

–Solo conformaté con dormir conmigo, pero tampoco te acostumbres.

El me hizo una sonrisa torcida–Okay algo es algo.

Me fui a la ducha y me di una pequeña ducha. Me hice la cena y me fui a la cama rápidamente, no tenía ganas de nada, solo de dormir. Ethan vino a los cinco minutos después. Se tumbo a mi lado y enrollo sus manos en mi cintura.

100 MANERAS DE QUERERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora