Capítulo 37

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POV: William.

Vuelvo a leer una y otra vez la información en mi computador, esto debe de ser una equivocación siento el crujir de mi corazón que se a roto en mil pedazos, esto no puede estar pasando. Ginebra no me pudo haber echo esto si ambos nos amamos con locura, no concibo la idea de mirarla de la mano de otro hombre y que ese hombre no sea yo. ¿Bebés?. Tiene mellizos.

Con la frustración y la ira a flor de piel me pongo de pie, deslizo el computador por el escritorio con todas mis fuerzas cayendo este al piso causando un gran estruendo. La ira invade mi mente no me puedo detener, destrozo todo lo que está frente a mí, lágrimas calientes resbalan por mis mejillas me encaminó al mini bar que se encuentra aquí. Con rabia tomo las copas de cristal, las lanzo contra la pared al igual que los vasos haciéndose añicos al instante, los cuadros que adornaban las paredes yacen destrozados en el piso.

─¿Porque Ginebra, por que me haces esto? si jurabas que me amabas al igual que yo lo hago. ¿Acaso ese era el amor que decías tenerme? ¡Si sólo han pasado dos putos años! ¿Tan pronto me Olvidaste? ¡Si eres mi puta vida entera! ¿Cómo te atreviste a entregarte a otro hombre?. Y se que lo merezco por lo idiota que fui contigo, tienes derecho a ser feliz de rehacer tu vida, lo acepto amor. ¡Prometo que siempre te amaré!. ─grito a la soledad de esta maldita mansión tomo la botella Jack Daniels de lo que queda del mini bar, la abro con premura y bebo la mitad de un trago quiero que mi vida se acabe en este instante, ya no tengo nada ni nadie por quien vivir la vida no vale nada y más si estas sólo como yo. Sólo está conmigo esta agonía que me acompaña, sigo bebiendo acabo con esa botella tirado en el piso, tomo otra y continuó bebiendo quiero que mi vida llegue a su fin ya nada tiene sentido.. Ya no.

Ya me encuentro muy borracho como para ponerme en pie necesito más licor, ya he bebido dos botellas y mi dolor no se mitiga, necesito un poco más. En la mansión no hay ni una sola alma en pena, está completamente sola y vacía al igual que yo, el chófer está de descanso. Como puedo me pongo de pie, una idea cruza por mi mente iré al cementerio a visitar a mis padres ya casi cae la noche necesito desahogarme, contarles mis penas y lo que acontece con la mujer que amo, les diré que fallé en mi promesa de traerla junto a mi.

Tambaleante salgo de mi despacho tomo las llaves de mi Audi A5 de la mesita de entrada abro la enorme puerta de entrada y salgo, el frío aire de la tarde me pega en el rostro haciendo que me sienta más borracho de lo que estaba dentro. Como puedo subo a mi coche y lo enciendo pasaré a la tienda de licores necesito más medicina, meto las llaves al contacto enciendo mi Audi el motor ruge es tan fascinante poder escucharlo. Pulso el botón de mando que está en el techo del coche y se abre el enorme portón de color negro, salgo de la mansión vuelvo a pulsar el botón para que cierre el portón y me marchó dejando todo atrás. No logró distinguir bien el camino miro borroso, bajo la ventana del auto y la brisa de la noche acaricia mi rostro, ¿esto es ser libre? ¿así se siente? voy subiendo la velocidad  acelerando hasta llegar a 180 kilómetros o más ya que no distingo muy bien el tablero de la velocidad, la adrenalina se ha apoderado de mi sistema me siento libre de pronto miro una luz brillante muy cercas frente a mi.

─¿A caso he llegado al cielo?. ─ Aceleró un poco más y siento como mi cuerpo se sacude violentamente, duele y mucho de pronto todo se torna a oscuridad y me dejó llevar por la inconsciencia...

POV: Myke.

Mi móvil comienza a soñar insistentemente una y otra vez, ignoro la llamada ya que es de un número desconocido y no acostumbro a tomar ese tipo de llamadas, en este instante me encuentro muy agotado después de una larga sesión de sexo con mi secretaria. Esta mañana después de hablar con mi hermano Kian, nos despedimos ya que el salía directo a el aeropuerto para viajar a Dublín, salió de mi oficina para posteriormente entrar mi secretaria y comenzar con este juego que llevamos a escondidas desde hace ya un año y medio. Aunque confieso que es la mujer más maravillosa que he conocido, esa nobleza y humildad que hay en ella es lo que me ha vuelto loco, ya que yo no repetía más de una ocasión con una misma mujer.
Vinimos a mi  por departamento por unas copas y lo demás es historia, mi móvil vuelve a soñar y decido responder, tapó con la sábana el esbelto cuerpo de la morena con el cabello de fuego que se extiende por la almohada realmente luce hermosa, Carlotta es muy bella se encuentra dormida plácidamente sobre mi cama y realmente me encanta observarla así. Lentamente me pongo de pie para no espantarle el sueño en silencio coloco mi bóxer. Tomo mi móvil y me dirijo al balcón de mi departamento abro la puerta de cristal y salgo al exterior, el frío aire de la madrugada golpea todo mi ser haciéndome temblar, ya que nos encontramos en el piso veintiocho ando sólo en ropa interior, espero a que vuelvan a llamar ya que la llamada la cortaron momentos antes de salir, vuelve a soñar y respondo.

Sentimientos OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora